Una de las primeras iniciativas que aprueba esta nueva legislatura es la llamada “Ley Silla”, que es una reforma a la Ley Federal del Trabajo que obliga a los empleadores a dotar de una silla con respaldo a los trabajadores, a fin de que no estén de pie durante sus jornadas de trabajo.

Aprobada por unanimidad con 476 votos a favor, 0 en contra y 0 abstenciones se busca mejorar las condiciones de millones de trabajadores que por sus labores tienen que estar de pie.

Esta iniciativa beneficiará a trabajadores como empleados de tiendas departamentales y supermercados, restaurantes, guardias de seguridad y giros similares, de la misma forma se prohíbe que los empleadores obliguen a sus trabajadores a durante su jornada laboral.

Esta modificación en su jornada laboral se verá reflejada en la mejora de salud de los trabajadores, la equidad laboral y la productividad. Al reducir el cansancio y el dolor los trabajadores elevarán su calidad de vida fuera del trabajo; prevendrá enfermedades que a la larga reducirá los costos de las empresas y para el sistema de salud y por último un trabajador descansado puede rendir más y ser más productivo.

Llama la atención que no tuvo ningún voto en contra, primero porque dotar de una silla a un trabajador no iría en contra de los intereses de los empresarios, pero lo más importante sería que este tipo de votaciones son las que en tiempos de campaña se dan a conocer para que los trabajadores vean quienes están a favor de defender los derechos laborales que mejoren sus condiciones de trabajo y quienes velan por los intereses de los patrones.

La iniciativa continuará su proceso legislativo, se turnará al Senado para su discusión y seguramente su aprobación para entrar en vigor lo antes posible.

Queda todavía pendientes dos reformas que impactarían de forma positiva a la vida de los trabajadores: la reducción de la jornada de 48 a 40 horas y el incremento de 15 a 30 días de salario por concepto de aguinaldo.

Por lo menos, la primera fue uno de los 100 compromisos que la Dra. Claudia Sheinbaum mencionó en el evento del Zócalo el pasado 1 de octubre: “Estoy segura que lo vamos a lograr. En acuerdo con los empleadores iremos alcanzando paulatinamente en el sexenio la semana de 40 horas”; por lo que pronto podríamos ver su discusión en la Cámara de Diputados.

Confiamos que la nueva administración federal, así como en el Congreso de la Unión ratifiquen este compromiso con la clase trabajadora que desde el sexenio pasado ha visto aumentar su calidad de vida con el aumento del salario mínimo y en un futuro con la reducción de su jornada.