La paz violenta

  • Eduardo García Anguiano
Un fenómeno cotidiano de nuestros tiempos en diversas ciudades del mundo es la violencia

Mientras que hemos sido testigos de la crispación social en la Ciudad de México por los procesos legislativos, que incluso se tuvieron que resguardar por los “granaderos” de la policía local, con tres casos sucedidos podrán observar diversos hechos de violencia:

Niños sin clases: Las escuelas cerraron en cuatro municipios, autobuses de pasajeros suspendieron sus diversas corridas y muchos puestos de un mercado prefirieron cerrar. En la caseta de cobro de una carretera el personal levantó las plumas y se fue del lugar. Las redes sociales divulgaron continuamente escenas de caos, gritos de terror, hubo llantos, también rapiña y se vio el paso continuo de camionetas marcadas con números y letras; ¿nos referimos a Ucrania? No, ¡se trata de cuatros municipios de Sinaloa!

Cierre de comercios: Tiendas que prefirieron suspender actividades, vehículos con impactos de bala e individuos armados corriendo entre las calles de un municipio, debido a enfrentamientos en la mañana del 11 de septiembre entre dos grupos rivales por el control territorial. Nuevamente las redes sociales se llenaron de videograbaciones y fotografías en las que se ve a los pobladores de la municipalidad corriendo, otros se resguardaron en sus casas y se apreció a gente que se tiró al piso en sus lugares de trabajo para esquivar alguna bala perdida. ¿Se trata de Gaza? No, ¡ocurrió en Villaflores, estado de Chiapas!

Entrada armada: En diversas videograbaciones compartidas en las redes sociales se observa a grupos de personas, que ostentando sus armas desde el interior de los vehículos en los que se transportaban, ingresaron a la cabecera de una municipalidad limítrofe entre dos estados. Algunos lugareños recordaron que un mes antes asesinaron a la anterior alcaldesa y a su escolta, mientras caminaban en las calles del centro de la ciudad. ¿Ahora si es Ucrania? No, ¡sucedió en Cotija, municipio de Michoacán!

En el México de antaño se sabía del uso de la fuerza de las policías o militares para neutralizar a presuntos delincuentes, hoy se sabe de pocos hechos de aplicación de la ley, lo que atestiguamos ahora son enfrentamientos entre grupos delincuenciales o los desfiles ostentado poder bélico, acontecimientos que infunden terror en la gente común, en otros grupos delincuenciales y en las autoridades.

Isaac Asimov, humanista y escritor, maestro de la ciencia ficción expresó: “Nos acostumbramos a la violencia y esto no es bueno para nuestra sociedad. Una población insensible es una población peligrosa”.

 

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Eduardo García Anguiano

Sociólogo y maestro en Administración Pública. Ha laborado en el gobierno federal y gobiernos locales en áreas de seguridad y gobierno. Ha sido profesor en la Universidad de las Américas Puebla, el IMIDECIP y el INAP. Escribe la columna Operación Seguridad.