La desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa ocurrida en septiembre de 2014 fue un crimen de Estado y no hay indicios de que sigan con vida, concluyó el informe preliminar la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia, presentado por la Secretaría de Gobernación (Segob).

Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, informó que las evidencias señalan que los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural "Raúl Isidro Burgos" fueron asesinados, así como nunca estuvieron juntos tras su desaparición ni en el basurero de Cocula.

Sin embargo, confirmó que hubo colusión y participación de las autoridades de distintos niveles de gobierno con la policía y la organización criminal Guerreros Unidos pues Julio Cesar López Patolzin era un infiltrado del 27 Batallón, quien informaba de todos los movimientos de los normalistas a sus superiores.

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Sobre el proceso a Tomás Zerón, quien fue titular de la Agencia de Investigación Criminal en el sexenio de Enrique Peña Nieto, Encinas comentó que se tuvo contacto con él y su familia en Israel para ofrecerle el criterio de oportunidad, el cual se negó a aceptar.

Continuará búsqueda de normalistas de Ayotzinapa

En conferencia de prensa posterior, Encinas señaló que el encuentro con los familiares de los normalistas fue “doloroso” al informarles que fueron ultimados, sin embargo, aseguró que la búsqueda continua en distintos puntos de interés.

Asimismo, destacó que hasta el momento se han encontrado más de mil restos óseos de 245 cuerpos, de los cuales se han enviado 32 para su análisis en Innsbruck, que permitió la identificación de tres de ellos.

De igual forma durante el proceso han fallecido o han sido ejecutadas 26 personas clave para obtener información: 14 integrantes de Guerreros Unidos, tres familiares de Guerreros Unidos y dos integrantes de Gente Nueva, además de siete testigos o involucrados.

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¿Qué pasó con los normalistas de Ayotzinapa?

El informe preliminar de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayoztzinapa concluye 16 puntos:

·         La desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 constituyó un crimen de Estado en el que concurrieron integrantes del grupo delictivo Guerreros Unidos y agentes de diversas instituciones del Estado mexicano.

·         Autoridades federales y estatales del más alto nivel fueron omisas y negligentes, así como alteraron hechos y circunstancias para establecer una conclusión ajena a la verdad de los hechos.

·         En todo momento, autoridades federales, estatales y municipales tuvieron conocimiento de la movilización de los estudiantes desde su salida de la Escuela Normal hasta su desaparición; por lo que sus acciones, omisiones y participación permitieron su desaparición y ejecución.

·         En ningún momento la presencia de los estudiantes en Iguala obedeció a la intención de boicotear el acto de la presencia municipal del DIF.

·         El grupo delictivo actuó con un amplio número de sicarios y tres células de halcones, a partir de un mando central y con el apoyo de policías municipales y agentes del Estado.

·         En ningún momento existió comunicación alguna entre los estudiantes y el grupo delictivo durante los hechos.

·         Tras la salida de la Terminal de Salida de Iguala los estudiantes nunca estuvieron juntos durante su desaparición.

·         La policía de Iguala intervino en el aseguramiento de los estudiantes en el autobús 1531.

·         Policías de Huitzuco estuvieron presentes en el Palacio de Justicia en Iguala y en Santa Teresa.

·         El autobús (Ecoter) fue trasladado, sin pasaje, hacia el estado de Morelos, librando todos los retenes establecidos.

·         Los mandos militares de la región no realizaron acciones para la protección y búsqueda del soldado Julio César López Patolzin.

·         Al filo de las 22:45 horas del 26 de septiembre de 2014, tras los hechos de violencia y persecución, se dio la orden de desaparecer a los estudiantes.

·         Se identificó a tres de los 43 estudiantes desaparecidos.

·         No hay indicio de que los estudiantes se encuentren con vida. Por el contrario, todos los testimonios y evidencias acreditan que éstos fueron ultimados y desaparecidos.

·         Es necesario continuar con la búsqueda en: la Ribera del Río Balsas y en la laguna del nuevo Balsas, en Atzcala, municipio de Eduardo Neri; en la Barranca de Tonalapa, municipio de Tepecoacuilco; en Brecha de Lobos y en el Paraje de Suriana en Iguala, y en las inmediaciones de Tepeguaje.

·         Existen indicios suficientes para que la FGR inicie o continúe las indagatorias para el deslinde de responsabilidades por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.