“Llegué con tristeza; bien, bien triste. Ya no se trabaja igual. Tengo que comer, pagar deudas, abonar a los gastos de mi madre… y tengo mi pareja que es estudiante y de alguna manera le doy aunque sea pa’ sus pasajes. Esta semana ya se viene el segundo pago del seguro de la camioneta, y no tengo dinero…”, dice Pamela (transexual sexoservidor).

“Fíjate, el otro día estaba parada en la calle. Llegué temprano y me paré donde no hay tantas ‘locas’. De hecho ya casi no ves ni mujeres ni ‘geis’ en las noches. Yo creo que ya ni de día. Total que ahí estuve  y ves a puros loquitos, no tienen chichis ni nalgas, no se arreglan, no se pintan, no usan pelucas. Se les hace fácil irse por cien, por doscientos pesos el completo. ¡Yo no! Yo el completo lo cobro en quinientos y aparte la habitación que son doscientos pesos más. Si no me pagan eso yo prefiero quedarme parada sin trabajar.  No siempre hay trabajo. Ahora todos estamos jodidos. Y sí te sacas de onda. Anoche llegué bien triste de la calle.

“Fíjate, el otro día pasó un señor en su carro. Yo estaba ahí parada bien arreglada, como acostumbro ‘trabajar’. Detuvo su auto y me preguntó: “¿Cuánto me cobras por tocarte las ‘chichis’?” Le dije, cien pesos. Me subí. Dimos una vuelta de tres calles y me fue tocando las chichis: me las sacó, me las tocó, me las agarró, me las masajeó… ¡No, eso no¡ Por cien pesos  no’más me las tocó! Llegamos a mi lugar y me bajé con mis cien pesos. ¡Fue todo lo que me hice esa noche! Y llegué a mi casa con mis cien pesos... Ya no se trabaja igual… Allá donde estoy, va de todo, de todo y todo vale: chamacos, viejos, jóvenes, a veces hasta mujeres…

“Los padrotes no han dejado de ser padrotes. Se las agarran bien chiquitas, por igual a mujeres que a ‘geis’ y las envuelven. A ellos les pagan piso, protección... La putería deja, y ellas piensan que ese cabrón las va a proteger, pero cuando son mala leche y se aprovechan de alguien que todavía no sabe lo que quiere, y aunque sepan, pero no se pueden defender, ¡está cabrón!, abusan de su inocencia, de sus derechos, de su integridad…

“En el ‘defe’ ya metieron a varias lenonas y padrotes a la cárcel. Un ‘gei’ tenia trescientas prostitutos y prostitutas, y a la semana, les cobraba a cada una 1500 de piso. Como estuvieras, ‘¡Aquí pagas 1500 porque es mi punto. Yo me he roto la madre por esta calle durante muchos años y ahora me pagas piso,’ les decía. Lo malo es que si no le pagaban, las golpeaba. Y ese fue su fin; hubo a quien no le gustó y la demandó. Ahora está en la cárcel por Trata de Personas. Imagínate el dinero que llegó a tener… pero no le sirvió de nada. Ahí está en el tambo.

“Ahorita hay otra que cobra 500 pesos a la semana. No es mal rollo. Es madrota pero no les pega a las locas por dinero. Las corre; si no quieren pagar, las corre pero no les pega. Es buena onda pero no deja de ser madrota.”  

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