La armonización educativa
La “armonización educativa” es un eufemismo que acuñó el señor Secretario de Educación Pública; el licenciado Emilio Chuayffet Chemor para imponerle a los gobernadores de las 31 entidades federativas y a sus congresos locales el cumplimiento en lo dispuesto en el Tercero de los Transitorios de la Ley General de Educación, y que a la letra dice:
“A partir de la entrada en vigor del presente Decreto, las entidades federativas tendrán un plazo de seis meses para adecuar su legislación respectiva, a lo previsto por el presente ordenamiento”.
14, de 31 congresos locales se renovaron en las elecciones del 7 de julio pasado. Solo a unas semanas de haber tomado protesta los diputados de las legislaturas estatales tuvieron que aprobar las reformas a sus leyes locales de educación; entre los estados que renovaron sus congresos locales en la segunda quincena de enero, se encuentran los estados de Puebla y Veracruz.
El proceso de la llamada armonización educativa se desarrolló en condiciones adversas hasta para quienes buscaron legitimar sus políticas a través de los congresos locales; lo accidentado del proceso ya tiene repercusiones políticas y morales contrarias a lo esperado por quienes vienen modelando una nueva política educativa para el presente y para los subsiguientes sexenios.
Uno de los desacuerdos entre los diputados del Congreso de la Unión y de los Senadores de la República radicaba precisamente en las contradicciones internas entre la Ley General de Educación; la Ley General de Servicio Profesional Docente y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa y de los nuevos ordenamientos legales con la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes laborales vigentes.
Ahora la “armonización” se empieza a convertir en una estridencia que empieza a incomodar al único opinante de la SEP, el señor Secretario de Educación. Durante los días que precedieron a la aprobación de las reformas a las leyes locales de educación; se pudo observar una clara, evidente; pero muy tímida oposición de algunos gobernadores como el de Oaxaca, que finalmente, no ha aprobado las reformas requeridas por la “armonización educativa”
Es en este contexto en donde los miles de profesores tendrán que enfrentar los desafíos para construir sus nuevas demandas gremiales; en función de las nuevas políticas públicas en materia de educación y sobre todo, en la necesidad de mejorar e idear los nuevos liderazgos para la escuela pública.
Ahora, nadie puede negar que el nuevo ordenamiento legal responde a los intereses muy concretos del sector empresarial y de la clase política gobernante; y para muestra habrá que revisar la integración del recién nombrado Consejo Social Consultivo de Evaluación CONASCEE; en donde destacan la COPARMEX y Mexicanos Primero; sin embargo, el debate y las movilizaciones previas a la aprobación de las leyes; abrieron canales de construcción y propuesta y en no pocos casos, han forzado la necesidad de dialogar con los maestros que cuestionan que la presente reforma educativa garantizará la calidad del trabajo de los docentes de acuerdo a las expectativas de sus contratantes.
Advierto que en este proceso de “armonización educativa” hay una silenciosa resistencia de los gobernadores; o tal vez solo de algunos gobernadores que se encuentran preocupados por los niveles de protesta que los maestros de sus estados, lograron articular en contra de la reforma educativa impuesta e inconsulta con el magisterio nacional. Entidades como Puebla; si bien sus diputados aprobaron las reformas en su Ley estatal de educación, aún no se publica su actualización.
Tal vez sea en este proceso en donde podamos encontrar alguna respuesta al enojo del señor Secretario de Educación Pública con respecto a la sospecha de que algunas leyes estatales aprobaron asuntos que contradicen todo el espíritu autoritario de las leyes; todo su intención centralista y toda intención de nulificar a los sindicatos en lo que corresponde, única y exclusivamente al Estado y su rectoría en educación y por lo tanto, es que hay que destacar lo que ocurre en estados como el de Veracruz, en donde el SNTE, alardea haber “armonizado la ley estatal de educación a los muy concretos intereses del “Equipo político” liderado por Juan Nicolás Callejas”.
Intereses corporativos de la burocracia sindical del SNTE en Veracruz; y su desempeño rupestre en la política local, ponen en juego la credibilidad de los diputados que tendrán que hacer las correcciones a sus leyes, a modo del Secretario de Educación Pública. Circula en las redes sociales, la siguiente leyenda:
“Este es el resultado de la armonización de la ley.
El siguiente paso es la reglamentación.
Confiamos en nuestra representación sindical encabezada por nuestro Secretario General el Prof. Guadalupe Castillo.
Cabe señalar que en el texto lo marcado en negritas son las aportaciones y adecuaciones que realizamos como sindicato.
Con acciones como esta se incrementa la seguridad y certeza sobre nuestros derechos adquiridos.
Unidos Avanzamos”.
El texto anterior es una nota que acompaña el a una fotografía donde aparecen los Transitorios de la Ley Número 247 De Educación del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave. A continuación uno de los transitorios de dicha ley:
Tercero. La Autoridad Educativa Estatal diseñará, en términos de ley, un
programa para la regularización progresiva de las plazas con funciones de
dirección que correspondan a las estructuras ocupacionales de las escuelas de
educación básica y de media superior, de conformidad con la disponibilidad
presupuestal, y atendiendo a las disposiciones en materia de desarrollo
profesional y evaluación formativa, con pleno respeto a los derechos
constitucionales y laborales adquiridos de los trabajadores de la educación.
En cada uno de los estados y en cada región; los líderes de los distintos grupos de presión que inciden en amplios sectores del magisterio nacional; negocian su propia supervivencia con los gobiernos locales; así ocurre con los sindicatos estatales e independientes; los otros sindicatos que se proclaman nacionales; corrientes y expresiones del SNTE y de la CNTE como ocurre con las Secciones 7 y 40 de Chipas, en donde los trabajadores se han movilizado, a pesar de sus líderes “democráticos”. La “armonización educativa”, es ya un espacio de deslealtades, de sospechas y sobre todo, de reacomodos burocráticos de las fuerzas locales con sus gobernadores. ¿Cómo explicar la repentina convocatoria a la movilización del “equipo político” de Juan Nicolás Callejas en Misantla Veracruz en los días recientes?
Presionar, movilizar y negociar en el ámbito de lo local parece ser la nueva estrategia de las burocracias sindicales y dicen: “No somos una fuerza lo suficientemente influyente para frenar la Reforma Educativa y sus leyes “punitivas”; pero tampoco somos una fuerza que no deba ser tomada en cuenta por los gobernadores”. ¿Cuál debe ser nuestra postura y nuestra visión de futuro como trabajadores y como ciudadanos en defensa de La Escuela Pública? (22-03-2014)