No hay duda; es lógico que frente al “secreto a voces” de que en funciones de Gobernador, Rafael Moreno Valle está operando para ser candidato a la Presidencia de la República por el PAN, es que el periodista Joaquín López Dóriga, le hizo la siguiente pregunta-aseveración que fue directo al punto neurálgico y objetivo central de la estrategia presidencial de Moreno Valle:

“¿Tú tienes algún favorito entre Madero y Cordero (para la dirigencia nacional del PAN)? O no te estás metiendo en el proceso interno o sí, porque yo creo... yo te estoy viendo para el 2018”.

Si bien es cierto que Moreno Valle intentó esquivar lo del 2018, también es cierto que tampoco lo negó, y aunque al respecto bastaría aplicarle aquello de que “El que calla otorga”, hay en lógica –y en lógica jurídica- elementos de contundencia para aseverar que su forzada evasiva, fue la confirmación –y no tuvo de otra- de que ilegalmente y en funciones de Gobernador, sí está operando para ser postulado por el PAN.

Si no fuera así, la respuesta legal, contundente y tajante de Moreno Valle habría sido ésta: “La ley no me permite estar en funciones de gobernador y a la vez estar en campaña por la Presidencia de la República. Me lo prohíbe el 134 Constitucional”.

Pero tan sí está usando la gubernatura para proyectarse por la Presidencia, que él mismo traslució lo que necesita para logar el respaldo institucional del PAN: que Gustavo Madero –su gran “amigo”- se reelija por otros dos años en la dirigencia nacional.

Quizás a simple vista la interrogante de López Dóriga y la evasiva de Moreno Valle no tendrían mayores implicaciones, pero yendo al análisis del Estado de Derecho, vaya que las tiene y graves, y esto de entrada, en el ámbito de lo federal.

¿Por qué? Porque gracias al “secreto a voces” de que en funciones gubernamentales Moreno Valle está buscando la candidatura presidencial, es que ha logrado posicionamiento mediático social en algunos estados del país, gracias a gasto gubernamental en promocionales y permanentes apariciones público-publicitarias.

El hecho es que aunque violando lo establecido en el 134 Constitucional, esa promoción va logrando los objetivos del Gobernador en funciones, y tan así que a la aseveración de López-Dóriga –“... yo te estoy viendo para el 2018”-, en organismos empresariales del país ya se generalizan comentarios como este: “¡Se nota que hoy Puebla tiene un muy buen gobernador! Ojalá que por aquí tuviéramos a uno así”.

La interrogante de López-Dóriga y el 134 Constitucional

Un análisis del Centro de Capacitación del Tribunal del Poder Judicial de la Federación al 134 Constitucional (acerca de la propaganda gubernamental y la de toda dependencia de la administración pública de los tres niveles de gobierno) precisa lo siguiente:

“Los servidores públicos de la Federación, los Estados y los municipios, así como del Distrito Federal y sus delegaciones, tienen en todo tiempo la obligación de aplicar con imparcialidad los recursos públicos que están bajo su responsabilidad, sin influir en la equidad de la competencia entre los partidos políticos…”

“La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público…”

Esto es lo que exige el 134 Constitucional y nótese que el ordenamiento es tajante: “Los servidores públicos…tienen en todo tiempo la obligación de aplicar con imparcialidad los recursos públicos que están bajo su responsabilidad…”.

¿Qué caso le ha hecho Moreno Valle a este ordenamiento federal? Y conste que por lo pronto sólo se trata de los aspectos generales de violaciones al 134 Constitucional; faltan sus contenidos concretos.

Explicable reacción de Eukid Castañón

Dado pues el múltiple desaseo, prepotencia, irreflexión, ceguera e imprudencia política con que Moreno Valle se ha conducido en pos de la Presidencia de la República, es explicable la reacción de su ex Contralor Eukid Castañón, hoy su representante y Diputado en el Congreso local, aunque en espera de lo que decida el Tribunal Federal Electoral.

En efecto, frente al pedimento del PRI de abrirle a Moreno Valle las cuentas de 2012, Eukid Castañón reaccionó con esta desproporción:

Si de reabrir cuentas se trata, que sean las de Mario Marín, a quien le anotó un faltante de 65 millones de pesos, frente a observaciones de la Auditoría Superior de la Federación al gobierno estatal, por alrededor de mil 479 millones de pesos.

De que hay que poner en claro cómo los gobiernos usan y abusan del dinero de los impuestos no hay duda, pero la reacción-defensa de Eukid confirma que está en el Congreso, no para representar a la sociedad, sino para actuar como escudero de su verdadero jefe.

Y lo es, porque sólo en materia de transparencia y sobrecostos, el Puente Zaragoza ejecutado por la gestión Moreno Valle tiene absurdos que no checan con la realidad.

Para ejemplo dos botones: la Academia Prospectiva de Ingenieros, A. C., hizo el análisis comparativo técnico-financiero del Puente Zaragoza, contra la Gran Vía de Santa Fe a San Jerónimo que hizo el Gobierno del DF, durante la gestión de Marcelo Ebrard.

Mientras en Puebla el puente Zaragoza de 750 metros de longitud, que no requirió infraestructura básica y fue a dos cuerpos con dos carriles por cuerpo, costó más de 480 millones de pesos, el del DF valió 192 millones de pesos, a pesar de que éste fue de mil 800 metros de longitud, sí requirió infraestructura básica y se construyó a dos cuerpos con cuatro carriles por cuerpo.

¿En dónde está la lógica legal y técnico-financiera de esta diferencia de 293 millones de pesos?

Va el otro botón: cuando Moreno Valle anunció que a un costo de 11 mil millones de pesos haría el segundo piso de la Autopista México-Puebla (tramo Volkswagen al Estadio Cuauhtémoc), tras el análisis paramétrico técnico y de costos, la Academia Prospectiva de Ingenieros, A. C., apuntó:

“Nosotros haríamos el segundo piso de la Autopista con 6 mil millones de pesos, y todavía crearíamos un consorcio de la construcción para Puebla, con tecnología de punta”.

¿Esto valió para que el Gobierno Federal asumiera que él haría la obra? Es muy probable, pero lo cierto es que en el comparativo de números y cuentas claras, hay mucho por transparentar y evidenciar en todo lo que la gestión Moreno Valle ha gastado para obra y servicios públicos de diversa naturaleza.

Y esto explica la salida de Eukid Castañón.

Interrogante López-Dóriga, al punto neurálgico de la estrategia RMV

Así pues, la interrogante del periodista Joaquín López-Dóriga (queriéndolo o no) confirmó los diversos análisis que se han aplicado a la gestión-estrategia de Moreno Valle por la Presidencia de la República.

Por lo pronto y pese al plan estratégico de comunicación y publicidad que Moreno Valle ha usado para manipular la percepción social, entre la vox pópuli se posiciona cada vez más la convicción siguiente acerca del uso y abuso de los dineros públicos:

“Es que la campaña presidencial de Moreno Valle es muy cara y necesita mucho dinero”.

Claro; el problema está en la legalidad, la transparencia y la justificación de procedimientos y aplicación de recursos públicos. Y es por ahí, por donde todo se puede derrumbar.

Por lo pronto, ya evidenció que está en ilegal campaña por la Presidencia. A veces las cosas caen por su propio peso y todo se debe a soberbia, defectos de cálculo, previsión y falta de oficio político.