El 7 de julio ya está a la vuelta de 15 días, pero sabes qué se elegirá, en qué situación llegan los candidatos, los partidos políticos, quiénes tienen mayores posibilidades en poder llegar a ser nuestros representantes, pero principalmente ya estás informado o informada y consiente del voto que vas a ejercer.
Sólo una ciudadanía informada y consciente de la importancia de elegir al candidato que mejor garantice el beneficio de la sociedad, que analice el comportamiento del candidato a elegir, las propuestas que se estén presentando, su proyecto de trabajo para la ciudad o bien para el distrito que representará, su valor familiar y personal, pero sobre todo su ética en aquellos puestos en que se haya desempeñado. Me parece que esto es lo que debemos de considerar como ciudadanos para decidir a quién darle nuestro voto.
Es cierto que el ejercicio de la democracia no se reduce a las prácticas electorales, pero no obstante, la democracia moderna es inconcebible sin una íntima asociación con las elecciones, a tal grado que el indicador fundamental de las sociedades democráticas es la realización de elecciones libres. Podemos apreciar claramente un proceso en el que lo electoral ha ocupado una parte importante del espacio de lo político, dando lugar a que en muchos países los comicios sean, para la mayoría de los ciudadanos, la forma privilegiada de relacionarse con la política.
Para el avance democrático, las elecciones son un elemento a considerar, y es determinante como punto de partida para ejercer un buen gobierno, por lo que cada vez se hace más necesario lograr una limpieza real y profunda de los procesos electorales. Me parece que la formación ética debe de ser un punto elemental para la vida democrática y ahí entramos todos, la sociedad, las empresas, las instituciones, los partidos políticos y el gobierno. Debemos generar campañas para formar conciencia ciudadana.
La función de los procesos electorales, como fuente de legitimidad de los gobiernos que son producto de ellos, ha crecido en los ámbitos nacional e internacional. En los años recientes se ha manifestado el reconocimiento mundial a las transformaciones políticas de algunas naciones en las que los procesos electorales han jugado un papel relevante.
Esperamos que este 7 de julio sea una fiesta democrática, donde todos salgamos a ejercer nuestro derecho al voto, donde veamos una decencia política entre los candidatos y los partidos políticos, pero sobre todo una elección limpia y que sirva para la edificación de una sociedad justa, prospera, equitativa, legal, en donde el bien común sea el signo distintivo para la sociedad y por supuesto para la ciudadanía.
LAE. José Enrique Ortiz Rosas
Coordinador de Capacitación del Programa DIM
Secretaría General de Gobierno