El partido de Rafael Moreno Valle se encuentra inmerso en un absoluto cochinero. Las discusiones ya no se dan por motivos ideológicos o políticos como era cuando existían los líderes como Manuel Gómez Morín. Ahora abiertamente se enfrentan por el manejo de los recursos de la fracción parlamentaria panista en el Senado.
Ricardo Alemán dio la noticia en Foro TV. Dijo que el PAN había muerto hace unas horas y la democracia estaba de luto.
El coordinador de los senadores fue nombrado por Gustavo Madero en cumplimiento de sus atribuciones estatutarias, sólo que le fue impuesto por el ex presidente Felipe Calderón. El resultado: Cordero obedece instrucciones del harvariano y éste se encuentra muy molesto por la firma del Pacto por México, acuerdos que han permitido a Peña Nieto decir al mundo que él si fue capaz de concertar con los partidos de oposición.
Así que cada vez que podía, el buen Ernesto atacaba al presidente de su partido descalificándolo, hasta que le colmó el plato y usó sus atribuciones para destituirlo y nombrar en su lugar a Jorge Luis Preciado. Inmediatamente los senadores calderonistas se rebelaron y ¡zas!: por la administración de los recursos de su bancada salió a la luz pública todo el lodazal. Se descubrió que Cordero había contratado como asesores a Juan Ignacio Zavala y a su hijo, cuñado y sobrino de Felipe Calderón. Roberto Gil tuvo a bien pedir un préstamo de 300 mil pesos para entregárselo a Zavala que, trascendió, tenía que cubrir los gastos de alguna emergencia.
El grupo opositor a Gustavo Madero quiso acotar las facultades de Preciado para manejar recursos. Se reunieron para hacerlo y nombraron un tesorero. Tomaron las oficinas y las sellaron. Al día siguiente se presentó el senador tesorero para empezar sus funciones y nada que no lo dejan entrar los de seguridad. El PAN denunció ante el ministerio público el despojo de que había sido objeto la oficina administrativa de la fracción panista en el Senado.
La secretaria general del PAN declaró que había sido ilegal el cambio de estatutos porque debería haber estado presente el coordinador o el vicecoordinador y no se cumplió este requisito. Y lo más indignante es que en este ínterin aparecieron en las cuentas personales de los senadores un depósito de 430 mil pesos, algunos dicen que con la leyenda para ayudar en las elecciones a sus correligionarios y otros aseguran que no saben para que era ni quién se los enviaba. El colmo: hubo quienes dijeron que se enteraron por los medios de ese depósito a sus cuentas de cheques. ¿Acaso manejarán tantos recursos para que un depósito de esa cuantía les pase desapercibido?
Hay dos hipótesis: o se los envió Cordero para que lo apoyaran en su insubordinación al presidente del PAN, o fue Preciado para congraciarse con ellos y obtener su beneplácito.
Los senadores Javier Corral y Ernesto Ruffo se han encargado de encuerar a Cordero. Los seguidores de éste los han atacado y desprestigiado. Tomo lo que en Twitter escribió Alejandro C. Manjarrez para resumir este conflicto: “Un Corral para el Cordero más Preciado del panismo. Y un Madero para crucificar al PAN.”
Bravo Mena se lamenta de que el partido haya caído en la vulgaridad de enfrenarse por algo tan prosaico como el dinero, pero resulta que esto les permite intervenir en las campañas políticas e inclinarlas a su favor.
En los estados en que son gobierno el dinero corre como ríos salidos de cauce, y permite cooptar por no decir comprar a los miembros de otros partidos, a los dirigentes y a los precandidatos que no fueron escogidos. E incluso a sus propios militantes que se habían manifestado en contra de sus candidatos por considerar que no eran los idóneos sino una imposición de los gobernadores.
Desde luego Puebla no es la excepción y se ha generado la percepción de que la elección, sobre todo a la Presidencia municipal de la ciudad capital, está decidida con antelación. Algunos analistas consideran que se negoció a cambio de que el PAN no se salga del Pacto por México; que le dejarían ganar a Moreno Valle el Congreso del Estado y que él reconocería el triunfo de Enrique Agüera. Otros manifiestan que el gobernador de Puebla aceptaría perder el Congreso y algunas las presidencias municipales, menos desde luego por la que compite Antonio Gali. Tal vez porque en esta posición va su prestigio de por medio pues, como es bien sabido, le dio todo el apoyo al permitir que varios miembros del gabinete estatal lo apoyen. Esto además de haber aparecido con él en los espectaculares que invadieron la ciudad.
No sabemos cuál de las dos versiones será la verdadera, pero por lo pronto Ivonne Ortega, secretaria General del CEN del PRI, ya declaró en esta ciudad que no está pactado nada y que irán con todo para ganar.
Mientras tanto la guerra sucia entre los candidatos sigue en aumento: al de la coalición 5 de Mayo, le sacan juicios de la BUAP contra el SAT, asuntos que tienen varios años en procesos administrativos propios del SAT, y le endilgan propiedades a su hija en Miami que, según Agüera, no existen. Gali recibe el embate de los diputados federales del PRI, quienes solicitan a la Procuraduría General de la República que lo investiguen por enriquecimiento inexplicable; la razón: el aumento de 54 millones de pesos en su declaración patrimonial en tan solo los tres años, tiempo que dedicó a prestar sus servicios a la administración estatal. Pero “Tony” anda muy soberbio y narcisista, tanto que al término del debate (que no fue tal) y ante el cuestionamiento de que le favorecieron las tomas y el formato él respondió: así me hizo Dios y no podía ser de otra manera. También dijo que él era el único que conocía los temas que se trataron debido a su gran experiencia en los diversos niveles de gobierno.
En los 15 días que faltan para las elecciones seguramente los dos partidos harán todo lo posible por posicionar a sus candidatos y veremos cuál de las dos estrategias fueron más exitosas. Y como influyó la danza de dinero que el PAN ha manejado en las elecciones.