Duele ver a decenas de jóvenes en las esquinas de nuestra ciudad ofreciendo propaganda electoral de los dos candidatos más conocidos, que no necesariamente populares, muchos de ellos empleados informalmente para esa tarea o, para decirlo de la mejor manera, desempleados sin más oportunidad que ser contratados para lo que sea; todo esto mientras los discursos de ambos personajes giran alrededor del tema de mejores sueldos y más empleos.
Duele ver como se asesinan los sueños de empresarios, trabajadores o estudiantes al ser asaltados y asesinados a sangre fría a manos de unos individuos desalmados, producto también de un sistema social corrupto hasta el tuétano, saliendo de un banco a plena luz del día, mientras se promete en el discurso electoral mayor seguridad, pero sin alguna estrategia definida, como si esto pudiese resolverse con el incremento del número de policías.
Duele ver como se llevan a cabo obras faraónicas y multimillonarias como los puentes, el teleférico, el incomodo observatorio, sin duda bonitos pero prioritariamente innecesarios, mientras las colonias populares de Puebla carecen de servicios primarios como drenaje, agua, pavimentación escuelas dignas, y los candidatos nos prometen más de estas obras a sabiendas de su escaso impacto social.
Duele ver actos masivos convocados para realizar rifas de electrodomésticos o entregas de baratijas como sombrillas, labiales, plumas, o cosas parecidas como anzuelo para que asistan a aplaudir al candidato "x" quien les ofrecerá un discurso que nadie entenderá, pero que resaltará sus virtudes en su encargo como funcionario público o como rector universitario, a sabiendas de que no hicieron más allá de lo que tenían que hacer por el cargo que desarrollaron.
Duele ver como algunos de los operadores de los candidatos se expresan de la gente humilde, particularmente hacia las mujeres quienes son las que acuden en mayor numero a estos actos como "las jodidas que siempre votan por nosotros"; abusando de ellas exponiéndolas a muchas horas de espera bajo el sol, porque el señor candidato viene retrasado, "que se frieguen" dirán los organizadores, que para eso las acarreamos.
Duele ver como en tiempos de los adelantos tecnológicos, el instituto electoral del estado, con minúsculas a propósito, nos anuncia que no podremos saber los resultados del conteo rápido hasta la medianoche del día 7 de julio porque no tienen los elementos para hacerlo en forma rápida; haciéndonos pensar que todo este tiempo tendrá como objeto el poder llegar a los arreglos necesarios para sacar una elección concertada.
Cuantas cosas nos duelen ver, como es el caso de los hijos tenidos fuera del matrimonio de nuestro presidente de la república y del ex-presidente de la suprema corte de justicia de la nación, tema que solo debería afectar al núcleo familiar, pero que tiene consecuencia para todos nosotros porque en ambos casos se ha incurrido al abuso de poder y a la violación flagrante de la ley haciéndonos pensar lo que podría suceder en los casos de humildes mortales como usted o yo.
Sí; nos duele ver como el país se desmorona a pedazos, mientras una élite gobernante abusa de millones de mexicanos mandándolos a la pobreza, eso si todo dentro de la legalidad, porque para eso también ellos emiten sus propias leyes y las hacen cumplir con ordenamientos a través del poder judicial.
Pero lo que más me duele ver es la absoluta indiferencia en que vivimos, y como abusan de nuestra inteligencia los amos de la comunicación, los dueños de televisoras y del gran capital mientras nos entretienen con procesos electorales concertados disfrazados con el pomposo nombre de "democracia mexicana".