Un vientre inflamado no es la prueba absoluta de que una mujer tiene cáncer de ovarios, pero si es un síntoma recurrente las mujeres no deben descartar consultar al ginecólogo.
Entre 10 y 30 por ciento de los casos de cáncer pediátrico podría deberse a predisposiciones genéticas, afirmó Gabriela Mercado, de la Facultad de Odontología