Entre tantas promesas rotas, perdemos

  • Araceli Molina Diz
¿Qué es lo que deberías buscar que nos proponga una persona que pretende gobernar?

Ya comenzamos con el desfile de promesas electorales, que nadie escucha, a nadie le importan, y no necesariamente, estamos en disposición de analizar.

Pero, en este gusto culposo que me regaló Dios por la política, vamos a platicar: ¿Qué es lo que deberías buscar que nos proponga una persona que pretende gobernar nuestro país o nuestra ciudad?

Prometer es gratis, pero a largo plazo es muy costoso. En campañas se dice que se dará respuesta a problemas muy complejos de la sociedad, incluso, problemas estructurales como la corrupción, la pobreza o el sistema de salud, prometiendo soluciones fáciles y rápidas, que, si realmente fueran tan fáciles y rápidas, ya se habrían hecho en mi opinión, y no pedirían el voto a cambio de “un mejor futuro”. ¿Por qué no ofrecer un mejor presente y trabajar en el aquí y el ahora? Pero bueno eso, usted piénselo.

Dentro de los factores más importantes y básicos a tomar en cuenta en una propuesta es su viabilidad y factibilidad, es decir, que tengan métricas realistas, útiles, comparables, alcanzables y orientadas a ser implementadas para obtener mejoras medibles y necesarias. Esto suena sencillo, pero en política están muy acostumbrados a sólo comunicar acciones y no resultados: construí tantos puentes, legislé estas y aquellas leyes, tapé tantos baches; sin embargo, esos no son resultados, deberían dar un indicador que nos diga con esa acción, ¿qué problemática se solucionó?, ¿qué has mejorado con esas acciones?, ¿ese dato con qué lo comparamos?, ¿cuál es el parámetro que nos indica que es mejor o peor que otro sexenio? Otro factor a tomar en cuenta es si la propuesta es sostenible en el tiempo, es decir, si puede mantenerse y ser efectiva a largo plazo. Otro básico es el Impacto social y económico; el impacto social es medir si esta propuesta afecta positiva o negativamente a las personas y sobre todo a los grupos vulnerables; en el impacto económico se evalúa el impacto en cuanto a generación de empleo, inversión, crecimiento y bienestar económico.

Por poner un ejemplo: no debemos conformarnos con el dato de “implementé un programa de becas”, más bien, debemos exigir que se nos diga ¿cómo ese programa mejoró la deserción escolar o en desempeño escolar?, ¿mejora tu programa de becas la calidad en la educación? etc.; el bacheo como dato, no nos sirve de mucho si en cuanto comienza a llover la ciudad se destruye, parece terracería, y en nada mejora la movilidad en la ciudad. Decir se aumentó el número de elementos policiales, tampoco es un resultado, si ni siquiera están capacitados, ni bien equipados y son corruptos; ¿en qué mejora eso la seguridad, la impunidad y la eficiencia institucional?

Se habla de la continuidad de la cuarta transformación, pero ¿cuáles son los resultados que queremos que continúen? Eso es lo que realmente debemos analizar en sus propuestas. Se habla de defender la democracia, pero ¿en qué forma te estás involucrando para hacerlo?, ¿con memes en Facebook y mensajes en WhatsApp?

Vamos más allá. Escuchemos y analicemos propuestas. Además, el INE en su plataforma nos ha invitado a participar formulando preguntas para el Primer Debate Presidencial que se llevará a cabo el próximo 7 de abril. Creo que es una gran oportunidad de involucrarnos y participar para no sólo quejarnos. Y a ti, ¿qué te gustaría preguntarle a las candidatas y candidato presidenciales?

 

Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente la línea editorial de e-consulta.

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Araceli Molina Diz
Coautora del libro “La Campaña”, Guía para Estructurar Candidaturas; creadora del podcast Política en Femenino. Consultora con experiencia en políticas, gestión y administración públicas, comunicación política y perspectiva de género.