La tríada AMLO-Fuerzas Armadas-narco, nuevamente…

  • Enrique Cárdenas Sánchez
Es evidente que la tríada no trabaja en beneficio de los ciudadanos ni para consolidar la democracia

Desde hace meses se habla del triángulo López Obrador-Fuerzas Armadas-narco, y sus implicaciones para el país. Yo mismo escribí una columna el 19 de mayo de 2022 en este espacio, “Una tríada complicada”, en la que mostré evidencias de la conexión bilateral de AMLO con las Fuerzas Armadas, y de AMLO con el narco. Al final, terminé con este párrafo: “Parece claro, entonces, que el gobierno está apuntalado por las Fuerzas Armadas y que tiene algún tipo de relación no convencional con el crimen organizado. Si ese fuera el caso, ¿existe una interrelación entre los tres componentes que conforman esta tríada? Dado el enorme poder que tiene cada uno de ellos, y a pesar de sus objetivos divergentes, ¿hay posibilidad de que se unan en un proyecto común? ¿Bajo qué condiciones podría ocurrir? Si ese fuera el caso, ¿cuál podría ser ese proyecto común y qué objetivo tendría? ¿Sería presumiblemente para beneficio de los ciudadanos? ¿Qué implicaciones tendría para la República y para la democracia?”

Hoy, casi dos años después, tenemos mucha mayor evidencia de esas relaciones: más dinero y poder a los militares, que no se les toca ni con el pétalo de una rosa, dudas sobre su lealtad a la Constitución y un largo etcétera. Sobre el narco se ha mantenido inalterable la estrategia de “abrazos, no balazos” a pesar de su fracaso; el gobierno ha cedido largas extensiones del territorio al narco, permite su lavado de dinero por contrabando, factureras y hasta las remesas, y otro largo etcétera. Una nueva evidencia es la excelente investigación (separadamente) de la periodista mexicana galardonada Anabel Hernández (1) y del norteamericano ganador de dos Pulitzer, Tim Golden (2) sobre las “donaciones” del Cártel de Sinaloa para financiar la campaña presidencial de López Obrador. Este tipo de evidencia está creciendo día con día.

Pero, además, hoy ya podemos proponer respuestas a las preguntas que formulé hace año y medio y que entonces no pude responder: primero, parece más claro que efectivamente sí existe una tríada: AMLO-Fuerzas Armadas-narco. Dos indicios —entre muchos otros— que apuntan en esta dirección: la liberación y repatriación del general Cienfuegos desde los Estados Unidos, además de señalar el poder militar, vino acompañado de una drástica reducción de la cooperación binacional en contra del tráfico de drogas ordenada por López Obrador, cuyos beneficiarios directos son los cárteles. Por otra parte, los enfrentamientos de las Fuerzas Armadas con los grupos criminales son relativamente selectivos. No atacan a todos por igual. Por ejemplo, las cifras de encuentros y muertos en los enfrentamientos con el Cártel de Sinaloa son menores que los que se tienen en contra del Cártel Jalisco Nueva Generación.

¿Con qué fin podrían reunirse estos tres poderes? ¿Con qué proyecto? Aquí también ya tenemos más claridad. López Obrador se está apoyando en las Fuerzas Armadas para el control de la seguridad pública, para el control del tránsito y tráfico de personas nacionales y extranjeras (con el control del Instituto Nacional de Migración), para el control de mercancías que entran y salen del país (hay evidencia que el contrabando de gasolinas, fentanilo y otros productos ha ido en aumento, a un tiempo que el control de las aduanas está ahora en manos militares), para el control del espacio aéreo, terrestre y marítimo.

También está claro que el narco se ha incrustado en los procesos electorales y que de ellos depende quién puede contender y quién no, en cada vez más lugares. Hay evidencia que el crimen organizado ha operado del lado de Morena en los últimos procesos electorales y con frecuencia ha sido definitorio del resultado. Incluso, Luis Carlos Ugalde ha señalado la incursión del narco en nuestras elecciones como el riesgo máximo para nuestra democracia. Nuevamente, los artículos antes referidos de Anabel Hernández y Tim Golden son elocuentes. Así, podemos plantear la hipótesis de que el objetivo por el cual se han “juntado” los narcos, los militares y el gobierno de López Obrador es retener el poder para conservar sus privilegios y negocios. Unos más de índole político, otros de índole económico y otros de índole criminal.

Es evidente que la tríada no trabaja para beneficio de los ciudadanos ni para consolidar la democracia. La criminalidad no cede sino más bien avanza, la pérdida de derechos de los ciudadanos continúa, los riesgos de nuestra democracia y porvenir están cada vez más en entredicho. Pareciera, de acuerdo con la hipótesis planteada, que estos tres poderes se han enconchado, son realmente cómplices y se apoyan unos a otros, para sus propios propósitos. Si resulta verdad como parece, ¡pobre México!

1.https://www.dw.com/es/el-cartel-de-sinaloa-financi%C3%B3-la-campa%C3%B1a-presidencial-de-amlo-en-2006-i/a-68121426

2.https://www.propublica.org/article/mexico-amlo-lopez-obrador-campaign-drug-cartels?taid=65b9b0b57b63910001ecb7ea&utm_campaign=trueanthem&utm_medium=social&utm_source=twitter

 

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Enrique Cárdenas Sánchez

Economista, exrector de la UDLAP. ExDirector del Centro de Estudios Espinosa Yglesias. En 2019 fue candidato a Gobernador de Puebla en las elecciones extraordinarias. Director de Puebla contra Corrupción e Impunidad