Cuando en la elección presidencial del 2006 el actual presidente López Obrador usó la expresión “al diablo con sus instituciones”, aclaró que algunos diarios habían manipulado su dicho presentándolo como “al diablo las instituciones”.  

La aclaración consistió en que su referencia fue hacia los funcionarios que detentan el poder utilizando las instituciones del Estado para beneficiar a grupos y personas e interpretando las leyes al antojo. Refrendando que las instituciones son el andamiaje por el que el aparato estatal cumple sus deberes y obligaciones, manteniendo un estado de derecho frente a los ciudadanos sin distingo alguno. 

Efectivamente, las instituciones no son para beneficiar a grupos o personas ni para aplicar las leyes a modo; sin embargo, es una tentación que se presenta en el ejercicio del poder. De ahí la importancia de consolidarlas e ir evaluando el cumplimiento del propósito por el cual fueron creadas. 

El actual presidente de México se enfrentó a todo un aparato que lo mantuvo por años en campaña por el territorio, lo que le permitió estar al lado de los más desprotegidos. 

En octubre de 2011 se da la creación de Morena, naciendo como un movimiento con amplia participación de diferentes grupos sociales y políticos. Su registro como partido político nacional lo obtiene en julio de 2014, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018) 

El primer logro de las votaciones de julio de 2018, donde ganó Morena, fue que México transitara en paz hacia el camino de la justicia social. Esto es un logro para la democracia en México, así como lo ha sido, durante muchos años, la construcción de entidades autónomas como el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática-Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Instituto Federal Electoral- Instituto Nacional Electoral (IFE-INE), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública-Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (IFAI-INAI), entre otros y la búsqueda de la independencia entre los tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial.   

Por década se ha luchado en México por instituciones y normas constitucionales que rigen la vida democrática de nuestro país; donde luchadores como Genaro Vázquez, Lucio Cabañas, Valentín Campa, Demetrio Vallejo, José Revueltas, Heberto Castillo, Rosario Ibarra de Piedra, entre muchos más. Mexicanas y mexicanos que desde diferentes trincheras trabajaron por la transformación de este país, dejando un gran legado.  Lo que nos toca es preservar los logros que permitan continuar avanzando en el camino por la democracia y las instituciones, esas que perviven a los hombres. 

Con capacidad, responsabilidad y madurez se ha de entender que los consensos deben ser buscados por encima de los disensos, esto es hacer política.  Y esto es lo que reconocemos en personajes como Alejandro Armenta Mier. 

En 2024 habremos de asistir a la más grande elección que se ha tenido en México no sólo a nivel cuantitativo sino, sobre todo, a nivel cualitativo, y Puebla estará presente en el próximo escenario electoral, donde habrá de hacerse hincapié en el amor por nuestro estado, en la unidad, el talento y la experiencia de aquellos aspirantes a un puesto de elección. Los poblanos ya nos lo merecemos. 

Las instituciones deben prevalecer, porque son las que nos dan el orden constitucional para regirnos bajo conductas donde prive la libertad y limite la actuación de quienes las transgreden. Por ello, las grandes decisiones para el futuro de este país y de este estado de Puebla no se deciden a mano alzada. Se deciden por los conductos marcados en nuestro marco jurídico, se deciden por el conocimiento mostrado por los futuros candidatos y su actuación en diferentes escenarios.  El conocimiento se muestra y demuestra en lo realizado; la lealtad es con los ciudadanos, es con aquellos que siguen esperando que se cumplan los compromisos y las promesas que en diferentes regiones se han hecho. 

Hemos de recordar que nuestra fortaleza está en el capital humano, apoyémonos en los pobladores, en los comerciantes, los obreros, agricultores, trabajadores del campo y la ciudad, quienes mejor conocen su problemática; apoyémonos en los especialistas, investigadores, docentes, maestros rurales, para incidir en aquellas áreas prioritarias al desarrollo nacional y regional.  

Abonemos por la conciliación nacional. Los gobernantes que llegan al poder deben recordar que una vez electos, gobiernan para todos y sus discursos han de ir encaminados a lograr los consensos y acuerdos que tanto necesitamos para trabajar en conjunto. Por el bien de México, por el bien de Puebla.  

 @ROSAURANGELES