Con accidentes todos perdemos (Parte III)

  • Eduardo Mauricio Libreros López
La coordinación entre el gobierno municipal y estatal está ausente en materia de movilidad en Puebla

Los viajes además de proporcionar placer generan conocimiento y nuevas experiencias por las dinámicas a las que se enfrenta uno, sobre todo, en países denominados de primer mundo.

He tenido la fortuna de realizar en distintos momentos antes y después de la pandemia, visitas a algunos países europeos principalmente a Alemania, del que ya he comentado acerca de la movilidad y desplazamientos de las personas y mercancías.

Es el país europeo más grande y de mayor riqueza con respecto a los demás, su infraestructura carretera es impecable, con algunos detalles en pequeñas zonas; en sus autopistas las velocidades a la que circulan pueden ir desde 60 km/h hasta no tener límite.

Desde luego su geometría y superficie rodante son de lo mejor lo que permite que los automóviles puedan desarrollar grandes velocidades.

Los conductores están conscientes de ello porque para obtener su licencia de manejo, que es permanente, deben tener una capacitación teórica y práctica exhaustiva que exige el estado y aprobar los exámenes teórico y práctico que no suelen ser sencillos.

Esto no los exime de que ocurran accidentes; desde luego los hay, de lo que se trata es de que no ocurran, por eso al conducir por sus carreteras y autopistas se tiene una seguridad y tranquilidad al hacerlo.

No se paga ningún peaje, puede uno recorrer toda Alemania y no pagará nada por circular en sus carreteras y autopistas a las que constantemente se les da mantenimiento.

El señalamiento horizontal y vertical siempre está presente de manera correcta y bien ubicada; con respecto al señalamiento de obra invariablemente es el adecuado, seguro y eficiente tanto de día como de noche.

Las vías urbanas en general están en buenas condiciones y cuentan con el señalamiento adecuado, también sus dispositivos de control de tránsito son muy buenos y están mayormente sincronizados.

Algo que no existe y que en México se encuentra por todos lados son los “topes”, elementos que se instalan de manera transversal al camino con distintas dimensiones y en muchos casos sin señales adecuadas, por cierto, a quién se le ocurrió colocarlos antes, en y después del Puente de México sin un color para que se distinga y no provoque accidentes como me ocurrió a mí.

¿Por qué hago toda esta descripción? Bueno, porque en nuestro país todo está de cabeza, al parecer no existe personal capacitado y suficiente que esté atendiendo los problemas viales de diseño, construcción y operación de calles y caminos.

Seguiré insistiendo porque todas las deficiencias se conjugan para que existan accidentes viales que pueden y deben ser evitados.

Otro problema para resaltar es el transporte público en todas sus modalidades. Vemos circular unidades a gran velocidad sin la menor precaución con vehículos viejos sin orden, obstaculizándose unos a otros y creando más problemas en la ya de por sí, caótica ciudad de Puebla.

La coordinación entre el gobierno municipal y estatal está ausente en lo que se refiere a este sector, así las cosas, ¿hasta cuando se dará prioridad a la movilidad en Puebla? Esperemos que no tarden más.

 

Los invito a ver los videos de 30 segundos para conocer las señales, las leyes y reglamentos de tránsito (municipal, estatal y federal) con base en un proyecto de Educación Vial propuesto por quien esto escribe e impulsado por el Dr. Román Sánchez Zamora, académico del ICGDE de la BUAP con su personaje “Rommyn Ciudadano”. Los encontrarán en estas direcciones:

https://youtube.com/playlist?list=PLx4rAyJ6jwp-xwOBe7NUwB2SL9SfCf0gi
https://youtube.com/playlist?list=PLx4rAyJ6jwp-SKW-DVP5V7hgdzkcLYqx1

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Eduardo Mauricio Libreros López

Ingeniero Civil, estudios de Maestría en Ingeniería de Tránsito y Transporte, empresario, especialista en infraestructura, operación y educación vial, docente de matemáticas y diseñador curricular de la disciplina.