Todas las mañanas, cuando circulo por las avenidas principales de Puebla, observo a decenas de personas con cartulinas en mano con leyendas como “mi papá perdió el trabajo, pedimos dinero para comer”, “somos albañiles no hay obras ni trabajo, necesito dinero para llevar a mi familia”. Tenemos que asumir que vivimos en un estado pobre, donde el confinamiento estricto, a pesar de la pandemia por Covid-19, ya no puede mantenerse. 

Señor gobernador, Miguel Barbosa Huerta, por favor permita que abra la actividad económica, con medidas de sana distancia, con sanitizaciones constantantes. La gran mayoría de los estados de la República ya comenzaron a aprobar la apertura de espacios comerciales, de oficinas, de centros de recreo. Llevamos ya más de 100 días sin trabajar, acumulando deudas. Necesitamos salir a trabajar.

La pandemia no terminará en pocos días ni en pocas semanas y sé perfecto que tenemos Semáforo en Rojo, pero la situación se ha vuelto insostenible. Además, Puebla es uno de los estados más pobres del país, donde ya es insostenible el confinamiento estricto. Y no estoy diciendo que abramos al 100 por ciento de la manera más irresponsable y cínica. Necesitamos apertura gradual e inteligente del comercio formal.

Usted mismo vio que el doble no circula fue una medida que provocó incremento de más de mil por ciento en el número de casos de personas contagiadas por Covid-19 en Puebla. Obligó a los paisanos a usar camión y dejar el auto en casa. No fue una buena medida. Y no lo culpo, todos cometemos errores.

Pero lo más grave, señor gobernador es que se sigan haciendo de la vista gorda ante el comercio informal que inunda las calles del Centro Histórico, con permitir que se realicen partidos de fútbol llanero por las colonias populares y que se permita la colocación de tianguis en diversos puntos de la zona metropolitana.

Por si no lo sabe, se lo informo, durante los últimos domingos, se instaló un tianguis en el centro turístico de Cholula, a un lado de la vía del tren Puebla- Cholula sin ninguna restricción de medidas de sana distancia ni sanitización. Vamos, en el citado mercado ni siquiera hay agua ni baños ni tapetes para que los clientes se limpien los pies.

Es grave que las restricciones que se han impuesto a restaurantes, gimnasios, y comercio establecido, no haya aplicado para el comercio informal, como el citado mercado ambulante, donde se expende comida sin ninguna vigilancia sanitaria. Es urgente que ponga orden.

Esta misma semana, hoteleros, restauranteros y comerciantes del centro histórico agrupados en la CANACO y la CANIRAC, pidieron al gobierno estatal fijar ya una fecha para abrir sus negocios ante la crisis económica que estamos viviendo todos los poblanos y particularmente, los que vivimos al día.

En una rueda de prensa, los representantes de las diferentes cámaras empresariales y asociaciones hicieron propuestas inteligentes y estratégicas para la apertura gradual.  Pidieron entablar una mesa de trabajo para coordinar acciones con el gobierno del Estado y establecer una fecha formal para el regreso de sus actividades con el objetivo de reactivar la economía.

 Urge, señor gobernador, que escuche esas voces.

Los restauranteros dijeron estar conscientes que el brote de esta nueva enfermedad ha cobrado muchas vidas y que las proyecciones indican que este virus ha llegado para quedarse largo tiempo, por lo que es urgente impulsar acciones que nos ayuden a convivir con esta enfermedad promoviendo un equilibrio entre la salud y la economía.

Las peticiones se resumen en cuatro: establecer una mesa de dialogo, fijar una fecha de manera inmediata para reabrir los negocios, abrir el tránsito vehicular en el primer cuadro de la ciudad y tener una coordinación entre el gobierno municipal y estatal.

El Covid-19 llegó para quedarse, señor Gobernador, no hay por qué seguir castigando más a los empleadores y a la ciudadanía. Necesitamos acciones urgentes para aliviar la crisis que ya nos alcanzo.

Si tiene algo qué contarme, póngase en contacto conmigo norcudi@gmail.com