¿Intenciones ocultas de una ineficiencia simulada?

  • Marcelino León Ochoa
Los gobiernos de izquierda no muestran capacidad para gobernar.

“Más vale ser vencido diciendo la verdad que triunfar por la mentira”

Mahatma Gandhi.

 

O son demasiado brillantes y nos están tomando el pelo o en verdad son malos para gobernar. Lo cierto es que el cinismo de los gobiernos de la 4T es tal que lo único claro que tienen es que no deben repetir las políticas del pasado, aunque algunas de estas hayan sido exitosas.

Su propósito, dictado desde la cúspide del poder en México y más allá de nuestras fronteras, que curiosamente se predica en Venezuela, Bolivia, Argentina y en las recientes movilizaciones sociales en Chile es claro: decirle adiós al modelo neoliberal para dar paso al proyecto de la izquierda latinoamericana.

La pronta visita del presidente electo de Argentina en Palacio Nacional nos dice que la “izquierda” (lo pongo entre comillas porque ellos así se denominan) tiene prisa por tejer acuerdos continentales. Más de 50 años le llevó a la izquierda mexicana acceder al poder y no va a desperdiciar la oportunidad para desmantelar la estructura institucional del país.

Lo que sigo sin entender es por qué, independientemente de los temas ideológicos anti neoliberales, los gobiernos de izquierda no muestran capacidad para gobernar, si esto les puede causar estragos en las elecciones intermedias del 2021 y lo digo concretamente del estado de Puebla. ¿Acaso el presupuesto 2020 será utilizado en todo el territorio nacional para construir la base social que le garantice el triunfo a Morena?

Una posible respuesta se encuentra en el diseño del presupuesto de egresos de la Federación 2020, que deja una partida sin reglas de operación de más de 400 mil millones de pesos para uso discrecional.

Hay quienes afirman que la política de “austeridad” llevada a cabo por estados y municipios le podría redituar a la Federación otros miles de millones de pesos que bien podrían sumar a su estrategia de los “servidores de la Nación”, programa de encuestadores que visitan domicilios para direccionar los apoyos de los supuestos programas sociales.

Estrategia perversa y mezquina pero efectiva, al sacrificar obras y servicios en estados y municipios a través del discurso del combate a la corrupción, aunque en la práctica adjudiquen contratos de manera directa a empresas afines, todo con tal de hacer realidad un proyecto político de largo alcance.

Sin duda el primer año de gobierno federal y de la casi totalidad de gobiernos municipales de izquierda ha sido desastroso en resultados: ni en lo económico ni en lo social y mucho menos en el tema de seguridad hemos visto avances positivos. Al contrario, hay ya señales de alerta que presagian un 2020 muy complicado. Es decir, las cosas no van a cambiar…

¿Qué esperar entonces para el futuro inmediato?

De inicio, un país dividido y confrontado, que aunque crítico, exigente y expectante, intenta ser silenciado desde el Estado. Radicales, violadores de derechos humanos le llaman a los de derecha. La izquierda hace lo mismo y le llama: conspiración, golpeadores, complot. ¿Dónde y cuándo escuchamos eso?

Si el crecimiento económico del país es cero, indica que mientras una parte importante de la población, como usted y como yo, trabajamos todos los días por hacer productivo este país, existe otro porcentaje que jala en el sentido contrario y que espera que el gobierno les resuelva, como en los viejos tiempos del PRI empoderado, que pensábamos no iban a volver.

A diferencia de hace 50 años, hoy las cosas son diferentes, la información fluye a través de las redes sociales, la verdad se sabe y la ciudadanía ya no se deja sorprender tan fácilmente.

Por ello, entre lo más interesante del 2021 está saber qué estrategia triunfará, si la de la 4T que le apuesta al voto cautivo o la de la ciudadanía crítica y opinante, que deberá pasar de la opinión a la acción para impedir que el futuro quede hipotecado en un proyecto ideológico inviable.

Mtro. César Marcelino León

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Marcelino León Ochoa

Politólogo. Maestro en Gestión Pública. Coordinador de asesores del grupo de regidores PAN.

Catedrático en UPAEP. Ex regidor del Ayuntamiento de Puebla 2011-2014