El lucro político de la religión

  • Marcelino León Ochoa
Al comparar al Presidente con Jesucristo, raya en absurdo y miedo, porque sí se la creen

“¡Maldito el hombre que confía en otro hombre, que busca su apoyo en un mortal”…

Jeremías, 17, 5 

Prácticamente todos los días, el Presidente aprovecha las conferencias mañaneras con dos propósitos muy claros: enganchar a sus críticos y hablarle a sus seguidores, porque lo que a unos enfurece a otros entusiasma.

Es una fórmula simple y práctica que hasta el momento parece darle resultados. Hay que reconocer que su andar por el país a lo largo de varios años le permitió conocer y percibir el sentimiento popular, reflejado en una acumulación de reclamos, demandas de justicia, solicitudes de apoyo y una gran cantidad de sueños no cumplidos. 

Con esa información, Morena se ha ido apropiando de algunos elementos muy significativos de nuestra identidad nacional. Uno de ellos tiene que ver con el aparente uso de la imagen de la Virgen de Guadalupe, que no puede ni debe ser utilizada por ninguna fuerza política o la degradación de un sentimiento noble, auténtico y patriótico hecho por José María Morelos al autonombrarse “Siervo de la Nación”.

Conforme pasa el tiempo, López Obrador parece acercarse más a la figura utilizada por el Cura Hidalgo, quien se autoproclamó en el delirio de su poder -al igual que lo hizo Santa Anna algunos años después-, como “Su Alteza Serenísima”.

Esto lo digo porque hace unos meses pudimos observar a integrantes del gabinete hacer reverencia al Presidente, lo que provocó muchas críticas. 

Sin embargo, esta actitud endiosada no se ha detenido, tanto que el propio Víctor Trujillo en su papel de Brozo, le dijo claro y fuerte a López Obrador, en diciembre de 2020, que no era Dios ni era el hijo del hombre.

Pero esto no para. Las recientes declaraciones de Antonio Attolini, al comparar al Presidente con Jesucristo, raya en lo absurdo pero a la vez da miedo, porque sí se la creen. Pues esos que se creen dioses del Olimpo, dice José David Guevara, son fácilmente reconocibles: “engreídos, arrogantes, envanecidos, vanidosos, encumbrados, intocables, ensoberbecidos, inmaculados, ajenos e insensibles a las necesidades”...

https://www.elfinancierocr.com/blogs/esos-que-se-creen-dioses-del-olimpo/SADJ6WBLYJBQDPHGIZURTOTATQ/story/

La utilización de la imagen de la Guadalupana, desde hace algunos años, debió provocar el reclamo y la indignación de la Iglesia Católica, pero no ha pasado nada.

Sin embargo, las declaraciones de Attolini sí deben hacernos reaccionar y prender los focos rojos en todos aquellos que nos decimos cristianos. Una y otra vez, el gobierno se mete en asuntos religiosos, cita frases de Jesucristo y las utiliza para sus fines político-electorales pero el silencio de la Iglesia es abrumador.

Lo más peligroso de todo esto es que la ignorancia va acompañada de la buena fe y muchos católicos piensan que Morena encarna los valores cristianos, pero en los hechos, es todo lo contrario.

Ejemplos: 

  • Atenta contra la vida, retirando apoyos a niños con cáncer.

  • Lucra con los programas sociales, mediante la entrega de apoyos directos, que convierten en utilitaria la dignidad de las personas.

  • Pone en riesgo la salud de la población al generar desabasto de medicamentos, falta de otras vacunas y al tomar medidas inadecuadas para combatir la pandemia.

  • Atenta contra nuestra casa común, al limitar el uso de energías renovables y preferir la quema de hidrocarburos para generar energía.

  • Atenta contra principios democráticos, al atacar al Poder Judicial y someter al Legislativo y amenazar con desaparecer organismos autónomos.

A pesar de estas y otras acciones de gobierno, ¿seguiremos callados, pasivos, por prudencia, por llevar la fiesta en paz, para que nadie se sienta ofendido?, o ¿defenderemos nuestros valores religiosos como lo que son, patrimonio de todas y todos, guía, luz e identidad?

¿Seguiremos observando cómo este país se enfila hacia un modelo de gobierno que ha probado su ineficacia en el mundo?

¿Actuaremos hasta que ya sea demasiado tarde?

Termino citando a un líder auténtico que no se creyó Dios: “No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más preocupa es el silencio de los buenos”. Martin Luther King. 

Mtro. César Marcelino León

Twitter: Marcelino_Leon

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Marcelino León Ochoa

Politólogo. Maestro en Gestión Pública. Coordinador de asesores del grupo de regidores PAN.

Catedrático en UPAEP. Ex regidor del Ayuntamiento de Puebla 2011-2014