¿Dónde está la izquierda y la derecha?

  • Humberto Fernández de Lara Cajica
La ausencia de proyectos no abona a ninguna democracia.

Como algunos saben en el espectro político se encuentran un conjunto de puntos que resaltan si un perfil, partido o gobierno es de izquierda, centro o derecha. 

Registros históricos apuntan que la dualidad entre derecha e izquierda tiene su origen en la Asamblea Nacional Constituyente de la Revolución Francesa en el año 1789, donde se discutió un artículo constitucional sobre el veto del monarca.

En el parlamento, los legisladores que estaban a favor del poder del rey se sentaron en la derecha, y los funcionarios en contra del rey que promovían mayor soberanía y limitaciones del monarca, se sentaron a la izquierda. Los moderados se sentaron al centro del recinto.

Desde ese entonces se han categorizado las ideologías políticas de tal forma que ha servido de brújula para ubicar alguna entidad.

Con fidelidad los antecedentes se han manifestado. La derecha ha tenido una connotación conservadora, tradicionalista y eclesiástica, en tanto la izquierda con el distingo de progresismo, revolución y laicidad. El ideario de derecha procura la tradición, en cambio, el pensador de izquierda visualiza la ruptura de ataduras por privilegios de clase. Mientras que la derecha es sinónimo de tradición, la izquierda de emancipación. Pero el significado de éstos preceptos no se limita con lo aquí pronunciado, al contrario, existen prácticas y literatura basta para cuadrar los escenarios políticos

En la actualidad podemos ver dispersión y carencia de ideología. Ramas del sistema mundial y mexicano se han motivado a perder ideas y corrientes que sirven para ejecutar un proyecto. Para ello primero debemos tener liderazgos preparados, concientizados y con vocación, al mismo tiempo de tener en mente y a la mano un proyecto sólido.  El pragmatismo voraz nos ha llevado a solucionar asuntos de manera inmediata lo cual no necesariamente extingue el mal, sino lo contrario, lo extiende o lo retrasa y se crean problemáticas mayúsculas que nos envuelven a un círculo vicioso, a un campo sin salida. 

La ausencia de proyectos no abona a ninguna democracia porque en esa lógica el gobierno y la oposición tendrían más y mejores argumentos para manifestar unilateralmente o debatir. La oposición ha sido incapaz de ubicar sus tesis, y el gobierno lleva la agenda política o mediática sin rumbo ni sustancia.

Tanto la “oposición” como el gobierno no deben basarse en caprichos ni promoverse con situaciones vagas. Dar rumbo significa ubicar posturas, decidir que se quiere y que se puede hacer, con base a esta premisa trabajar y en su tono debatir lo que resulte más favorable para la sociedad civil.

No existe izquierda, derecha, ni centro, o al menos es lo que podemos observar en los partidos y en la administración actual. La izquierda y la derecha solo se pueden apreciar en discursos superfluos, libros y estatutos partidistas, es letra en reposo y habrá que activarla dándole vida.

No hay oposición ni tampoco proyecto ideológico, por un lado, la retórica progresista basada en la igualdad, pero en realidad se opta por políticas y legislaciones autoritarias, como por ejemplo cerrar cinco mil comedores comunitarios que alimentaban a medio millón de personas, cancelar recursos para las estancias infantiles; sin olvidar el uso de Bellas Artes para homenajear a un líder religioso. Con lo anterior se violentó el Manual de Procesos del Instituto Nacional de Bellas Artes, y además va contra la postura laica constitucional.

Los partidos no tienen rumbo fijo, siguen con discursos triunfalistas, el gobierno no es de izquierda, es una ensalada de estrategias políticas y electorales. Salir del paso con parches ha sido su hábito.

El estado de Puebla también es una referencia obligada. Recientemente la mayoría de diputados del supuesto partido de izquierda en el congreso estatal, rechazó descriminalizar a las mujeres que desean interrumpir su embarazo, así como también el matrimonio entre personas del mismo sexo. ¿Dónde está la izquierda?, ante esta situación la aguerrida diputada Rocío García Olmedo ha sido contundente en sus declaraciones para atender y debatir sobre la problemática, poniendo de frente los derechos humanos y el tema de salud pública.

Si bien es cierto que la ciudad y el estado de Puebla son entidades conservadoras, con una sociedad tradicional, el partido en el gobierno y la mayoría de sus legisladores deberán ser congruentes con sus postulados base. ¿Apoco los partidos tienen diversos estatutos de acuerdo a la entidad federativa, en el sentido de que cada sociedad de un territorio es diferente?, no definitivamente. En este tenor la discriminación es injusta, y no por la diversidad de ideas, sino por rechazar actos para tratos desiguales. 

En virtud a esta coyuntura, la izquierda se caracteriza por promover y en su caso avalar este tipo de derechos que generan polémica. En los estatutos del partido en el poder manifiestan que existe la figura de Secretario/a de la Diversidad Sexual, quien técnicamente es el responsable de defender los derechos de la comunidad en cuestión. De nuevo me pregunto ¿Qué posición o postura ha dicho y mantenido al respecto?

Y como estas situaciones podemos encontrar varias pruebas de contradicción tanto del gobierno de “izquierda” como de la “oposición” sin proyecto. Se debe aplicar la máxima; va primero el proyecto y luego los liderazgos.   

Si se presume el triunfo de la izquierda que se ejerza en la práctica, porque si esta corriente política no se renueva o no es congruente con el progreso tiende a morir la esencia para convertirse en lo que casi ya es, fórmula híbrida.

La historia nos ha enseñado que la corriente moderada (centro) es la que ha tenido más éxito con adeptos de progreso, porque permite ser flexible con la contraparte para un fin específico, pero nunca para someterse ni para renunciar al diálogo.

En síntesis, busquemos con voluntad y convicción cualquier camiseta para el bien, pero pongámonosla y seamos congruentes, combativos y defendamos las causas.

¿Hoy dónde está la izquierda y la derecha?

- La izquierda en MORENA y la derecha en el PAN.

- La izquierda en el gobierno y la derecha en la oposición.

- Estatutos, libros y ensayos.

- Ninguna de las anteriores.

Michael Oakeshott en su ensayo “Qué es Ser Conservador” nos describe la postura conservadora como una actitud y no precisamente como ideología. Nos relata el conservadurismo de la siguiente forma:

Ser conservador consiste (…) en preferir lo familiar a lo desconocido.

Lo contrastado a lo no probado.

Los hechos al misterio.

Lo real a lo posible.

Lo limitado a lo ilimitado.

Lo cercano a lo distante.

Lo suficiente a lo superabundante.

Lo conveniente a lo perfecto.

La felicidad presente a la dicha utópica.

 

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Humberto Fernández de Lara Cajica

Licenciado en Derecho Ibero Puebla. Maestro en Gobierno y Administración BUAP. Es Notario Público Auxiliar. Presidente de la Fundación Colosio en el Estado de Puebla