Niños migrantes separados de sus padres

  • Miguel Barbosa Huerta
El trato de Donald Trump hacia estos infantes sólo es comparable con los campos de concentración

La separación de niñas y de niños migrantes de sus padres y las condiciones en que las autoridades estadounidenses los tienen, en jaulas, durmiendo en el piso y bajo el cuidado de personas que se burlan de ellos, en lugar de ayudarlos, constituye uno de los hechos más abominables en lo que va de este siglo.

El trato de Donald Trump hacia estos infantes sólo es comparable con los campos de concentración de las dictaduras más terribles de la humanidad. Literalmente, quiere utilizar a estas niñas y niños como rehenes para que el Congreso le autorice recursos para lo que se ha vuelto su obsesión: la construcción del muro fronterizo.

Esta crisis humanitaria que amenaza el futuro de niños latinoamericanos es resultado de la política migratoria del presidente Donald Trump, que busca disuadir la migración mediante la separación de los menores de edad de sus padres o acompañantes, que ingresan sin documentos al territorio estadounidense.

A pesar de esfuerzos al interior de Estados Unidos y diversos llamados internacionales para detener esta política inhumana, el gobierno del país vecino ha mostrado su total desprecio a los derechos de los niños, niñas y adolescentes migrantes, que en la mayoría de los casos huyen de la violencia y falta de oportunidades en su país.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha documentado cómo estas graves violaciones a los derechos de la infancia tienen efectos negativos, irreparables y de largo alcance en el desarrollo físico y mental de los menores de edad. Por si fuera poco, su situación completamente vulnerable se agrava al estar lejos de sus familias, con un idioma distinto y en condiciones infrahumanas. Incluso algunos diarios estadounidenses han reportado la posible desaparición de menores una vez que fueron sustraídos de sus padres.

Si bien el gobierno mexicano ha dicho que intervino en la Organización de las Naciones Unidas para denunciar las “inaceptables políticas” del gobierno de Estados Unidos, lo cierto es que hasta el día de hoy la estrategia y respuesta del gobierno de Enrique Peña Nieto ha sido tardía, timorata e insensible ante la crisis humanitaria que viven no solamente nuestros niños mexicanos, sino también de otros países.

Ante esta situación infame por parte de Donald Trump, la comunidad internacional ha alzado la voz, pero tal parece que la condena internacional no es suficiente. Trump ha dicho que no se disculpará y que continuará con esta política, razón por cual necesitamos que el gobierno mexicano actúe de manera firme y decidida en defensa de estos infantes y de sus familiares.

En nuestro país se desarrolla una intensa campaña electoral, pero esto no es un impedimento para que ante estas atrocidades nos unamos en México y con la comunidad internacional, para detener a este personaje que ahora dirige a la nación más poderosa del mundo.

El gobierno de México cuenta con todo nuestro respaldo en la defensa de los derechos humanos de estos menores, de sus padres y de todos los migrantes que se encuentran en Estados Unidos. A los tiranos se les enfrenta con decisión, con la fuerza de las leyes y con la entereza del corazón.

A las autoridades de aquel país, a la patrulla fronteriza, a la guardia nacional, a las fuerzas armadas y a todos los ciudadanos de aquella gran nación, gente buena y amigos nuestros, les quiero decir que respetamos su soberanía, pero les recordamos que nadie tiene por qué seguir las órdenes de un tirano. Menos aun cuando estás decisiones atentan contra los derechos humanos de las niñas y de los niños. XXX TWITTER: @MBarbosaMX

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Miguel Barbosa Huerta

Ex dirigente del PRD. Senador de la República, vice coordinador del grupo parlamentario PT-Morena. Gobernador del estado de Puebla 2019-2024.