La correlación entre la ética y la política, en la democracia moderna y en un sentido filosófico tienden al mismo fin, el bien común.

En la sociedad debemos de cohabitar respetando el Estado de Derecho, pero los primeros que deben respetar la ley son quienes aspiren a ocupar cargos públicos. No hay más. Pretender hacer que las cosas parezcan lo que no son, buscar en los recovecos de las leyes para burlarlas o ignorarlas abona más al halo de hartazgo que camina por las calles, que enfada a muchos y muchas y que decepciona a otro tanto.

Obtener el poder por el poder, cuando se pretende engañar, diciendo que no se está mintiendo, y se navega con una bandera de asombro al señalar que no se está actuando en contra de la norma, además de ser un acto intelectualmente deshonesto, es una conducta que invariablemente traerá consecuencias pero no para quien comete dichos actos, sino para la autoridad encargada de regularlos, a quien seguramente se le denostara y se le señalará de inepta, olvidando que quien actuó consciente de que lo que hace no es correcto.

John Keane, mencionaba hace unos días en su conferencia “Breve historia del futuro de las elecciones” el término “Democracia monitorizada”(1), es decir, que se monitoree a las instituciones y a quienes participan en la arena política, para que su actuar deje de causar desilusión, resentimiento, y agregaría…frustración.

El hecho de monitorear tiene como resultado evidenciar, exhibir, investigar, actuar y sancionar, y va de la mano con una ciudadanía activa que da seguimiento a hechos o acciones que se consideran fuera de la ley, corruptas o éticamente incorrectas.

Nuestro Estado, vive y vivirá una efervescencia política “intensa” a finales de este año y durante el 2018, puesto que las y los poblanos elegiremos a todas y todos nuestros representantes populares tanto a nivel federal, como a nivel local; lo que está en juego no es menor, en el tablero nos estamos jugando cómo queremos ser vistos ante el mundo, palabras de Keane… todo es resultado de la globalización y de los acontecimientos recientes en materia de elecciones.

John Keane, sostuvo que los partidos políticos y las y los políticos están más preocupados por lo que mediáticamente se dice de ellas o de ellos, y están en una campaña permanente de medios, por lo que los institutos políticos han dejado de lado su principal función en el sistema democrático, para convertirse en máquinas mediáticas. ¿Será?

Nos encontramos en un tiempo marcado por el distanciamiento entre la ciudadanía y la clase política, es momento de que las instituciones políticas, y quienes aspiran a ser candidatas (os), encuentren nuevamente esa empatía con la sociedad; seamos congruentes, dejemos atrás esa búsqueda constante de hacer fraude a la ley, de tratar de encontrar sinuosidades para alcanzar objetivos faltos de ética e ilegales, mejor empoderemos a las y los ciudadanos para que su participación sea libre y democrática.

Referencia:

-- (1) La Democracia monitorizada fue presentada por John keane y está inspirada en la teoría “monitorial citizens” de Michael Schuds, relativa a la transformación del sistema democrático su objetivo parte de los procesos de seguimiento, fiscalización y escrutinio público sobre los núcleos de poder que se ven consolidados en parte por las posibilidades que ofrecen los espacios 2.02.