Candidato presidencial misógino

  • Raúl Espejel Pérez
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No tengo la certeza que el próximo sexenio en México exista un presidente machista como López Obrador. Que por el hecho de serlo, sienta una  profunda e inocultable animadversión por las mujeres. Sobre todo cuando éstas son inteligentes e intelectualmente mejor preparadas que él. Como es el caso de Margarita Zavala, quien representa electoralmente un obstáculo que puede dificultarle la materialización de su obsesiva pretensión de gobernar a 121 millones de mexicanos.

Pero de lo que estoy plenamente seguro, es que en 2018 tendremos un candidato a la Presidencia de la República misógino de pies a cabeza. No tendría sentido hablar y escribir reiteradamente de él, si no es porque se requiere alertar a la sociedad para que, llegada la elección presidencial, analice con meticulosidad  si conviene o no votar por López Obrador.

El domingo 22 de noviembre, tres días antes de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Pejelagarto López, le rindió homenaje al exhibir públicamente su proclividad a discriminar y menospreciar a la mujer.

Esta vez arremetió contra la señora Margarita Zavala  que puede disputarle, tú a tú y voto a voto, la presidencia de México en las elecciones de 2018.

La misoginia que padece el macuspanense López, es tan abominable como el odio esquizofrénico que el dueño de Morena siente por Carlos Salinas de Gortari, a quien a falta de argumentos razonables, antes apodaba el innombrable y ahora lo señala como el jefe de jefes de la mafia del poder.

Ese enfermizo odio impulsó al Pejelagarto a lanzarse contra Margarita Zavala. Acusándola de ser la extensión de su esposo Felipe Calderón. Cuando éste era presidente, López, lo culpó de dejarse manejar por su cónyuge. ¿Cómo y cuándo entender a este enfermo de la mente?

No conforme con su nuevo exabrupto, imitando a su otro odiado rival, el presidente Peña Nieto, cuando éste mandó a su esposa, Angélica Rivera, a aclarar el asunto de la Casa Blanca que correspondía explicar a él, Obrador envió a su consorte, Beatriz Gutiérrez a criticar ─a través de su cuenta de Twitter─ a la señora Margarita Zavala por responder al ataque misógino de que fue objeto de parte de su marido ex priista, ex perredista y misógino.

La animadversión que manifiesta López hacia la mujer no es de reciente adquisición. Viene de muchos años atrás.

Siendo jefe de gobierno del Distrito Federal, López hizo alarde de su misoginia y su conservadurismo ─que demuestra fehacientemente que de izquierdista no tiene nada─, se opuso a que la Asamblea Legislativa legalizara el aborto. Esta absurda actitud provocó que muchas mujeres jóvenes pusieran en peligro su vida al verse obligadas a recurrir al aborto clandestino, sin los cuidados médicos que su legalización implicaba.

El Peje López debe hacer un esfuerzo, por difícil que le resulte, para abrir su entendimiento y percatarse que el mismo derecho que tiene él para postularse como candidato a la Presidencia de la República, lo tiene Margarita Zavala, que vale por lo que es ella y no su marido Felipe Calderón.

Para aspirar a la Presidencia de la República, la señora Zavala  tiene a su favor su condición de mujer. Mujer intachable e inteligente. Nacionalista, con experiencia política y con una sólida formación profesional. Es abogada egresada de una de las mejores escuelas del país en materia de Derecho.

López es otra cosa. Es un político ambicioso, mañoso, marrullero y sin escrúpulos. Sus intereses personales están muy por encima de los intereses del país. Las instituciones de la república poco o nada le interesan. Mejorarlas y preservarlas no está en su agenda.

No sólo las mandó al diablo después que fracasó en su primer intento por apoderarse de la presidencia de México. Con sus movimientos de resistencia civil pacífica, que de pacífica nada más tiene el nombre, ha dañado las finanzas de dos de ellas. Pemex y la Comisión Federal de Electricidad. Y el 1 de diciembre de 2006, utilizando como instrumento de ataque a sus excompañeros de la banda del PRD en la Cámara de Diputados, trató de impedir la toma de posesión de Felipe Calderón.

En 1996 López tomó varios pozos petroleros con el apoyo de sus fanáticos, ocasionando pérdidas por más de 65 millones de pesos. Pemex presentó las denuncias correspondientes ante el Ministerio Público y el presidente Ernesto Zedillo ordenó a la PGR dejar sin efecto las averiguaciones previas correspondientes.

Entre los años 1995 y 2015, 577 mil consumidores de energía eléctrica, por indicaciones del Pejelagarto, han dejado de pagar a la CFE el importe de sus consumos de energía eléctrica, provocándole un quebranto financiero de 10 mil 716 millones de pesos.

Por el bienestar del país y de los mexicanos, nunca estará por demás recordar a los electores y particularmente a la fanaticada jihadista de Andrés Manuel López, o hacerles saber, a quienes no lo sepan, que llevar a la Presidencia de la República al Pejelagarto, es poner en riesgo el futuro de la nación. Éste podría hacer en México, lo que sus símiles Hugo Chávez y Nicolás Maduro han hecho en Venezuela.

Bajo el mandato de estos (des)gobernantes, las libertades de prensa y expresión de los venezolanos han sido conculcadas. No pueden ejercer el derecho de protestar porque son encarcelados, como el líder de la oposición Leopoldo López o, en algunos casos, asesinados, como sucedió antier miércoles con el  opositor Luis Manuel Díaz.

Los candidatos que pueden hacer campaña electoral libremente, con vistas a las elecciones parlamentarias del domingo 6 de diciembre, únicamente son los allegados de Maduro. Los opositores a éste, son hostilizados y reprimidos.

La población en condición de pobreza se ha incrementado. Los pobres son ahora cuantitativamente más y más pobres que antes. Los alimentos son más caros y escasos que nunca. La inflación venezolana de 2011 a 2014, con cifras anualizadas por el Banco Mundial, es la más alta del mundo.

Los grandes volúmenes de petróleo producido en Venezuela empezaron a ser derrochados con Hugo Chávez y continúan dilapidándose con Nicolás Maduro.

Para que en México no se repita el caso de Venezuela es necesario evitar que López Obrador sea presidente del país.

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Raúl Espejel Pérez

Ha colaborado como articulista en la revista Jueves de Excélsior, El Universal de México, El Universal Gráfico, El Universal de Puebla, El Día, Nueva Era de Puebla y la revista Momento de Puebla (versión impresa y digital).