¿Cómo evitar el síndrome de burnout?

  • Eduardo Tovilla
El impacto del burnout en nuestra salud, pero, ¿qué hacer para prevenirlo y combatirlo?

De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 60 por ciento de los emprendedores de alto impacto experimentan síntomas de burnout, mientras que el 30 por ciento de agotamiento extremo. Por su parte, en México, el 75 por ciento de los trabajadores sufren fatiga por estrés laboral. Quise comenzar esta columna con estos datos porque muestran un evidente impacto del trabajo en la salud física y mental y están relacionados con el síndrome de burnout, el tema que abordaré en esta columna.

Este padecimiento fue declarado como factor de riesgo laboral por la Organización Mundial de la Salud en el 2000, pero a partir de la pandemia de COVID-19 resonó con más fuerza por una razón: muchas personas se volvieron multitaskers”. Tuvieron que repartir su atención en varias cosas: hicieron home office, se encargaron de los quehaceres del hogar y cuidaron a los hijos o los padres, por decir algunas. En otras palabras, se expusieron a situaciones de demanda constante, lo cual provoca agotamiento físico, mental y emocional.

Hacer varias tareas requiere energía o, por lo menos, mantenerla durante cierto periodo de tiempo, el problema es que en la práctica esto no sucede. Está comprobado que el multitasking desgasta, de hecho, disminuye en un 40 por ciento la productividad. El agotamiento tiene otras consecuencias, nos hace sentir molestos, irritables, frustrados, nos hace desear aislarnos e incluso ser indiferentes a ciertas situaciones. Todo lo anterior, a la larga, le pega a nuestro rendimiento y desarrollo profesional. Si has experimentado lo anterior, seguramente tienes el síndrome de burnout, pero, no te preocupes, es más común de lo que te imaginas.

Son muchas las empresas que llevan a sus colaboradores al límite, ya que promueven la polivalencia laboral, esto es, que una persona lleve a cabo diversas funciones o actividades. Si bien hay quienes cuentan con esta capacidad y por ello se les contrata, una gran proporción se vuelve polivalente de forma obligada, aunque hayan sido reclutados para desempeñar un único rol. 

Como mencioné al principio, el síndrome de burnout también afecta a los emprendedores de alto impacto o a quienes ocupan puestos de liderazgo. En el primer caso, esto ocurre por el estrés de manejar un negocio, buscar financiamiento y encontrar formas innovadoras de hacer crecer su empresa. En el segundo caso, por la presión constante de tomar decisiones importantes, cumplir metas ambiciosas y gestionar equipos, al mismo tiempo que enfrentan expectativas altas y responsabilidades que pueden ser abrumadoras.

“Eduardo Tovilla, ¿por qué es importante conocer eso?” Porque si bien en el corto plazo un ritmo como el descrito es sostenible, uno puede “tronar” o como el mismo síndrome refiere “quemarse”. Esto evidentemente afecta la calidad de vida, pero hay casos extremos en los que puede ocasionar la muerte. En este sentido, te compartiré algunas recomendaciones para prevenir el burnout.

Los 5 consejos siguientes son para líderes, ya que ellos tienen la facultad de prevenir el estrés laboral y fomentar entornos de trabajo saludables.

1. Fomentar una buena comunicación: Cuando están llevándose a cabo cambios, este factor es muy importante, porque los colaboradores llegan a sentir incertidumbre y hasta temor. Por lo tanto, hay que transmitir los nuevos objetivos y estrategias de manera asertiva para que se sientan involucrados, valorados y comprometidos.

Además de lo anterior, es indispensable establecer el diálogo en dos direcciones. Hay que escuchar a los colaboradores, no como un buzón de quejas que nunca será abierto, más bien como receptores de ideas y talento, como líderes que toman en serio sus demandas.

2. Actualizar el código de ética: Casi todas las empresas cuentan con uno, no obstante, no todas hacen los cambios pertinentes para adaptarlo a las nuevas situaciones. El código de ética tiene el poder de influir en lo que hacen los colaboradores y en cómo lo hacen. ¿Por qué? Porque, a medida en que aumentan el estrés y las demandas, es más probable que los colaboradores transiten caminos poco éticos para lograr sus objetivos.

3. Definir políticas de horarios y respetarlas: No importa cuál sea la modalidad de trabajo, establece medidas que permitan a los colaboradores no estar disponibles fuera del horario laboral. Ya sea que hagan home office, trabajo híbrido o presencial, se deben evitar los correos electrónicos o los mensajes de texto una vez que la jornada ha concluido. Imagina a alguien viendo una película con el afán de relajarse mientras su superior le envía mensajes de textos requiriendo su apoyo. ¡Adiós, descanso!

4. Establecer objetivos y basarse en el desempeño: El trabajo debe ser flexible, por lo que el desempeño debe medirse en función de los objetivos cumplidos y no por las horas que se pasan frente a la computadora o reuniones. Esto tiene además otra ventaja, los líderes pueden conocer de manera integral lo que hace cada colaborador y cómo lo está haciendo.

5. Crear una cultura justa: Hay que poner en marcha prácticas que aseguren una distribución equitativa de las tareas según el puesto y las capacidades de cada empleado. En otros términos, asegúrate de que cada colaborador haga lo que le corresponde. Sin duda, esta medida sirve para anticipar la sobrecarga de trabajo.

Ahora, si tú ya sufres de burnout o sientes que estás al límite, aquí tienes cuatro recomendaciones que pueden auxiliarte:

1. Desconecta y toma descansos: Toma tiempo para ti. Aléjate de las responsabilidades laborales durante tus horas libres y dedica tiempo a actividades que disfrutes. Esto te ayudará a recargar energías y reducir el estrés. Algo que yo, Eduardo Tovilla, suelo aconsejar es no comer en el lugar de trabajo. Si hay oportunidad, sal a comer, no lo hagas en la oficina: es tu tiempo.

2. Establece límites claros: Aprende a decir "no" cuando sea necesario y comunica tus límites a colegas y superiores, para evitar que asumas más tareas de las que puedes manejar y, sobre todo, para que logres mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.

3. Practica técnicas de relajación: Haz actividades como la meditación, el yoga o ejercicios de respiración en tu rutina diaria. Está comprobada la efectividad de estas técnicas para manejar el estrés y mejorar tu bienestar general. Sé que hacerlo requiere tiempo, con el que muchos no contamos, sin embargo, es importante encontrarlo.

4. Busca apoyo profesional: Si sientes que no puedes manejar el burnout por ti mismo, considera consultar a un psicólogo o terapeuta. Un profesional puede proporcionar herramientas y estrategias específicas para superar esta etapa, la cual no es permanente; siempre y cuando no quieras que lo sea, por supuesto.

Quiero cerrar esta columna invitando a tomarse en serio el burnout, ya que es más que un término de moda; en la práctica laboral, sus efectos pueden ser devastadores. Una amiga que ascendió a directora general de una empresa, terminó cuestionando su capacidad profesional. Después de un par de meses echándole los kilos y sacando sus responsabilidades a costa de su tiempo personal, acabó en los brazos del agotamiento extremo, el cual se reflejó en malas decisiones, la pérdida de confianza y el deterioro tanto de sus relaciones como de su salud.

La productividad no debería lograrse a expensas de la salud. Como sociedad, y especialmente desde las empresas, debemos fomentar una cultura donde el bienestar sea parte de la estrategia, no una idea secundaria. Cuidarnos, hoy más que nunca, es una necesidad. Quita el pie del desacelerador y reflexiona sobre cuánto tiempo estás dedicando al trabajo o cómo este compromete tu calidad de vida.

 

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Eduardo Tovilla

Economista egresado del ITAM y maestro en Administración de Negocios por la Universidad de las Américas Puebla. De 1995 a 2019 se desempeñó como funcionario público. Su conexión con el pádel se fusiona con una exitosa carrera empresarial y su compromiso filantrópico.