La Fiscalía de Puebla cuyo titular es Gilberto Higuera Bernal es la peor del país según la organización no gubernamental Impunidad Cero. Para el año 2023, aparece con una evaluación de 36 puntos sobre 100, por debajo de las Fiscalías de Morelos y Veracruz, que suman 36.1 y 36.2, respectivamente.

Según esta organización de las 32 entidades federativas, solo cinco fiscalías lograron calificaciones aprobatorias, que son Sonora, Guanajuato, Chihuahua, Yucatán y Nuevo León. El Índice de Desempeño de Fiscalías y Procuradurías se basa en ocho indicadores distribuidos en tres grupos: estructura, operación y resultados.  A pesar del incremento presupuestal anual que recibió la Fiscalía de Puebla para el año 2024 que lo hace ser el órgano autónomo del estado con más recursos a su disposición con una bolsa inicial de mil 521 millones 616 mil 252 pesos para ese ejercicio fiscal. No mejora.

Estas son pésimas noticias para nuestro estado en donde la impunidad está a favor de los delincuentes que en Puebla tienen un paraíso para sus fechorías. Los que hemos vivido en carne propia delitos denominados de “alto impacto” sabemos lo ineficaz e ineficiente que es esta entidad del estado de Puebla, que debería procurar de mejor forma la persecución de los delitos.

En una columna reciente donde justifiqué los malos resultados de la Fiscalía del Estado a la falta de personal en las agencias investigadoras, recibí una serie de comentarios documentados que me hacen rectificar mi opinión de esa columna y ahora concluyo que la Fiscalía de Puebla, que debería estar a favor de los buenos, es al revés y está a favor de los malos.

Pongo como ejemplo cuando en el 2021 fui víctima de un delito de “alto impacto”, al acudir a la agencia especializada en la zona de Ciudad Judicial en mi querido estado de Puebla, lo que recibí un severo regaño del agente investigador que tomaba mi declaración. Una vez que no logró su cometido de que no presentara la denuncia cedió y se inició la carpeta; después y en tres ocasiones se presentaron en mi domicilio particular muy diligentes, dos agentes investigadores para pedirme que me desistiera de la denuncia y ante esa presión lo hice.

El año pasado volví a ser víctima de esos malhechores y presenté una nueva denuncia que ya lleva 18 meses y no se ha podido judicializar. Recientemente recibí un mensaje de los denominados “sicilianos” que me dijeron que “por más que le haga a la mamada, mi carpeta de investigación no va a prosperar porque ellos tienen cooptados a los empleados de la Fiscalía de Puebla”.              

Como poblano estoy indignado ya que después de los ejemplos que me mostraron y lo que he vivido en carne propia, reitero cambio mi opinión y concluyo que los malos son protegidos por la fiscalía con su inacción y los buenos, que somos más, estamos a expensas de los delincuentes.

¡Pobre Puebla! Tan lejos de Dios y con tanta delincuencia.