Hija, tenemos Presidenta

  • Araceli Molina Diz
Que una niña no tenga duda de que si otra mujer pudo ella puede lograrlo, es un avance significativo

El lunes 3 de julio ya con datos del PREP, le dije a mi hija de cinco años: “Tenemos Presidenta de México hija, es Claudia Sheinbaum”. Le pareció algo tan normal, y me respondió: “Mamá, yo de grande seré la presidenta”. Que una niña no tenga la menor duda de que si otra mujer pudo, ella puede lograrlo, ya es un avance significativo al menos en la idea y concepto que como mujeres vamos formando de nosotras mismas.  

Una mujer presidenta en un país históricamente machista como México, representa el rompimiento de uno de los estereotipos y las tradiciones más arraigadas de nuestra sociedad, la creencia de que los hombres son quienes ostentan el poder y son más aptos para ocupar el cargo de presidente del país.

En mi opinión, tener una presidenta electa es un símbolo de igualdad de género, rompe con uno de los techos de cristal más duros de romper, tener como presidenta a una mujer representa la inclusión y el empoderamiento femenino; y, coloca en el imaginario social, sobre todo de las nuevas generaciones, la idea de que las mujeres también tenemos la capacidad y la competencia para ocupar el más alto cargo del gobierno.

Y más allá de los partidos políticos, de la decepción de muchos, de la profunda polarización, de que te caiga bien o mal Claudia Sheinbaum, creo que es momento de dejar a un lado las campañas y motivar una reconciliación social, reflexionar sobre el mensaje que los votos nos dieron en las casillas y trabajar por México.  Colaborar si somos afines al gobierno y vigilar su actuar para levantar la voz y exigir resultados si somos oposición, pero intentar la unidad y la cohesión social que es lo único que nos permitirá tener un proyecto como país y evolucionar como sociedad.

Obviamente, no le conté a mi hija que llega una mujer que tiene un discurso de continuidad del proyecto del señor presidente; que llega una mujer sin contrapesos, con poder total para modificar la Constitución, y que esto puede representar una erosión democrática y una regresión hacia un partido hegemónico gobernando nuevamente el país; tampoco le conté que esta mujer recibe un país con altísimos niveles de inseguridad, con un gran número  de personas desaparecidas, con  un sistema de salud en decadencia y con un México extremadamente polarizado. Mucho menos le dije que nuestra presidenta durante campaña, jamás dejo claro como abordaría la agenda feminista o apoyaría a las mujeres

Más bien, estos son grandes retos de los que debemos ser conscientes para dejar de dividirnos y trabajar para crear de la mano de un liderazgo femenino nuevas perspectivas, enfoques y soluciones a los problemas del país, buscando enriquecer el debate político y la toma de decisiones.

 

Las opiniones vertidas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente la línea editorial de e-consulta.

 

 

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Araceli Molina Diz
Coautora del libro “La Campaña”, Guía para Estructurar Candidaturas; creadora del podcast Política en Femenino. Consultora con experiencia en políticas, gestión y administración públicas, comunicación política y perspectiva de género.