Ante los recientes hechos de violencia en los que se han visto involucrados candidatos a los diversos puestos de elección popular a nivel nacional y estatal de Puebla, los protocolos de asignación de personal de seguridad bajo el principio de alto, mediano y bajo riesgo fueron desechados.

En razón de lo anterior la protección ofrecida por la Guardia Nacional se materializa de forma inmediata a quien lo solicita, sin importar si la candidatura es a nivel federal o estatal e incluso municipal, si es lo que necesita o no de acuerdo a sus necesidades.

Atrás quedaron los análisis de riesgo que tanta difusión tuvieron al inicio de las campañas, sobre todo las correspondientes a los estados, que indicaban que la solicitud tendría que hacerse ante el INE y este a su vez turnaría a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal, la cual a su vez enviaría a la Guardia Nacional o a los gobiernos de los estados, para que estos últimos turnaran a las policías estatales y se brindara el servicio de protección a los candidatos.

No está mal que la respuesta sea inmediata y sin tanto trámite burocrático, ya que en materia de seguridad, el tiempo es el bien más preciado puesto que de él depende que una persona sobreviva o no a algún tipo de agresión; lo que no está del todo bien es que prácticamente te “avienten” personal operativo que muchas veces no está capacitado para la función.

Es decir, la asignación inmediata no debe pasar por alto el análisis de riesgo y este debe realizarse en las siguientes horas o días, ya que no todo es solo asignar una patrulla de la Guardia Nacional, Policía Estatal o Policía Municipal, sino que requiere la adscripción del personal suficiente y sobre todo bien capacitado, así como detalles que de no atenderse en forma profesional volverán a dar sorpresas como las registradas en los últimos días en la capital del estado de Puebla.

La experiencia en materia de protección ejecutiva dicta que si no se atienden todos y cada una de las amenazas que podrían convertirse en riesgos tanto físicos como virtuales, en cualquier momento podrían venir sorpresas y lo único que quedaría sería lamentarse de lo que no se pudo prever, erradicar, mitigar o transferir según lo dictan la experiencia mexicana y la metodología de ASIS Internacional.

Pese a que falten escasamente 21 días para que concluyan las campañas, los riesgos de seguridad personal y familiar de los candidatos federales, estatales y municipales se prolongarán más allá del 2 de junio, ya que vendrá una serie de impugnaciones y las resoluciones de los tribunales locales y federal en materia electoral, por lo que el proceso culminará hasta que sean declarados presidente de la República, gobernadores, presidentes municipales y regidores electos, así como senadores y diputados federales y locales.

En algunos de los casos, la protección ejecutiva de los candidatos se extenderá hasta que asuman sus cargos y en el desarrollo de sus funciones, por lo que la seguridad a cargo de la Guardia Nacional y policías estatales aún va para largo.

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