Este 15 de marzo se celebra el Día Internacional contra la Brutalidad Policial. Una semana antes fueron las marchas del 8M, donde precisamente este año 2024 la brutalidad policiaca se hizo presente en el municipio de Puebla. Se presentaron claros abusos cometidos por la policía pertenecientes al Ayuntamiento de Puebla atentando contra los derechos humanos de mujeres que ejercían su derecho a manifestarse, a ejercer su libertad de expresión y a caminar de manera libre por la vía pública.

En México hay un municipio llamado Puebla, es la capital de un Estado que lleva el mismo nombre. Es un municipio rico en gastronomía, historia y un lugar idóneo donde vacacionan nacionales y extranjeros que buscan lugares con historia, cultura, municipio tradicionalmente religioso y conservador, lo que también lo hace ser uno de los municipios más discriminadores en el país, hoy gobernado por el Partido Acción Nacional (PAN).

El PAN en México es quien enarbola los principios de derecha, principios que en diversos lugares del mundo, enarbolan los ideales que están en contra de los derechos humanos y a favor de las lógicas conservadoras de corte católico, lo que ha motivado que este partido se lograra posicionar desde el año 1996 con una fortaleza que le ha permitido ganar o ser muy competitivos en los procesos electorales, por ejemplo, el pasado proceso electoral lo ganó Eduardo Rivera Pérez actualmente presidente municipal con licencia, por buscar ahora ser gobernador del Estado de Puebla por este mismo partido conservador mexicano. Este político de derecha ya había ganado la elección en el 2011 de la mano del neoliberal radical Rafael Moreno Valle (RIP), que volvió a competir durante el tsunami electoral de izquierdas del 2018 que encabezó Andrés Manuel López Obrador, quedando en segundo lugar, pero muy bien parado dentro del Cabildo y fortaleciéndose para el siguiente proceso electoral en el año 2021, mismo que finalmente ganó y que lo ha catapultado para ser el representante del conservadurismo en el estado de Puebla.

¿A qué viene todo lo anterior? a que Eduardo Rivera Pérez tiene historia y una constante actuación frente a los movimientos sociales, manifestaciones y marchas, hoy podrá estar de licencia del Ayuntamiento de Puebla, pero sigue gobernando el municipio, tan es así que quien es el hoy titular del Ayuntamiento ha sido su asistente  y auxiliar que no da un paso sin pedir autorización de quien hoy está buscando ser Gobernador del Estado, es decir, está íntimamente relacionado en todo lo que sucede en el ayuntamiento de Puebla, todo se le consulta y acuerda; acciones, cambios y ajustes que se hacen en el Ayuntamiento, ósea que lo sucedido el día viernes en la marcha del 8M también es su responsabilidad.

Mal haremos los poblanos que seamos de corta memoria y olvidemos lo que los políticos hacen desde estas posiciones en el poder y Eduardo Rivera debe de seguir siendo cuestionado y juzgado por lo menos socialmente por sus responsabilidades del presente pero también del pasado, lo cual se hace sistemático y para muestra comparto dos ejemplos de muchos que existieron en su administración del 2011 al 2014; “detención ilegal en el mes de marzo del 2011, donde Policía Municipal de la ciudad de Puebla detuvieron y enviaron a un juzgado calificador a un grupo de cinco homosexuales por los ‘delitos’ de ser una molestia y un peligro para las familias” (nota completa en el siguiente link http://www.fundacionarcoiris.org.mx/mexico-detienen-a-gays-por-ser-%E2%80%9Cun-peligro-para-las-familias%E2%80%9D/).

“La madrugada del 15 de septiembre de 2012 policías municipales y estatales cercaron el campamento que había instalado el movimiento #YoSoy132 en el zócalo de la ciudad, con la intención de realizar una ceremonia alterna al tradicional grito de independencia. Por medio de la fuerza pública, el gobierno de Eduardo Rivera” (nota completa en el siguiente link https://www.poblanerias.com/2014/02/eduardo-rivera-es-un-alcalde-a-la-sombra-de-moreno-valle-politologos/). Diversos casos sucedieron en su administración con relación al uso de la fuerza contra la libertad de expresión y la manifestación y que fueron invisibilizadas sus acciones, por un gobierno aún más represor como el de Moreno Valle.

Los organismos de la policía no deben ser tomados como instrumentos que sirvan para mostrar poder, como sucedió este pasado 8 de marzo del 2024 en el municipio de Puebla. Estos organismos (fuerzas policiacas) han sido creados para el mantenimiento del orden público y el cumplimiento de las leyes, entre otras funciones, respetando y conduciéndose bajo manuales y protocolos de derechos humanos y uso de la fuerza que ya existen en el estado mexicano y que cada estado y municipio tendrían que tener los propios, teniendo como base el documento generado por la ONU desde 1990 y reeditado por Amnistía Internacional en el 2015 denominado "Directrices para la Aplicación de los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley". La no regulación del uso de la fuerza ejercida por los cuerpos policiacos invariablemente traerá como consecuencia hechos deplorables, que van desde los insultos racistas y de otra índole, uso de la fuerza motivando lesiones físicas, incentivando la tortura, hasta la muerte de personas en manifestaciones o a consecuencia de ellas. Estas acciones son por motivos de racismo, género, estatus social, entre otras causas; ahora valoren lo que en líneas anteriores les expuse, vivimos en una de las sociedades que más discriminan en el país. Imaginen lo que impacta directamente a las fuerzas del orden esta cultura de discriminación, pues eso fue parte de lo que sucedió este viernes 8 de marzo del 2024.

Vivir en un municipio donde la discriminación es un foco rojo debe obligarnos a todas las personas que actuamos desde la sociedad civil, academia, servicio público o ámbito político tener un solo frente común que nos acerque a procesos donde podamos construir paz, por lo mismo es inadmisible lo sucedido por el Ayuntamiento de Puebla. Urge que se pongan a trabajar en actualizar sus protocolos de actuación de las policías en todos los ámbitos; es necesaria la capacitación, y formación que permita deconstruir al personal de seguridad pública, pero también de los cargos administrativos para que dejen de conducirse con violencia y discriminación en su actuar público, pero aún más importante necesita el ayuntamiento trabajar hacia afuera, hacia las personas que vivimos en el municipio con la construcción de políticas públicas, que nos lleven a romper con este ciclo de violencia por discriminación que nos afecta a todas las personas, actos como los suscitados el pasado viernes 8M, solo incentiva la violencia y rompe el tejido social.

Caminemos en la ruta de dignificar los derechos humanos, buscando una cultura de la no discriminación, construyendo procesos de paz que nos permitan lograr la felicidad.

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