¡Desinfoxícate! Menos es más en la era digital

  • Marisol Aguilar Mier
Adoptar estrategias para la gestión de la información nos permite encontrar sentido al caos digital

La era digital, caracterizada por la información que fluye y aumenta en cantidades abrumadoras y a una velocidad vertiginosa, posee una extraña paradoja: por un lado, tenemos al alcance de la mano redes sociales, motores de búsqueda, aplicaciones y plataformas en línea que nos ofrecen acceso inmediato a noticias, opiniones, datos y todo tipo de contenidos. Mientras que, por el otro, la aparente abundancia de información no nos ayuda a estar mejor informados pues a medida que ésta aumenta, también crece la posibilidad de que no podamos procesarla.

Es por ello que una de “enfermedades” más preocupantes de la era digital es la llamada infoxicación, término acuñado por Cornella que combina las palabras "información" e "intoxicación".  Dicho autor nos explica que la información ha dejado de ser un bien escaso para convertirse en una avalancha constante de datos que nos llegan desde múltiples fuentes, en diferentes formatos y en todo momento, generando una sobrecarga que trae consigo la gran dificultad de distinguir lo relevante y fidedigno, de lo que no lo es. Esta enorme cantidad de datos instantáneos que consumimos compulsivamente y que no podemos procesar, tiene consecuencias negativas en nuestra salud mental y emocional, como ansiedad, estrés, e incremento de la carga cognitiva. Incluso, hay ya un nombre para este tipo de padecimientos: la tecnofatiga, misma que se define como el cansancio y agotamiento mental y cognitivo debidos al uso de tecnologías. Y un tipo específico de tecnofatiga es el llamado síndrome de la ‘fatiga informativa’ que consiste en una falta de competencia para estructurar y asimilar la nueva información derivada del uso de Internet.

Además, la infoxicación también puede generar confusión y desinformación, afectando la forma en la que leemos e interpretamos la realidad, la capacidad de pensar críticamente y la toma de decisiones. Siendo así, nos vemos limitados para navegar en este mar de incertidumbre, noticias falsas y estafas digitales.

La UNESCO establece que una de las competencias digitales esenciales para afrontar los retos de la actualidad, es la gestión de la información, la cual se refiere a la habilidad de buscar, seleccionar, evaluar y utilizar información digital de manera crítica, ética y efectiva para el trabajo, el aprendizaje y la participación en la sociedad.

Sin embargo, parece ser que vamos en reversa, pues hoy en día se privilegia cada vez más la inmediatez, la superficialidad y la cantidad de información, en lugar de su calidad, pertinencia y profundidad: se requiere tiempo, esfuerzo y práctica para gestionar la información.

En palabras de Cornella:

“No es leer todo lo que está a tu alcance lo que te hace más informado, sino recibir información de calidad. Los que confunden cantidad de información con calidad son los más propensos a salir infoxicados. Estar todo el día conectados a decenas de fuentes confunde, más que informa. La ansiedad por la información infoxica”.

Entonces, ¿cuál es la salida?, ¿hay cura para la infoxicación? ¡Sí! Hay dos maneras muy efectivas para combatirla: la gestión y organización de la información y el pensamiento crítico.

Compartiremos a continuación, algunos consejos prácticos que te podrán ayudar en esta misión:

1. Organiza la información utilizando categorías o clasificaciones bajo una estructura previamente definida para agruparla (jerárquica, temática, cronológica, etc.) esto facilitará su recuperación posterior.

2. Utiliza herramientas y aplicaciones digitales para facilitar el procesamiento, almacenamiento, clasificación y recuperación de datos e información en entornos digitales. Por ejemplo: tomar notas, marcadores, crear listas y tableros, gestores de referencias bibliográficas o servicios en la nube. Con ellas podrás etiquetar, organizar, acopiar, buscar y acceder rápidamente a la información, lo que te ahorrará tiempo y te ayudará a mantener un sistema ordenado.

3. Establece un horario concreto para consumir información como leer noticias, revisar redes sociales, blogs o realizar búsquedas en Internet e intenta no sobrepasarlo. Con ello evitarás distracciones cuando realices otras tareas.

4. Prioriza la calidad sobre la cantidad eligiendo entre dos y cuatro fuentes principales para tus temas de interés.

5. Selecciona fuentes confiables y contrasta la información antes de aceptarla como verdadera, verificándola, analizando sesgos y buscando diferentes perspectivas antes de formar una opinión, compartirla o tomar decisiones basadas en ella.

6. Considera en tu día momentos y espacios sin uso de tecnologías para evitar la sobrecarga, realizando deportes, actividades o hobbies que favorezcan un descanso mental.  

Para concluir, es necesario darnos cuenta de la importancia de desarrollar y fortalecer nuestras habilidades de pensamiento crítico. La infoxicación presenta múltiples desafíos, pero al adoptar estrategias para buscar, seleccionar, filtrar y evaluar la información, podemos tomar mejores decisiones pues la información de calidad nos empodera. De ello seguiremos hablando en #CiudadDigital.

La autora es académica de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Sus comentarios son bienvenidos.

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Marisol Aguilar Mier

Maestra en Nuevas Tecnologías para el Aprendizaje y licenciada en Educación por la Ibero Puebla. Actualmente colabora como académica en el área de Educación Virtual en la IBERO Puebla en el desarrollo de innovación tecno-educativa, e-learning y competencias digitales.