Un paso implacable rumbo al 2024

  • Rafael Micalco Méndez
Son momentos de unidad y de regresar al panismo el invaluable poder de elección que tiene

“Nos mueve también un deber; un claro, un esencial, un eterno deber que, sin embargo, teníamos olvidado. El deber de gestionar un orden político, que estructure un orden social para que en México hombres y mujeres vivan como seres humanos, para liquidar en México la miseria, opresión, injusticia, fraude, explotación y violencia.”

Manuel Gómez Morín

Los pasos rumbo al 2024 ya se están dando, en el PAN. Los procesos sucesorios de las dirigencias son parte de ello. Nadie debe pasar por alto que son las nuevas dirigencias las que construirán el rompecabezas político para hacer frente a la elección más importante que el país haya enfrentado. No es lo menos; la permanencia del actual gobierno representa impunidad, ensanchamiento del narco en todo el país, el aumento exponencial de la violencia, la pobreza y la incertidumbre entre muchos otros males que hoy padecemos.

El gran reto que tenemos como nación es regresar a México las certezas y la confianza que da el crecimiento económico, la estabilidad financiera, la seguridad y la justicia que ha sido rezagadas por el presente régimen. En Puebla, en el 2024 se renovará en elección concurrente, todos los cargos de elección popular: miembros de ayuntamientos, diputaciones y gobernador que, sumado a los diputados, senadores federales y al presidente de la República completan el gran abanico que votaremos en las urnas.

Pero este reto no solo le toca al PAN, incluye a todos las y los ciudadanos en lo individual o en agrupaciones tales como sindicatos, asociaciones, fundaciones, comisariados, organismos empresariales y todos aquellos grupos de resistencia y protesta que se han creado para hacer frente a sus legítimas demandas como los son: padres de niños con cáncer; grupos que exigen tratamientos para el cáncer, entre muchos más; así como partidos políticos con quienes vayamos coaligados o en alianza, cada uno de ellos sumando como “granitos de arena” a la mejor opción en contraparte al partido oficial. Lo cierto es que, más allá de los partidos políticos, el reto es el país. Es necesario entonces, entender que el PAN será una parte de muchas que forman este enorme reto.

De ahí la importancia de que la dirigencia estatal de nuestro partido sea la mejor, la de más experiencia, la que garantice mayor apertura, unidad e inclusión. Además, de manera fundamental debe ser que la dirigencia sea fuerte e implacable, y es fundamental esta característica toda vez que los candidatos a la presidencia y a la gubernatura aplicarán presión para lograr sus negociaciones pretendiendo definir candidaturas en el estado. Por eso, a la dirigencia del partido le tocará resistir en defensa de la militancia y su derecho a elegir en sus municipios y distritos, para eso debe ser implacable, para cuidar la casa y sean los panistas quienes tomen las decisiones, favoreciendo el crecimiento y fortaleza del partido.

En la reciente elección a un partido que formó parte de la coalición se le dieron espacios que no debieron darse; consecuencia de esto, no aportó lo que debió y por lo mismo no logró ganar ni una representación local.

El PAN en Puebla no puede ser dirigido solo por un equipo, una fracción excluyente de todo el panismo de todo el estado. El reto que se aproxima es mayor a eso, se requiere que todos estemos incluidos, orientados hacia el mismo objetivo y compartiendo la misma visión en favor del país y del estado.

La tarea es mayúscula. Ahora que en el PAN de Puebla daremos un paso hacia el 2024 debemos elegir una dirigencia fuerte y evitemos dar de más e ignorar la voz de nuestra militancia.

El PAN se ha renovado en los últimos años, ha cambiado la manera de hacer política interna, las reglas no escritas han sido derogadas y estamos ante un nuevo tablero, no podemos desaprovechar y no debemos dejar pasar la responsabilidad que llevamos por delante.

Son momentos de unidad, de regresar al panismo el invaluable poder de elección que tiene. Hago votos para que el PAN se asuma como la parte que es, de un todo, condición que es necesaria para enfrentar a Morena y sus aliados. Por ello, actuemos con rectitud, libertad y transparencia; que las reglas claras para todos, el piso parejo y el respeto mutuo sean la fuente de la cohesión entre el panismo local, porque solo así estaremos dando los pasos certeros hacia el triunfo en el 2024.

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Rafael Micalco Méndez

Miembro activo del PAN desde 1988, miembro del CEN, consejero Nacional y Estatal; expresidente Estatal del PAN Puebla 2006-2009 y 2012-2015; licenciado en Administración de Empresas; diputado local 2005 y federal 2012. Actualmente, secretario Nacional de Promoción CEN y diputado local electo.