Parece que la imposición de Félix Salgado Macedonio como candidato a gobernador del Estado de Guerrero comienza a desmoronarse, tras la resolución del Instituto Nacional Electoral (INE) de retirarlo de la contienda por la evasión de declaraciones de gastos de precampaña. Pero, ¿qué pasará ahora con Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su candidato impuesto en Guerrero?, ¿se quedará así? ¿Volverá a golpear el presidente de la República a las instituciones electorales para proteger a este personaje que además de reconocerlo como estos tipos de ocultamientos de información, pesan sobre él acusaciones de abuso sexual y violaciones? ¿Será más grande la inteligencia y cordura del jefe del Ejecutivo o su postura visceral, autoritaria, berrinchuda y machista?

Aun cuando las denuncias judiciales, las manifestaciones de mujeres y colectivos feministas, los códigos de ética del partido Morena y la moral que debe privar en la política no sirvieron para frenar la candidatura de Félix Salgado Macedonio al gobierno de Guerrero, apoyado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, parece que la propia ceguera del partido en el poder ha provocado que sus abusos sean evidenciados por el Instituto Nacional Electoral. Salgado ha amagado con llevar el asunto al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la movilización de sus simpatizantes, pero la cólera y testarudez de este “honorable” ciudadano pone exhibe no sólo el nivel más bajo de la ética política, sino al presidente del país, quien se ha caracterizado por su miopía en temas estructurales como son las demandas de justicia de las mujeres, queriendo resolver todo con programas asistencialistas.

Pero no sólo es voluntades políticas, sino respeto a las normas. El último capítulo del acuerdo del 28 de octubre de 2020, aceptado por los partidos políticos y el INE, donde se establecen los lineamientos para que los propios partidos prevengan, atiendan, sancionen, reparen y erradiquen la violencia política contra las mujeres, el llamado 3 de 3 contra la violencia, hubiera favorecido la salida de Salgado Macedonio de la contienda. Pero, curiosamente, no se respetó dicho acuerdo por Morena, el presidente metió las manos y, con ello, se violó ese derecho de las mujeres.

Ni AMLO y el INE han hecho justicia a las víctimas de los abusos sexuales y violaciones, no sólo en la aplicación de la ley, sino en mostrar un poco de vergüenza, al siquiera contemplar a un presunto agresor de mujeres como jefe del ejecutivo estatal, pero es importante que ambas figuras políticas retiren a Salgado Macedonio de la posibilidad de gobernar. Fuera de disputas entre el presidente y el instituto electoral, Salgado Macedonio debe salir de la contienda por el bien de las mujeres y del orden político y social.

El movimiento feminista se ha convertido en el principal bloque opositor al gobierno de la República, es el mayor dolor de cabeza de López Obrador, y con demandas justas, legítimas y reales. El presidente ha caído en los peores infortunios e indolencias ante la violencia de género y los feminicidios y, ahora, está en posición, si no de enmendar su autoritaria postura, sí de favorecer a que el más representativo de los botones de mal social salga de la contienda.

Esperemos que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, no vuelva a dar un espaldarazo a Félix Salgado Macedonio, por varios motivos: no contribuir con la violencia real, simbólica e institucionalizada hacia las mujeres, respeto a las instituciones en las cuales él mismo participa, no evidenciar su autoritarismo y uso del gobierno para repartirlo a su antojo con quien quiera, pero, sobre todo, un poco de respeto a la dignidad de las mujeres, a la verdad, a la ciudadanía y el bien común. De volver a apoyar a Salgado Macedonio se evidenciará una de las mayores vergüenzas, infortunios e inmoralidades de este sexenio. ¿Otra vez pocas investigaciones y calumnias, señor presidente? Un gobierno inmoral es ilegitimo y, por lo tanto, se tiene el derecho ciudadano de desobedecerlo… aun cuando pongan vallas a Palacio Nacional.

Picaporte

Qué interesante que, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, hermano de la titular de la Secretaría de la Función Pública del país, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, fuera sancionado junto con otros precandidatos al gobierno de Guerrero, por el Consejo General del Instituto Nacional Electoral, por la omisión de la presentación de informes de ingresos y gastos de precampaña. ¿Esas omisiones? ¿esa falta de comunicación entre familia?