Incertidumbre priista ¿Quién sigue?

  • Humberto Fernández de Lara Cajica
Revertir los daños que ha sufrido el partido revolucionario.

A escasos días de que se presente la convocatoria, tal como lo manifestó el Delegado Presidente interino, encargado de despacho, la militancia y los priístas poblanos están deseosos de saber quiénes participarán oficialmente. 

Pero la intriga ha rebasado los ánimos compulsivos. Se suplica en el fondo de cada priísta saber quién será el elegido.  ¿El elegido por dios, por Alejandro Moreno Cárdenas “Alito” o por la militancia? Sepa Juárez. 

El próximo presidente partidista tendrá la máxima responsabilidad, quizá la más compleja de la historia para revertir los daños que ha sufrido el partido revolucionario. También tendrá la encomienda de sumar y coordinar esfuerzos para que en las próximas elecciones del 2021 el PRI sea una opción altamente competitiva; de frente en soledad o en coalición con otras fuerzas políticas. 

Lo anterior será un asunto que debe considerarse con seriedad, las alianzas con otros partidos, incluso con organizaciones de ideologías distintas. En este tenor la idea central será debilitar, y porque no, arrebatarle el poder a MORENA, cual hermanastras que le hicieron a cenicienta con su vestido en la clásica película de dibujos animados de Disney. 

Las coaliciones las decidirá primordialmente el CEN, sin embargo, el futuro presidente local tendrá influencia en el análisis de viabilidad de esta treta. Puebla quizá sea de los estados laboratorios para este tipo de uniones. Pero esto es harina de otro costal, que en su momento se platicará y seguro se debatirá. 

Hoy se quiere humo blanco. No ha salido siquiera humo negro, porque todavía el cónclave político no se ha reunido con seriedad. Hasta hoy se emiten gases tóxicos desde la azotea del edificio de la Diagonal. 

La interferencia de radio pasillo del ex partidazo de las grandes masas es poco clara, existe certidumbre e incluso casi nadie se ha atrevido a externar con seguridad quien será el de la corona; vaya ni los fanfarrones qué cotidianamente saben secretos de Estado, ni los merolicos que apoyan a su perfil paternalista respectivo. Los sensatos cierran la boca y prefieren esperar sin ideas conspiracionales, que en política se da mucho. 

La moneda no está en el aire, porque si fuera así no tardaría en caer y dar el resultado. Se espera que sea sol para que ilumine al priísmo. 

La sociedad se preguntará ¿y para qué tanto forcejeo por el partido en ruinas? En respuesta, se sabe que es una oportunidad, porque si bien es cierto que metafóricamente estamos en obra negra, el diseño, los acabados y lo demás será de suma importancia para el futuro, además de ser atractivo para cualquier partidario. Finalmente, los cimientos están, sólidos y bien colocados.

¿Será el triunfador quien vaya más a la oficina de presidente nacional? O quizá ¿se lleve un procedimiento limpio?  A decir verdad, los agentes clave con injerencia para alzarle la mano al próximo en cuestión están en México, o por lo menos gozan con derecho a picaporte en las oficinas de la capital del país. Nombres como Javier Casique, Blanca Alcalá, Pablo Angulo, Américo Zúñiga, Lázaro Jiménez, Mariano González, Jorge Estefan Chidiac, y uno que otro con perfil discreto. Ellos han sido cotizados por los aspirantes, o al menos son puentes con ingeniería de vanguardia para con “Alito”. 

¿Quiénes son los cardenales que se agitan por la dirigencia? Mismos que pronunciaré sus virtudes y contras de acuerdo a miembros priístas, con base al vox populi.

Néstor Camarillo Medina: Hombre sagaz que ha mostrado sus inquietudes desde el año pasado. Ex presidente municipal y hasta hace no mucho fungió como secretario de organización. Ha remado contra corriente, pero ha sabido posicionarse. Su temple de romper paradigmas lo ha llevado a ser uno de los favoritos. Ha trabajado en medio de este proceso y se ha hecho notar, al grado que sus detractores lo tildan de joven que carece de experiencia. 

Lorenzo Rivera Sosa: El último presidente del partido. Militante y servidor público conciliador. Su legado humano está vigente y latente, desde las oficinas del partido hasta al interior del estado con múltiples comités. Se ha ganado el respeto de varios por ser flexible a la hora de trabajar. Quienes no lo avalan son los mismos que han estado ausentes en el partido, y argumentan que no cuenta con la capacidad suficiente de un opositor aguerrido.

Lucero Saldaña: Mujer brillante con tacto político. La experiencia política, partidista y legislativa la avala. Senadora en dos ocasiones y actualmente diputada federal. Goza de una actitud inclusiva y refleja optimismo. Sabe unir a liderazgos distanciados, formando puentes transparentes de trabajo. Los anti Luceros no ven su ánimo sólido para participar, por lo que la ven con ligero desinterés en el cargo.

El Dúo de “Los Erikos”, Erick Salgado Trujillo y Érica Lima Rojas: Llevan al PRI en la sangre, ambos han sido militantes y dirigentes combativos a lo largo de su carrera. Pieles de Corriente Crítica y de la CNOP, respectivamente. De los primeros en levantar la mano para dirigir. Se basan en la perseverancia con los pies cimentados en la habitación de los convencidos. Quienes no les prestan atención son lo que subestiman a este par, coincidiendo que no tienen posibilidad por su perfil discreto y su carrera joven.  

Xitlalic Ceja García: La carismática Mujer sobresale por haber sido diputada y secretaria general del CDE, entre otros cargos. Su personalidad le ha permitido involucrarse a fondo con la militancia poblana y tener empatía con bastos liderazgos del partido. Perfil comprometido, que ha decir verdad ha guardado las formas y se ha mantenido en plena discreción política.  El trabajo que ha estado realizando no será en vano, y es posible que participe para ser la próxima presidenta o al menos estar en el cabildeo. La falta de información de algunos, al respecto de su destino, la colocan como una persona poco competitiva en el proceso, al mismo tiempo de que podría tener hoy muchos compromisos lo que resultaría el descuido de militantes o dirigentes en la próxima administración. 

Alberto Jiménez Merino: Político completo en todas las aristas; ámbito legislativo, partidista, universitario, administración pública, etc. Goza de buena reputación y óptica crítica. El pasado refleja su bravía para ser oposición y su ímpetu para involucrar a diversos liderazgos de cualquier sector. Su estilo es reservado y cauteloso, no confronta por necedad ni por algún provecho suspicaz, porque confía en su temple de hombre preparado y metódico. Adversarios del ex candidato a gobernador lo señalan sin bases de su pasado, estando en el poder, con el plus de que lo culpabilizan de ser responsable de la última debacle electoral.

Juan Manuel Vega Rayet: Fue servidor público y también candidato a diputado federal. Ha tendido trayectoria en el partido y cuenta con experiencia de operación política. Su cercanía con diversos grupos priistas le ha ayudado para presentarse en la tarima de los protagonistas de este proceso. Quienes lo conocen afirman que es amable y abierto a la crítica, con sentido y estrategia para oxigenar al partido. Es el rebelde de este elenco, quien interpuso una demanda ante el TEPJF por la falta de la dichosa convocatoria para la renovación del partido. Comentarios en contra del señor van en el sentido de que no se acerca a la militancia ni a líderes capitalinos o al interior del estado. 

Jaime Alcántara Silva: En días recientes declaró su aspiración, el último hasta hoy. Con habilidades en materia legislativa y partidista. Ha escrito libros y afirma tener la suficiente fuerza para llegar a la dirigencia. Se ha desempeñado en “Grupo Plural”, asociados de alto perfil político y académico, críticos con seriedad en las posturas de sus reuniones. Recién salido del cascarón en este proceso, la militancia joven lo minimiza por su ausencia en casas priístas y en eventos afines en los últimos meses. Se dice que tardó en tomar la decisión, por lo que otros perfiles le llevan ventaja en posicionamiento. 

Y así termina hasta hoy el elenco de los posibles aspirantes, por lo menos los que han declarado o insinuado. También se habla de que pueda participar José Antonio López Malo, el “cerebro de las finanzas”, Jorge Luis Márquez Martínez o uno ajeno a las listas que se encuentre escondido.

Habrá que esperar porque de algo los poblanos tricolores estamos seguros; queremos una dirigencia combativa, opositora e incluyente. La idea que justifica nuestra crisis en el sentido de que las cúpulas se han alejado de la militancia es cierta, sin embargo, más que la distancia entre la élite partidista y los militantes son los resultados que vayamos a ofrecer desde el poder, y para ello necesitamos llegar con perfiles preparados y con espíritu de unidad. Es la única vía.

Por lo pronto nadie quiere quedarse como el perro de las dos tortas, y pocos dirigentes y militantes están haciendo público los apoyos a aspirantes. A ese grado está la incertidumbre, pero por lo pronto que gane el mejor. 

El tiempo lo definirá…

 

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Humberto Fernández de Lara Cajica

Licenciado en Derecho Ibero Puebla. Maestro en Gobierno y Administración BUAP. Es Notario Público Auxiliar. Presidente de la Fundación Colosio en el Estado de Puebla