El principal consejo que me dio mi Doctor al detectarme leucemia, fue el siguiente;

-Martín , podemos darte oro molido en la boca, podemos darte la mejor quimioterapia, inclusive podemos traerte al mejor doctor, pero de nada sirve si tu no crees que te vas a curar, de nada sirve si tu actitud apesta, 90 % depende de la esperanza que tengas, y el otro 10% de que sigas las indicaciones médicas.

En otro momento de crisis en mi vida, me quedé sin empleo. Y gracias a esta circunstancia y en como la  vida me enseñó a afrontarla, descubrí una una de mis mejores pasiones por las que hoy la gente me reconoce. En ese momento sin  trabajo, logré crear Speaker Show Formando con Locura, una empresa  de eduentretenimiento en donde nos dedicamos a formar en valores a los jóvenes a través de conferencias dramáticas, vistiéndonos y actuando  de    villanos payasos, logrando al día de hoy impactar a más de  10,000 mil jóvenes alrededor de la república y América Latina.

Cuando era niño, yo era el más tartamudo de la clase, sin embargo, ese no era el mayor reto, el principal reto era que mi padre en ese entonces, trabajaba en la política, en donde el hablar bien se convierte en la mayor virtud, así que siendo el hijo de un político, no se esperaba menos, por lo que el ambiente me retó a entrar a la boca del lobo, donde tuve que meterme a concursos de oratoria, debates y espacios en público en donde pudiera practicar.

De estas historias, anécdotas personales, hay tres cosas en común que te quiero compartir, creer en uno mismo, el lenguaje y la actitud.

En los últimos años no es casualidad que se vendan miles de libros y cursos de Programación Neurolingüistica, pues se tiene claro que el lenguaje es poder. Lo que detona en la forma en como concebimos el mundo y por ende la manera y actitud en como afrontamos la vida.

Diversos estudios del Instituto Nacional del Cáncer en España y de diversas universidades en Estados Unidos, han documentado que hay un mayor número de pacientes curados cuando se tiene la creencia en un sistema de soporte, lo que detona en una mejor actitud, en comparación a los pacientes que no tienen esta creencia y no se logran curar; idea de la que estoy seguro que aplica en todo.

Por eso, doy testimonio de que el consejo que mi Doctor me dijo, de verdad funciona, porque para poder creer hay que poder crear un mejor lenguaje en como concebimos el mundo.

“Retos”, es la palabra que he decidido usar en lugar de “problemas”, ya que la palabra “problema” por si sola tiene una connotación negativa, lo que de manera inconsciente hace que nuestra mente programe un resultado negativo o limitado, en lugar de mirarlo de distinta manera. En cambio, cuando usamos la palabra “retos”, toda nuestra cognición cambia a un distinto enfoque, lo que asegura que el resultado sea siempre para bien, pues el lenguaje en sí mismo evoca un resultado sí o sí en positivo. Todos queremos superar y aprender de los retos en la vida, así como nadie quiere tener problemas en la vida. Justo de esta manera fue como entendí el reto de la leucemia, así fue como entendí el reto de no tener trabajo, y justo así es como mis padres desde pequeño me fueron formando para entender de manera inconsciente el “reto” de la tartamudez.

Estoy convencido que el lenguaje de los “retos” es una herramienta efectiva para vivir el hoy de manera diferente y propositiva.

¿Tienes problemas o retos? Los retos… yo los escojo.