Solía decirse, allá en los años ochenta y noventa, que no había una terna de candidatos a la gobernatura que fuese seria si en esta no estaba incluido Guillermo Pacheco Pulido. A modo jocoso, la expresión se desdoblaba diciendo que no había terna en que no estuviera Pacheco, incluso en las ternas escolares para jefes de grupo. Pacheco es gobernador gracias a la justicia divina; se le hizo la justicia divina a quien administraba la justicia de gentes. Y ahora que Pacheco despertó del sueño de los justos, toma su lugar Alejandro Armenta Mier, quien de dos sexenios a la fecha es el candidato natural a la gobernatura y lo seguirá siendo por los sexenios de los sexenios, amén que ahora sí lo dejen ser el candidato, sería lo justo entre los hombres; aunque tarde que temprano la justicia, sea divina o meritoria o por tómbola, de que llega llega.

Por lo pronto, el refranero poblano se actualiza: No hay terna seria sin Armenta. Esperemos, esta vez, que la expresión no se extienda hacia las ternas escolares de jefe de grupo, y menos hacia las ternas para la rifa del tigre. Todo dependerá si dejan que Armenta sea esta vez candidato a la gobernatura, de lo contrario nos obligarán a decir que no hay terna para coordinador de la junta de vecinos en que no participe Armenta.