Todos a construir el futuro

  • Samuel Tovar Ruiz
La delantera de AMLO, después del tercer debate, ya es irreversible. MORENA voto: 6 de 6 ¡va!

En el debate de la noche del doce de junio de 2018, tuvimos un AMLO que mostró gran <<capacidad administradora>>. En efecto, administró con maestría los embates del “nominalismo retórico” (manía de pretender resolver todo con palabras, omitiendo los hechos) de “tres a la vez”. Mientras estos se dedicaron a “disfrazar” agresiones con “pelaje” o leguleyo o tecnócrata, AMLO presentó una actitud de cordura y enfático aplomo, con propuestas de política social de alcance inequívocamente ecuménico, sobre todo en favor de las mayorías sociales excluidas de la riqueza por el actual régimen. 

Los tres con claro disgusto no digirieron “el ahorro” de más de quinientos mil millones de pesos, anunciado por AMLO, con base en el recorte de los extraordinarios salarios que actualmente en nuestro país perciben los funcionarios de alto nivel, ya no se diga los “cinco millones” mensuales que “sin trabajar” perciben los expresidentes, absolutamente injustificados.  Si reparamos en que todos ellos fueron los causantes de la “pobreza extrema” y de los males sociales que vive nuestro pueblo, es claramente justo, aunque a los candidatos de la “mafia del poder” les duela, que tal ahorro AMLO lo invierta en beneficio de los más agraviados y empobrecidos por el actual régimen; también con un dejo de escepticismo recibieron la noticia de la incorporación a su gabinete de dos personalidades científicas (premios nacional en ciencias), dedicadas a incrementar y enaltecer la cultura científica y tecnológica en México.  Sabedor de su ventaja (ya cruza los <<treinta puntos>> porcentuales), AMLO, durante el debate, se mantuvo sereno, autosuficiente y seguro. Y así pasaron los episodios del mismo, sin mayores contratiempos. No obstante, a los tres se les notó  ganas de devorarlo, pero éste los recibía siempre con respuestas leibnizianas, muy verosímiles, que desarticularon los “sofismas retóricos” con envoltura de preguntas, sobre todo, las preguntas frívolas, maniobreras y descontextuadas  de Anaya y Meade.  En general, fue una noche tranquila para AMLO, como, él dice, “ni siquiera le despeinaron un pelo”. Sin duda, por los resultados pos-debate,  en términos de preferencias y posicionamiento electoral, los treinta puntos de ventaja del candidato de MORENA, no sufrieron alteración. Todo quedó sin cambios significativos. A estas alturas del partido, convencer a alguien más, en un sentido o en otro, es como “llover sobre mojado”, la gente ya no está para eso, a los candidatos de tres a la vez sólo les queda el recurso harto frívolo del mundial. Pero “malas noticias”, el mundial como todo en la vida es un cuchillo de “doble filo”.     

 

En la noche aludida, se plantearon temas cruciales como: empleo, educación, ciencia y tecnología, salud, medio ambiente. Una vez más el formato, fue sumamente restrictivo, claramente cuestionable no sólo por el tiempo dedicado a estos importantes temas, entre 20 y 30 minutos, para cada uno, sino porque siguen quedando muy opacos los criterios de selección de preguntas. Se genera la impresión de que el INE no cuenta con tecnología, o no se sabe usar ésta para dar voz efectiva al púbico.  En general se percibe una especie de “horror” a que la gente realmente intervenga, o a que los candidatos abunden sobre los temas. Por supuesto con medida. La actitud de “tres a la vez” contra AMLO, en esencia no varió, continuaron utilizando “tropos lingüísticos”, si no llamaban al todo temático con el nombre de una de sus partes o viceversa, a lo que solo es “efecto”, imponían el nombre que más bien, en puridad lógica, conviene a la causa.  Tales construcciones por supuesto alimentadas por claras “peticiones de principio” o precipitadas “animosidades” que más bien rallaron en lo “psicológico”, y mucho menos ilustran una sana retórica. Hay que decir que el uso de “tropos” es permitido cuando no se abusa de ellos, no así cuando se hace de su uso, uno repetitivo” o una “profesión de fe”.  Tanto el leguleyo como el tecnócrata son “formalistas”, se fijan en “minucias”, y mientras maximizan éstas, minimizan lo verdaderamente importante. Así Anaya, maximiza la celebración de contratos por AMLO, pero minimiza, incluso, en plena “amnesia”, casi “locura” protagónica, ignora los más de 180 mil muertes de la guerra del narco, las decenas de miles de desaparecidos y las decenas de miles de familias desarraigadas de sus casas en el sexenio de Calderón,  los grandes “robos supermillonarios” de los hijos de “martita”, y muchas más “atroces” anomias de a cargo de los gobiernos panistas (mismas que condujeron a que el propio NOAM CHOMSKI diseñara la ya clásica afirmación de que “esa clase de gobiernos” ilustraran un “Estado fallido”), causadas todas con el “consentimiento” de Anaya (no hay evidencia de que se haya opuesto), y, lo que es peor, no sin  dedicatoria de “costo” moral o pecuniario en contra del Pueblo de México.  Así, Anaya para “minimizar” esos “graves” hechos de verdadera “traición” a los intereses nacionales, “maximiza” lo que comparativamente con las “fechorías” de Fox y Calderón, son nada, y mismos que, sin pruebas verosímiles, le imputa a AMLO     

Ahora veamos rápidamente algunos de los “tropos” cargados de animosidad de Anaya y Meade.

   1, Anaya le echó en cara a AMLO el beneficiar durante su administración como Jefe de Gobierno a José María Rioboó con contratos directos sin licitación por 170 millones de pesos. Luego le espetó: “¡contéstame sin payasadas ni chistes, sí o no”!, le gritó. Los oyentes nos quedamos perplejos, parecía enseñorearse la voz “altanera” y “cortante” del llamado “Jefe Diego” que por un instante se apoderaba del habla de Anaya. No obstante el frenesí y la “animosidad” de Anaya (que pretendía sustituir la valoración de una de sus “partes” por toda la administración de AMLO),  recibió  como respuesta algo por demás lógico de parte de AMLO, quien le reviró: “No tiene sentido lo que planteas”.  Anaya, visiblemente molesto, como vulgarmente se dice, saliéndose de plano por “la tangente”,  volvió a la carga e ingenuamente, como si estuviera “jugando a las canicas”, le inquirió: ¿si te lo demuestro renuncias a la candidatura? (¡Sic!)  AMLO, esta vez, sin inmutarse, sereno, le respondió genéricamente: ¡No soy corrupto!. Tal lenguaje por supuesto, por la estatura moral que ahí exhibió, no lo entendió el discípulo de “Diego”. Pero, no se quedó con las ganas y, de nuevo, volvió a insistir: “¿si te lo demuestro renuncias a la candidatura?”.  Semejante exabrupto, solo fue contestado, con otra nueva sonrisa de AMLO, quien así rechazaba la imputación de su “ingenuo” oponente.  A éste se le olvidó que las “chicanas” en los juzgados, sólo prenden una vez, la siguiente, el contrario, ya, sobre aviso, no cae, y así fue.  AMLO, ante el evidente berrinche de Anaya, no cayó.  Finalmente, en medio de su impotencia, Anaya sacó una ficha de internet, donde según él se localizarían  las “pruebas” de sus imputaciones a AMLO. Todos sabemos que en la “nube”, no solo es factible encontrar pistas de algo, sino también de lo contrario, es como una tierra de nadie. Así la ingenuidad de Anaya, en esta materia, lejos de ayudarlo hundía sus “nuevos ardides”, lo peor para él seguramente son las reprimendas que le esperan de parte de su mentor “Diego”, por ser tan ineficaz, y no cumplir sus “encargos”.

2. Por su parte, Meade sostuvo que al frente de la SEDESOL, logró sacar de la pobreza a 2 millones de personas. Pero no dijo que esos dos millones, más, no menos de 20, fueron sumidos en la miseria por las políticas fallidas del llamado “PRIAN”, también fiel a su principio favorito de “amnesia extrema” olvidó que fueron las políticas “pseudo-sociales” de estos dos partidos, las responsables de la exclusión y la marginación despiadada que azota en nuestro país a millones de mexicanos, haciéndoles del todo vulnerables.  Luego en “completo extravío” de la verdad aseguró que durante la administración de AMLO, se generaron más de 370 mil nuevos pobres, e ilustró esa cantidad con cuatro estadios aztecas llenos.  Dos millones son 20 estadios, claro se le olvidó (¡Sic!) cuántos estadios llenarían las “decenas” de millones de pobres generados por el PRI y PAN conjuntamente.  Toda la ciudad de México sería insuficiente.  Todo esto, la “amnesia” de Meade, “campechanamente” lo ignoró, ¡claro!, sus alcances tecnocráticos no le permitieron hacer este fácil cálculo. Tampoco su “formación tecnócrata” les permitió a Meade distinguir lo que para AMLO es muy fácil. Meade al igual que Anaya confunden <<política social>> con “programas asistenciales” de la SEDESOL. Semejante “reduccionismo” que impide ver la <<plenitud>> de la complejidad de la <<política social>>, hace “creer” a Meade, que sacó de la pobreza a dos millones de gente, cuando en realidad lo que hizo fue maquillar con “regalos” y “empleos temporales”, “sin prestaciones” ni “estabilidad laboral”, y además con salarios “pingues” a los “supuestos” beneficiarios.  Como si estos merecieran sólo “migajas” “Meadianas” o “Sedesolianas” como empleos o salarios dignos (¡sic!).

 Por supuesto no habló de los “gasolinazos”, de los “impuestos injustos” de aplicación universal como el  IVA, el ISR (dice que los mexicanos casi no pagamos impuestos, pero cada vez que compramos hasta “unos chicles” en las tiendas no nos los descuentan, siempre estamos pagando impuestos, mientras los tecnócratas siempre están pensando como desviarlos a sus bolsillos), no habló del descuido irresponsable al agromexicano, del desmantelamiento absurdo de la planta productiva nacional, de la falta de apoyo a los micro y medianos empresarios generadores de por lo menos el 70 % de los empleos en nuestro país, de la exención de impuestos en favor de los muy ricos empresarios en desmedro de los mexicanos, del sobreendeudamiento billonario del gobierno de  Peña Nieto, de los criterios fallidos sobre seguridad, incluso denunciados por la COPARMEX, del maltrato a migrantes, de la corrupción actual en el CONACYT y SNI, de los negocios fabulosos de las farmacéuticas internacionales en nuestro país, que cuentan con permiso para generar enfermedades pandémicas y así imponiendo medicinas al por mayor obtener grandes ganancias a costa de la salud de los mexicanos; no habló del desmantelamiento, desde hace muchos años por las “fallidas” políticas educativas de los gobiernos del Prian, de todos los niveles de la estructura escolar de nuestro país; de la mal “reforma educativa”, que carece de un proyecto sobre la formación de la identidad nacional tal y como la soñaron hombres de la talla de Vasconcelos, Alfonzo Reyes, Samuel Ramos, Octavio Paz, Juan Rulfo, Carlos Monsivais, etc., en su lugar promueve, tal “reforma” la “desnacionalización” del mexicano, y lo que es peor asume al pueblo mexicano como un pueblo “ignorante” de su propia historia, como un pueblo “desmemoriado” (¡super sic!).  Promueve el inglés y la computadora, no como herramientas, y sí como principios, como peticiones de principio del FMI, del BM; ignora la política de <<equidad de género>> o sólo la  asume de palabra, de modo “retorico”; se olvidó de los feminicidios a lo largo y ancho del país, de sus cifras mayúsculas y del todo alarmantes; las muertes violentas de los transexuales y homosexuales en nuestro país. Por supuesto, ya sepultó el “caso icónico” de la violencia en México, el de los desaparecidos de Ayotzinapa.  Las decenas de “masacres” de grupos sociales en nuestro país, los desarraigados, etc., etc.

3. Los “tropos” del Bronco, qué decir, bueno que sirve de comparsa de Anaya y Meade.  Su caso empero no es tan atípico, pues más o menos, es parecido al que jugó Quadri (el del Panal), el que siendo un claro exabrupto de la política de coyuntura en nuestro país, tosca y supinamente insistía en que no “era político”.  Hoy la “independencia”, como candidato, asumida por el Bronco, es de ese corte.  Se resume en una especie de “fariseísmo” ignorante.  Pretende “tapar el sol con un dedo”.  Habría que ponerlos a estudiar un poco de ciencia política a ambos.

AMLO ¡Va! Ya se coló, lleva una delantera irreversible. Solo un disparate o una grosería mayúscula, afirmaría lo contrario. ¡Gloria eterna al pueblo mexicano!, por fin alguien está a punto de coronar su espera de tantos siglos, su esperanza indómita. De espalda al futuro, en cambio, como un “Angel Nuovo”, el de la visión de Benjamin, se propone elevarse de sus ruinas, de los escombros del “antiguo régimen”, y construir de nuevo el futuro, un <<nuevo régimen>> incluyente, democrático, igualitario, libre.  Ese futuro cuya “actualidad activa” no es otra que la del propio pueblo de México, ya es una poderosa e inconmensurable <<energía creadora>> capaz de superar cualquier obstáculo, y que desde hace un buen rato se ha empoderado, manifestándose en los <<más de treinta puntos>> de ventaja del candidato de la Coalición de <<Juntos haremos historia>>.  ¡AMLO VA!  O  MORENA YA, gobierno 18-24, o un voto popular: <<Seis de Seis>>, el 1o de julio, serán fiel reflejo de ello.         

Recuerda pueblo de México: no sólo hay que votar, hay que cuidar nuestro voto. Vigila cada momento y organiza desde hoy la contundente victoria que a ti y a ¡AMLO va! les espera ya en unos cuantos días. Más vale que la creamos desde ahora, pero organizados. Vigilantes, con una vista de águila extrema. Como dijo el Indio Fernández: “Sea pues”.

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