Cronobiología reconocida con el Premio Nobel

  • José Ramón Eguibar Cuenca
Fisiología y medicina, las disciplinas reconocidas en 2017. Los organismos vivos del día a la noche.

Este año la Academia de Ciencias Sueca decidió otorgar el Premio Nobel de Fisiología y Medicina a tres investigadores norteamericanos los Dres. Jeffrey Hall, Michael Rosbach y Michael Young por el descubrimiento del origen molecular de los ritmos circadianos, esto es, los cambios que tienen los organismos vivos entre el día y la noche.

Estos investigadores analizaron en particular los cambios de una proteína a la que denominaron Período en el cerebro de la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster). Un aspecto relevante es que esta proteína está involucrada en los ritmos de invertebrados y vertebrados, lo que implica que desde el inicio del proceso evolutivo los organismos debían adaptarse al movimiento de rotación de la Tierra y por lo tanto a las condiciones de luz y de oscuridad. El descubrimiento de que los cambios de una proteína modulan las actividades de los organismos entre el día y la noche, esto es, a un ritmo circadiano, muy cercanos a las 24 horas de traslación del planeta Tierra. Los ritmos biológicos también incluyen los cambios que suceden por arriba de las 24 horas llamados infradianos como los cambios en la emergencia del mar de varios crustáceos que suceden con la luna nueva o el ciclo menstrual en las mujeres, o bien ritmos anuales como los cambios de las hojas en varios árboles o las astas en los venados o los procesos de hibernación en osos, ardillas y otros mamíferos. También existen ritmos ultradianos que duran menos de 24 horas como el latido del corazón o la secreción de la mayoría de las hormonas que regulan el crecimiento o el sueño y vigilia entre otras variables. Estos hallazgos han promovido que ahora la administración de fármacos se haga en base al ciclo circadiano para obtener efectos óptimos en los resultados terapéuticos, esto ha dado origen a la cronofarmacología.

Este premio Nobel es un claro ejemplo de cómo existe un largo lapso de tiempo de periodo entre un nuevo descubrimiento y su aplicación. La vieja paradoja de ciencia básica respecto a la ciencia aplicada que en mi opinión no beneficia al desarrollo del conocimiento.

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José Ramón Eguibar Cuenca

Director General de Investigación de la Vicerrectoría de Investigación y estudios de Posgrado BUAP, médico de profesión y doctor en neurociencias. Es miembro del SNI y la Academia Nacional de Medicina