Aunque formalmente faltan dos semanas de campaña, en los hechos la elección de 2016 ha terminado. De los estados donde habrá votaciones el 5 de junio, en 12 se relevará al gobernador. En cada lugar los resultados tendrán un peso específico, pero ligados a la sucesión presidencial adelantada que arrancó en 2014. Hace un mes, las encuestas perfilaron un escenario que no ha mejorado para el PRI: más bien se ha complicado. En aquel momento, el diagnóstico del GCE generó pánico y desaliento en el PRI: iban camino a perder Puebla y Veracruz. Una vez más, se confirmaba lo que todos sabemos: por primera vez el adversario del PRI en la lucha por el poder no es otro partido, sino el Presidente de la República. En las elecciones intermedias de 2015 lo pudieron ‘ocultar’ y sacar adelante el compromiso. Ahora también lo intentaron, pero los datos indican que no tendrán éxito del todo…

De entonces a la fecha, los estudios dicen lo mismo: Peña Nieto en el sótano de la aprobación ciudadana y el repudio hacia los gobernantes locales emanados del PRI, son veneno puro para el Partido en el poder. Perder Puebla y Veracruz al mismo tiempo, quinto y tercero en importancia en el padrón nacional, sería el acabose rumbo a la sucesión presidencial de 2018. Aunque no tendrá elecciones este año, el reavivamiento de los cuestionamientos a la “verdad histórica” de Murillo Karam sobre el caso iguala y la violencia desestabilizadora en Acapulco, pusieron al gobierno de Peña Nieto en un verdadero aprieto…

La maniobra de don Máximo, gobernador de Puebla, para alcanzar la gubernatura de Tlaxcala vía PRD, estropeó los planes del PRI de refrendar esa posición. Pero “llovió sobre mojado”: se vino abajo la estrategia del PRI en Tamaulipas y podrían perder ahí…

Hace unos días, en un evento de Francisco García Cabeza de Vaca, grupos de priistas se sumaron a su campaña, incluyendo algunos que eran candidatos a alcaldías, así como sectores del PRD (también con candidatos), PT, MC y PANAL. Hasta hubo mantas del PRI apoyando al panista. Eran síntomas de la debacle de Baltazar Hinojosa. Beltrones tronó contra los candidatos y los expulsó del PRI, afirmando que un cártel se había apoderado de Tamaulipas, apoyando al aspirante de otro partido y que él prefería quedarse sin candidatos. Ricardo Anaya le exigió probar las acusaciones…                    

“La propuesta de Manlio Fabio…”

No hacía falta que alguien le explicara a Manlio Fabio que las campañas habían llegado a su final. Ya dieron lo que tenían que dar y resta esperar el término de ley. Esta es la hora de las negociaciones y el sonorense envió puntuales mensajes no a su par del PAN, sino al gobernador de Puebla. Se juega la nominación presidencial y de ese tamaño es la propuesta de negociación. Su punto de partida es: “No recuperé Sonora el años pasado para perder Veracruz ahora”. Sonora es su tierra natal; Veracruz, la del malogrado Fernando Gutiérrez Barrios, su ‘padre político’, y muy importante en el padrón. Beltrones no puede perder Veracruz porque sería el naufragio de sus aspiraciones presidenciales. Pero un posible acuerdo incluye respetar a don Máximo en sus fueros: quien, a su vez, no puede perder Puebla…

El siguiente mensaje hacia don Máximo fue lógico: “Que el PAN gane Aguascalientes, Durango, Puebla, Quintana Roo y Tamaulipas. Gana tú por fuera, vía PRD, Tlaxcala, mientras el PRI se queda con Chihuahua, Hidalgo, Oaxaca, Sinaloa, Veracruz y Zacatecas”. En el CEN del PAN, la Comisión de Elecciones formada por Anaya tiene en la mira a los cinco primeros, además de Veracruz y Chihuahua, dando por perdida Tlaxcala (PRD) y el PRI ganaría en Hidalgo, Oaxaca, Sinaloa y Zacatecas. En ese escenario, la negociación entre el sonorense y el queretano era inviable. Por eso los mensajes son hacia el poblano…

“La verdadera negociación…”

Toda negociación implica un lado oculto que por lo general es la parte culminante de lo que se propone. La visión de la Comisión panista numéricamente es: 7-1-4. Está en línea con la tendencia registrada por algunas encuestas, pero sería la derrota total para el PRI de Beltrones. Lo que propone el de Sonora es: 5-1-6. Considerando que la carta perredista en Tlaxcala está alineada con don Máximo, prácticamente sería un empate que visualmente daría margen a Manlio Fabio. Le serviría para adueñarse de casi toda la cara occidental de México y avanzar en la conquista de la expresión territorial del poder priista. No pone en duda que, con acuerdo o sin él, el PAN podría ganar en los estados mencionados. Lo que propone es no estorbar su reconocimiento. Por ejemplo, en Puebla la campaña de Blanca Alcalá no ha resultado tan impactante como se pensaba. El PRI intenta dividir el voto a través de algunas instancias perredistas, sin lograrlo y lo indican las encuestas. De hacer bien el operativo del ‘Día D’, Gali ganará…

Otra vez el mensaje de Beltrones fue claro: “De triunfar tú en Puebla, te fortalecerías ante Margarita. Ganando yo en Veracruz, Anaya quedaría descartado para 2018, siendo su única opción tratar de permanecer en el PAN”. Sea por negociación o porque Gali mantiene la ventaja en los sondeos, Alcalá no da señales de poder ganar. De ser así, el PRI poblano o lo que queda de él sería desmantelado de aquí al 2018…

El sonorense considera no hay motivo para colisionar con el poblano. Es la situación en Veracruz lo que le inquieta. El principal problema para el PRI es la desaprobación ciudadana hacia Peña Nieto y la mala imagen de algunos gobernadores. De todos modos lanzó una advertencia en buenos términos: “De no llegar a un acuerdo, algunos procesos podrían ser ‘reventados’, empezando por los que te interesan más”…

Le siguió otro mensaje: “De estar perdida la elección en Tlaxcala, podríamos movernos a favor de Adriana Dávila para hacer perder a Lorena Cuéllar”. El riesgo del ‘voto útil priista’ explica las maniobras de la gente de don Máximo para desgajar redes del PRI allá. Tal resultado conduciría a la formación de un eje geopolítico del panismo tradicional: Tlaxcala-Aguascalientes-Guanajuato a favor de Margarita Zavala o de Márquez, lo que agudizaría la trifulca al interior del PAN…

La propuesta de Beltrones favorecería los planes de don Máximo de una alianza de gobernadores panistas pragmáticos, pues el panismo tradicional tendría sólo Guanajuato y Aguascalientes. De todos modos, buscaría un acuerdo con ellos porque un aspirante presidencial nunca se da el lujo de pelearse con los gobernadores de su propio partido. Margarita, a su vez, está enfrascada en una gira nacional. No importa si el PAN podría ganar en tal o cual lado. Está formando una red para la elección interna de 2018 y contar con esos dos enclaves será vital. Sumar sobre la marcha a Tlaxcala, sería su ideal…                                            

“Rumbo a la sucesión presidencial…”

Lo que Manlio Fabio propone se inserta en sus intentos por encabezar al PRI en 2018.  Desde 2012, encuestas y resultados apuntan a que quienes ganen procesos electorales bordearán el 30%, siendo clave el voto duro. Abrieron espacios a Margarita Zavala para ‘ponchar’ a don Máximo y ahora no saben cómo neutralizarla…

Beltrones quiere una competencia entre dos. Plantea que él y don Máximo sean los triunfadores el 5 de junio, desplacen a sus competidores internos y dejen a López Obrador en segundo plano, bajo el entendido de que el escenario bipolar (Beltrones-don Máximo) sería antecedido por una feroz confrontación entre el poblano, Margarita y el tabasqueño. Liquidar las aspiraciones de López Obrador incluye fortalecer la cohesión perredista y dividir al voto anti-PRI permitiría a dicho Partido mantenerse en el poder con Beltrones a la cabeza…

La lectura de Manlio Fabio a las encuestas es interesante. Andrés Manuel López Obrador y MORENA crecen pero necesitan más para aspirar en 2018. En el PAN visualiza un doble peligro: Margarita podría desbordar el escenario del voto duro al ir en pos del voto ciudadano y don Máximo tendería a fracturar al PRI, a quien ya no le alcanza con su estructural para ganar. Esto es lo que desea resolver el sonorense…

Hasta entonces…

Comentarios: confinespoliticos@yahoo.com