Amigas y amigos, como siempre un placer el saludarle desde la majestuosa ciudad de Cracovia y ya con una temperatura bastante agradable, después de casi 6 meses de frío.

El día de hoy quiero compartirles nuevamente sobre nuestro paisano Daniel Torres, y aunque ya en la entrega pasada lo pudimos conocer, en esta ocasión quiero compartirles el haber sido testigo de su música, de sus interpretaciones y sobre todo de la cálida acogida del público polaco que se regodeó con el talento de este gran pianista guerrerense.

La cita fue en Cracovia el día domingo 17 de abril  a las 6 de la tarde en un conocido lugar del casco antiguo de Cracovia, adónde con anticipación la gente iba llegando para obtener los mejores lugares y así apreciar al máximo cada interpretación.

Daniel no estaba solo para tal evento, fue un concierto a 4 manos con otra talentosísima pianista mexicana de nombre María Luisa Ramos quien reside en la ciudad de Viena como parte de sus estudios.

Ya podrán imaginarse la expectación causada, el repertorio incluía a Chopin, Schubert y Mozart. En lo personal estaba esperando el momento en que interpretaran Fantasía en Fa menor, pues es en mi muy particular gusto, la pieza que más me gusta.

El concierto comenzó tal y como se tenía previsto y con un lleno total, inmediatamente la interpretación de nuestros paisanos levantó multitud de emociones que podían ser apreciadas con facilidad en los rostros de las personas, sintiendo cada nota, cada sonido destilado a través del piano.

Y así transcurría el concierto, hasta que llegó el momento de FANTASÍA, fue inevitable no estremecerme ante las primeras notas y sonidos de tan magistral pieza, las cuatro manos en perfecta armonía interpretativa, alegría, nostalgia, infinidad de memorias por mi cabeza, momentos que quizá ni siquiera he vivido y sin embargo esta melodía me hacía recordar.

Que dicha tan grande la del caballero seducido a través del oído, y así como yo, todos disfrutaban, y el concierto continuaba, hasta que sin siquiera darme cuenta, llegó a su fin, de esas veces que quieres explayarte al más puro estilo mexicano y pedir OTRA, OTRA, OTRA, sin embargo me contuve a guardar las formas que la ocasión ameritaba.

Aplausos, muchos aplausos para nuestro talentosos paisanos, que con humildad agradecían tal reconocimiento y con fluidez nuestro amigo Daniel lo hacía también en el idioma polaco, gesto que gustó de sobremanera al público asistente.

Y con esta presentación, finalizaba la gira que Daniel y María Luisa ofrecieron por diversas ciudades de Polonia y con un escenario como el de la bellísima Cracovia, no pudo haber tenido mejor final.

Daniel, un pianista muy joven, pero con una carrera promisoria por delante, sabe que estos momentos son los que cimientan la trayectoria del artista, los pequeños escenarios que ven nacer a las grandes estrellas, y que cuando esté en la cima, seguramente le harán recordar también con nostalgia, la magia que habrá envuelto ese camino que él persigue.

No hay duda de que la música y la interpretación de la misma, son extensiones del alma, son la manera en la que se expresa una parte de la grandeza del ser humano, intangible y a la vez tan nítida, las notas no hablan, pero acarician lo más profundo de nuestros sentidos, se oyen y no se ven, pero enamoran, sí, así y mucho más es la música.

Felicidades Daniel y también para María Luisa, fue un placer asistir a su concierto y poder compartir un poco de lo mucho que nos hizo sentir como público y es un orgullo compartir la sangre de un pueblo que es más grande que cualquiera de nuestros tantos problemas sociales, mexicanos con orgullo, de México para el mundo, esta vez fue Polonia, pero seguro que pronto llegarán a muchos más rincones de nuestro planeta.

Amigos y amigas, es así como llegamos al final de un relato más sobre lo que nuestros connacionales hacen de este lado del mundo, sobresaliendo, exacerbando nuestros mejores valores. Que tengan un bellísimo fin de semana y como siempre.

Nos vemos cuando nos leamos…