La fortaleza del general se sostiene en la tropa cuando la batalla es crucial, sin embargo pareciera que la política ha permeado totalmente a las instituciones armadas del país, ello se evidencia cuando los altos mandos del Ejército y Marina ya no apaciguan descontento y múltiples deserciones de sus elementos, muchos de los cuales optan por enrolarse en la filas del crimen organizado.

Las lujosas y despóticas formas de vida que asumen los políticos mexicanos hoy son comparables ciertamente con las de los altos mandos del Ejército y Armada de México. Así como vemos a un gobernador como el doctor Rafael Moreno Valle pone en la calle a más de mil trabajadores de los poderes de gobierno sin reconocer la labor de esa tropa burocrática que por años sirvió a los intereses del estado, que dejaron su juventud en las distintas oficinas de gobierno y hoy carecen de una elemental asistencia social, que claman justicia y juran cobrar factura con su voto en futuros procesos electorales, de la misma forma se escucha descontento dentro y fuera del Ejército mexicano que hoy en diferentes puntos del país combate a quienes otrora portaron uniformes institucionales. Mi confidencial fuente de mando medio en la marina me refiere como circula en redes sociales de la tropa del Ejército un meme en el que la conocida rana expresa: “aveces quisiera desertar del ejército, pero luego me acuerdo que debo a banejercito y se me olvida”. Desde luego que la factura reclamada por ex miembros de la milicia ha sido costosa no solo para las instituciones, sino por demás para toda una nación, pues sujetos como Heriberto Lazcano Lazcano, exjefe del denominado grupo de los “Z”, se enroló en la filas del ejército el 5 de junio de 1991 y desertó de éste el 27 de marzo de 1998, Arturo Guzmán Decena Z1, fundador de dicha agrupación causó alta en el ejército el 12 de mayo de 1992 y desertó el 27 de septiembre de 1997, Manuel Alejandro Aponte Gómez conocido como el “bravo”, fue egresado en la generación 1993-1996, del Heroico Colegio Militar se trató del ejecutor de Rodolfo Carrillo Fuentes, Miguel Ángel Félix Gallardo, fundador del primer cartel en Guadalajara, ex escolta del gobernador Leopoldo Sánchez Celis, fue miembro destacado de la extinta Policía Judicial Federal, Rogelio López Villa Faña, capacitado por las fuerzas armadas de México en los Estados Unidos, se entrenó además en seis módulos de fuerzas especiales, se capacitó como Kaibil en Guatemala, después de 20 años de servicio en el ejército se retiró en el 2007 y se le atribuye la planeación del atentado contra el ex procurador José Luis Santiago Vasconcelos. La lista podría prolongarse demasiado pero es básico establecer que las bajas anuales en el ejército mexicano suman miles y aun cuando se trata de información que se resguarda como confidencial los once Generales del Ejercito Mexicano que representan la cúpula de poder deben prestar especial atención a un hecho que afecta considerablemente al país y que muchos le atribuyen específicamente a que los referidos altos mandos han olvidado que la lealtad no se adquiere con discursos de reconocimiento, con espectaculares eventos, sino con reconocimientos tangibles en el bolsillo y economía de la tropa. Los exámenes para obtener grado en el las Instituciones armadas del país son ya cuestión de política e intereses de unos cuantos, ello de acuerdo con las manifestaciones de sus miembros quienes destacan que la represión es grave para el que muestra descontento y aun cuan cuando prevalecen cánones de disciplina y sigilo la convivencia de altos mandos jerárquicos con la clase política putrefacta del país ha permeado en las instituciones armadas, resultando común que los comandantes de zona se emborrachen con los alagos y buenos tratos que reciben de los feudales en cada estado situación está que vulnera el código de ética que los rige y que por supuesto se traduce también en actos deshonestos.

                                                            Jurídico_rangel@hotmail.com