Sin Atajos...

  • Pablo Rangel Sarrelangue
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En días pasados la periodista Claudia Guerrero Martínez, escribió en conocido diario Veracruzano, su columna “Entre lo utópico y lo verdadero”, la cual dedico a la familia Préstamo Rivera, en específico a los padres del hoy occiso Sebastián Préstamo Rivera, joven poblano que cursaba la preparatoria en el tecnológico de Monterrey, campus Puebla. En sus líneas la referida columnista expresa: “La intención de ventilar esta información “clasificada” es con la finalidad de alertar a los padres de Sebastián Préstamo, para que presionen a las autoridades de Puebla y a su vez las autoridades poblanas exijan a sus homólogos de Veracruz, para que brinden toda la información sobre la investigación de menores de edad que integran una banda de secuestradores en Xalapa quienes han perpetrado otros secuestros”; en la columna de mérito se lee como además según dicha periodista, de manera calculada y previa concertación un grupo de jóvenes liderados por Edson Aldair Hernández, ex integrante del club deportivo los delfines de Xalapa, se involucró y relaciono poco a poco con hijos de personajes influyentes de aquel estado e íntegro a su primo Rafael Barradas Hernández, hijo de un ex policía que actualmente es servidor público del Poder Judicial en Veracruz, a una banda de jóvenes secuestradores.

Refiere la periodista que esta banda la conformaron Rafael Barradas Hernández, Ray Sebastián Gómez Garrido, Gerardo Gerasano, Moisés Pardo Pinos, Oliver Contreras Mendoza, Christofer Reyes, este último propietario de dos inmuebles, uno de ellos utilizado como casa de seguridad en el exclusivo fraccionamiento denominado Monte Magno en la ciudad de Xalapa, cita Claudia Guerrero Martínez, que el grupo de secuestradores se autodenominaba “dillers”, que es un término coloquial para señalar a los traficantes minoristas o revendedores de droga entre los jóvenes y que uno de los  secuestros realizado por esta banda tuvo verificativo el veintiuno de enero del presente año a las siete de la mañana en la capital de Veracruz y que en aquella ocasión uno de los integrantes del grupo delictivo de nombre Moisés Pardo Pinos fue detenido en flagrancia delictiva, revelando a sus aprehensores los datos que ella hace públicos y que precisamente le fueron proporcionados por su fuente, agregando que la omisión de las autoridades policiacas por dar continuidad a esta investigación deparo en la continuidad de secuestros ya que el detenido proporciono datos específicos y concretos de sus actividades delictivas pero que ante la autoridad judicial Moisés Pardo Pinos cambio sus primitivas declaraciones y que el resto de los integrantes de la banda delictiva gozo de privilegios en la investigación, ello ante el apoyo de Luis Ángel Bravo Contreras, fiscal general en el estado de Veracruz, esto es, la grave omisión u acción de referencia trajo la nefasta consecuencia del secuestro y asesinato del joven Sebastián Préstamo Rivera, quien como es sabido, apareciera sin vida en el paraje conocido como “curva Z”, del municipio de Yecuautla Veracruz.

Los Agentes Ministeriales que refiere la periodista le proporcionaron los datos, también le indicaron que fue el padre de Rafael Barradas Hernández, quien entrego físicamente a su hijo a las autoridades policiacas de Puebla, es decir, que no existió una investigación para la captura del mencionado y que incluso se suscitó una gresca con los Agentes Ministeriales de Veracruz, quienes peleaban la aprehensión de Rafael Barradas. Se trata inteligentes lectores de uno entre miles de secuestros que acontecen en el país, donde la nota principal es el desacierto de nuestras autoridades, la incapacidad en la integración de indagatorias, la falta de una policía verdaderamente especializada no solo en secuestros o en delitos de alto impacto, sino además en la imperante necesidad de una  investigación científica en todos los  delitos, pues al no   acontecer así  con los órganos policiacos,  quienes llegaren a  sufrir un agravio de tal magnitud con la futura puesta en marcha del nuevo procedimiento penal adversarial las consecuencias serán nefastas.

En mis anteriores entregas he puesto especial énfasis en la responsabilidad que le asiste al Poder Judicial de la Federación que en este diario acontecer no representa a otro si no al padre que mal educa a sus hijos a lo largo y ancho del territorio nacional, pues el fondo de todo esto lo constituye la cascada de concesiones de amparo que por falta de fundamentación y motivación concede contra los actos de autoridad, amparos estos que empobrecen el ya deteriorado intelecto de jueces y ministerios públicos en los estados del país ya que no basta decir a estas autoridades que funden y motiven sus actos, si no por demás que en sus fallos los tribunales federales deben expresar a los aprendices de la equidad y justicia lo que representa la impunidad por un lado y por otro la verdadera violación de garantías individuales en inculpados y agraviados, ya que  no es el inculpado ciudadano de primera y el agraviado ciudadano de segunda o viceversa.

Dicho en otras palabras si bien en nuestro país el legislador construye con un corto criterio la norma, toca al juzgador la sabia y docta interpretación de esta, teniendo como principal fuente interpretativa a la jurisprudencia que emiten los tribunales de la federación, la que a lo largo de once épocas se ha venido empobreciendo con criterios aberrantes que fomentan la pereza y monotonía en el juzgador, en tanto que en el órgano investigador permiten la vieja práctica de tortura vejaciones y malos tratos como una forma de obtener confesiones viciadas. Concluyo, de la misma forma que estas aristas de la justicia mexicana empobrecen la actuación de un juzgador y el ministerio público, de esta misma forma se empobrece la ciega señora con la prevalencia de jueces de consigna manipulados en muchos estados por el señor feudal que dispone detenciones arbitrarias previamente concertadas, vicios todos que como he dicho se convalidad día a día por los tribunales de la federación con la concesión de amparos burlescos que instigan a la prostitución de la justicia.

El Crimen perpetrado al joven Sebastián Préstamo Rivera, no requiere tan solo de una condena ejemplar, sino además la captura de todos los partícipes en el evento por vía de una investigación científica alejada de todo vicio que redunde en más de lo mismo a una sociedad ávida de justicia que también reclama una reforma a la legislación para  menores que alcance como responsables  solidarios a los progenitores.

Jurídico_rangel@hotmail.com

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Pablo Rangel Sarrelangue

Abogado por la Benemerita Universidad Autonoma de Puebla, Maestro en Derecho Penal por la Universidad Autonoma de Tlaxcala, Ex-Secretario de Juzgado de  Distrito de Tribunal Colegiado y Tribunal Unitario en el Poder Judicial de la Federacion