Prensa snob, ligerita, muy superficial y dirigida a segmentos muy específicos, que buscan el posicionamiento con la percepción de esa imagen que raya en lo irreal, es la tendencia que el poder, la farándula y la socialité buscan fusionar como una forma de proyectar, lo que no han podido lograr en esos otros segmentos, dónde las críticas y cuestionamientos son crudos y reales para su desempeño como figuras públicas.

Y es que de pronto en México pareciera que la política y el marketing rosa presentan una fusión donde los resultados no son tan favorables para los propios protagonistas.

La reciente publicación de la revista Marie Claire, donde Angélica Rivera, pareja del Presidente Enrique Peña luce como modelo neoyorkina, evidencia esas otras estrategias de posicionamiento que sólo permean en un reducido círculo social y que son tan volátiles como la duración de la citada edición.

El periodismo “rosa” se finca en la creación de esas imágenes con las que se aspira a generar algún tipo de emoción principalmente de aceptación y posteriormente de identidad con el propio receptor.

Sin embargo, dados los tiempos que corren en México, habrá que analizar la rentabilidad que este tipo de exhibicionismo tiene para sus propios protagonistas. Fueron muchas las críticas lanzadas a la esposa del Presidente Enrique Peña, luego de aparecer en una sesión fotos propia de la Revista Vogue.

Y es que a los estrategas se les olvida un “detallito”, el país pasa por un momento de algidez y crítica para quienes encabezan el poder en el país. Los recientes escándalos, ante la falta de transparencia para aprobar la nueva ley de comunicaciones, la detención de un líder social en Michoacán, la crisis de migrantes obliga a voltear la mirada hacia escenarios realmente crudos.

Por lo anterior, resulta burdo mirar un set de fotos en la revista Marie Claire  y platearse unas preguntas bastante sencillitas.

¿Cuántas mexicanas se sienten realmente identificadas con Angélica Rivera? Será que las mujeres indígenas de este país puedan encontrar un rasgo de comunicación con la actual esposa del Presidente?.

Sin duda, hay estrategias que se matan por sí solas, y ésta fue una de ellas.

México aún está en un latente crecimiento en cuando al llamado marketing rosa, donde al más puro de estilo de Las Vegas……”todo lo que vez es de a mentiritas”.

Y es que da para una profunda reflexión exponer esa otra realidad que oculta el marketing rosa. Donde el propósito es mostrar todo lo bonito de una pareja, familia, acto benéfico, casamiento, pasarelas etc.

Los rostros que vemos en las revistas llamadas del “corazón” en México, son siempre los mismos. Todos sonrientes, bonitos, impecables.

Detrás del flash y video están las otras historias, las reales……mujeres golpeadas pero que pactaron con el poder, adicciones, ladrones de cuello blanco, divorcios millonarios, delincuencia y todo tipo de realidades que están  muy lejos de reflejar la escenografía de vida, propia del llamado “marketing rosa”.

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