El fútbol uniendo fronteras

  • Alejandro Armenta Mier
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Desde épocas prehispánicas se desarrollaba en México un juego de pelota muy parecido a lo que en la actualidad conocemos como fútbol. El juego de pelota se introdujo por los toltecas entre los siglos XI y XII como un deporte con connotaciones rituales, jugado desde 1400 a.C en honor a Huitzilopochtli, Dios de la guerra y del sol; solamente el emperador y los sacerdotes tenían derechos a presenciar el partido de pelota, incluso los jugadores tenían un grado de sacerdotes.

Los campos de juego eran espacios públicos utilizados para una variedad de eventos culturales de la élite y para actividades rituales incluyendo festivales, actuaciones musicales y por supuesto el juego de pelota.

Se han identificado  en Mesoamérica más de  mil 300 campos de juego de pelota,  siendo el más grande -con 96.5 metros de largo por 30 metros de ancho-  el de Chichén Itzá.; mientras que el campo de pelota de la lanza de Ceremonias en Tikal sólo tiene 16 metros por 5 metros.

Aunque tenía variantes entre las civilizaciones consistía básicamente en una gran estructura de piedra cercada por paredes con cuatro esquinas cubiertas de una capa de yeso y pintadas con colores brillantes y encaladas por anillos, con una línea en el medio de manera horizontal. Un equipo se colocaba en cada lado, servía la pelota con la mano y utilizaba la cadera, los antebrazos, las rodillas, las piernas y los glúteos para golpear la pelota.

Los jugadores usaban protectores en las partes que tenían contacto y la pelota era de goma elástica, es decir, de hule crudo extraído de varias especies vegetales con el fin de que fuera muy pesada y pudiera ser rebotada de un jugador a otro, quienes trataban de hacerla pasar por los arillos de piedra situados a ambos lados de la cancha.

Los vencedores  eran premiados con preseas y joyas y el capitán del partido derrotado era sacrificado, siendo esto un gran honor, ya que el juego de pelota era considerado un entretenimiento para los dioses del cielo y del infierno.

Se cree que el juego tenía una serie de simbolismos donde el juego representaba la guerra, una lucha entre el día y la noche y/o una batalla entre la vida y el inframundo; la pelota que rebota representaba al sol. También existen especulaciones de que las metas de piedra representaban el amanecer y la puesta del sol o los equinoccios.

A la llegada de los españoles el juego de pelota fue prohibido por sus antecedentes religiosos. Por lo que con el  paso de los años desapareció su práctica hasta que alrededor del año 1900 llega el futbol moderno a nuestro país.

En esos años el Gral. Porfirio Diaz, entonces Presidente de la República, otorgó concesiones mineras a los ingleses quienes se establecieron en Real del Monte, Pachuca y fundaron el Pachuca Atletic Club –considerado el primer equipo organizado en suelo mexicano- y el cual solo era practicado por clases pudientes y adineradas. Con el tiempo surgieron otros clubes como reforma Atletic Club, el British Club, entre otros.

A partir de la Revolución, el deporte fue tomando fuerza entre las clases más desfavorecidas, indígenas y campesinos. Por lo que entre los años 30 y 40 del siglo pasado, el fútbol estaba impregnado entre las costumbres locales donde surgieron una serie de clubes nativos en las zonas suburbanas.

A través de los años fue consolidándose la identidad nacional del futbol, siendo hoy en día, un deporte que genera pasiones y mueve a millones de mexicanos.

De acuerdo a consulta Mitofsky (2014) los dos deportes más populares en México, el fútbol y el box crecen en afición de enero de 2013 a enero de 2014, ambos deportes obtienen su mayor proporción de seguidores en 8 años.

La Liga Mexicana de Fútbol es el sistema de Competencia de fútbol en México. Es organizado por la Federación Mexicana de Futbol Asociación . Los torneos consisten en cinco niveles profesionales. El primer nivel –Primera División/Liga MX- está conformado por 18 equipos; el segundo nivel –Liga de Ascenso/ Ascenso MX- integrada por 14 equipos; el tercer nivel –Segunda División/Liga Premier de Ascenso- conformada por 31 equipos; el cuarto nivel –Segunda División/Liga de Nuevos talentos- está integrada por 29 equipos; y el quinto nivel –Tercera División- tiene 216 equipos conformados en 14 grupos.

Siendo la selección mexicana de fútbol -como se le llama localmente-  el equipo representativo del país en las competiciones oficiales desde 1920. Su organización está a cargo de la Federación Mexicana de Fútbol, la cual está afiliada a la FIFA desde 1929 y es asociación fundadora de la CONCACAF, creada en1961. Además existen otros equipos que son seleccionados mexicanos de fútbol, entre los que destacan la Femenil, la Sub-20, la Sub-17, la Olímpica y de Playa.

La selección mexicana disputó su primer encuentro en 1923  y ha participado en la Copa Mundial de Fútbol en 14 ocasiones. Sus mayores logros a nivel internacional han sido, el título de la Copa FIFA Confederaciones 1999, torneo en el que fue anfitrión y los subcampeonatos de la Copa América de 1993 y 2001; torneo en el que participa en calidad de invitado, precisamente desde la edición de 1993. Este año participara en la XX edición de la Copa Mundial de Fútbol que se celebrará en Brasil, en la que participarán 32 países. 

De acuerdo  a Consulta Mitofsky, uno de cada 5 el grupo de mexicanos que afirman que seguirán con “mucho” interés el mundial, pero entre enero y mayo aumenta de 35% a 43% el grupo que le interesa “poco” o “nada”; los datos en 2014 son mejores a los que se observaron en 2010 cuando 49% mostraba ese bajo interés previo al mundial de Sudáfrica.

Uno de cada 20 mexicanos considera que México llegará a la final, pero poco más de 1 de cada 5  dice que se quedará en la fase de grupos, de los cuales, 30% piensa que el ganador mundialista será Brasil.

Si bien la pasión por el fútbol nos une, este deporte es una forma más de demostrar el valor, los principios, el nacionalismo, la voluntad y la fuerza que los mexicanos poseemos.

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Alejandro Armenta Mier

Maestro en Administración Pública, presidente del Senado de la República y presidente de la Comisión de Hacienda. Más de 34 años de su vida dedicado al servicio público. Mis principios: ser útil, agradecido y acomedido.