El texto libre y la Renovación Pedagógica

 

Nosotros somos educadores que en nuestra misma clase intentamos poner en práctica las ideas y sueños de los teóricos, debiendo asegurar la permanencia de nuestras funciones a la vez que nos aplicamos a hacerlas más eficientes”. FREINET, Celestin, Modernizar la escuela, Biblioteca de la Escuela Moderna, LAIA, Barcelona, 1981.

 

 Recorrer el país por corretera es sin duda una aventura apasionante.

Ver los distintos paisajes, las ciudades y sus centros históricos; acompañar a mis estudiantes en el recorrido de la “Ruta de la Independencia” y conocer una buena parte del Bajío y sus páginas de historia; de lo que aún queda en la memoria de los hombres y mujeres de este siglo XXI que vivimos los mexicanos.

En el verano del año pasado acompañé a mis hermanos y sobrinos en un largo recorrido por el estado de Oaxaca. Visitamos el santuario de la virgen en la población de Juquila y en el recorrido por pueblos y rancherías quedaba al descubierto el abandono de los maestros de sus escuelas mientras permanecían en un plantón en el zócalo de la ciudad de México.

Más de trece mil escuelas de educación básica y media superior permanecían cerradas dejando fuera de las aulas a más de 1 millón ciento seis mil estudiantes.

Los pórticos de las escuelas reflejaban abandono de años. En las ciudades las escuelas están graffiteadas y los vidrios de las ventanas están rotos; las fuertes lluvias y el tiempo dejan al descubierto los muros sin pintar y la humedad hace su trabajo en la pátina de las fachadas escolares.

En decenas de escuelas rurales el abandono es de tal magnitud que las aulas parecen haber sobrevivido a un ataque de guerra. Las ventanas rotas y las puertas colgando de manera casi milagrosa; ¿En cuántas escuelas existe un jardín o un huerto escolar?

El silencio de las aulas y los pupitres destruidos completan el escenario de las escuelas del estado de Oaxaca mientras se reconoce que en la entidad existen aún 16 por ciento de analfabetas ¿Cuántos analfabetas funcionales habrá en un estado donde no existen librerías y las bibliotecas públicas permanecen cerradas?

¿Por qué la escuela pública se ha empobrecido al grado que no reaccionan sus maestros? ¿Dónde queda el discurso de los líderes sindicales que dicen defender la Escuela Pública? ¿Dónde están las nuevas generaciones de Licenciados en Educación que egresan de las Escuelas Normales?

 ¿En dónde quedan los nuevos y profusos grados académicos de maestría y doctorado? ¿Cuál es la contribución de las compañeras de la Escuela Normal Rural “Vanguardia” de Tamazulapan en la construcción de las alternativas del trabajo docente en un estado tan rico en tradiciones culturales y étnicas?

El jueves pasado estuve con un pequeño grupo de profesores convocados por el Movimiento de Transformación Social en la ciudad de México. Se trataron asuntos relacionados con la democratización del SNTE y con las alternativas a la educación desde el ámbito de la práctica educativa y pedagógica de los maestros. Se mencionó a Paulo Freire el educador brasileño del siglo XX y creo que alguien mencionó a Celestín Freinet el fundador de la Escuela Moderna Francesa.

Creo haber dicho en la reunión que en un estado como el de Oaxaca en donde existe una organización viva de los maestros y con capacidad para movilizar a miles de trabajadores de la educación en un movimiento gremial por la defensa de los derechos laborales y profesionales del magisterio, ¿Qué no podrán hacer por un movimiento de renovación pedagógica en aquella entidad?

Me imaginé en un momento de sueño fugaz a miles de profesores movilizados en la reparación de las aulas de sus escuelas; en la remoción del escombro de pasillos y patios; de la limpieza de los espacios de recreo de los niños y niñas de la maleza que se reproduce en tiempo de lluvias.

Recorrí mi pasado inmediato y me imaginé a mis compañeros de Oaxaca menos dogmáticos en la repetición de los “catecismos de izquierda” y por momentos recorrí nuevamente esas escuelas abandonadas para encontrarme con escuelas limpias, las piedras en los terrenos pedregosos de las escuelas acomodados en perfecto orden en los tecorrales; por segundos me pareció ver a los maestros cultivando parcelas en los terrenos abandonados de la parcela escolar o de lo que en otro tiempo fue la parcela escolar; también me imaginé los huertos de pitayas como cerca de los patios escolares o cultivando las pitahayas y las orquídeas en los mezquites.

Esta es la imaginación de lo que se puede hacer en una escuela inspirada en una ética de trabajo y responsabilidad. Me pareció ver a mis compañeros construir corrales con gallinas y el cuidado de otros animales domésticos y a mis oídos llegó la música de las bandas de los niños mixes.

A mi memoria llegaron los dibujos de los libros de texto de La Escuela Rural Mexicana y los murales de Don Diego Rivera en los patios de la Secretaria de Educación Pública donde aparecen las maestras enseñando a leer y a escribir bajo un árbol a niños y adultos en una escuela común.

Quise ver en esos pupitres destruidos escribir con inteligencia Textos Libres de los niños de todas las etnias de Oaxaca en la recuperación de su memoria colectiva, recuperando los dichos de los abuelos, las recetas de cocina; pero sobre todo, a partir del Texto Libre de la Escuela Moderna de Celestín Freinet, - adaptándolo- no a la imprenta como en el siglo pasado sino en tantas páginas Web como sea posible. ¿Cómo conectar la Escuela Oaxaqueña con el mundo global? ¿Se imagina usted un intercambio de los niños de Oaxaca con los de Europa o de América del Sur?

¿Alguien quiere iniciar la aventura de reencontrar a los niños de Oaxaca con los niños migrantes de Tijuana,  Nueva York, Estados Unidos o los que se fueron a trabajar en los pozos petroleros del Medio Oriente? ¿Cuántos Blogs se pueden construir desde las escuelas o desde las zonas escolares en un ambiente de cooperación docente?

¿Se han puesto a imaginar, a soñar el día que esto sea posible? El día que los maestros de Oaxaca o de cualquier otra parte del país recuperen la palabra y la iniciativa de lo que se debe hacer en el aula; ese día ninguna campaña contra los educadores prosperará y los odios de los enemigos de la Escuela Pública se estrellarán en sus muros que podrán resistir cualquier embate y sus enemigos, tendrán que retirarse con la cola entre las piernas y los maestros estarán recobrando su condición de ciudadanos libres; con voz propia y con la iniciativa suficiente para eclipsar las pretensiones de burócratas de recambio sexenal y de políticos encumbrados por los intereses empresariales sin compromiso social con la nación.

¿Cuántos maestros inmovilizados y silenciados por el miedo estarían dispuestos a iniciar esta aventura? Construir un Movimiento de Renovación Pedagógica desde la escuela, desde las aulas, en cooperación con sus pares ¿Cuántos y cuando empezar?

¿Es posible convocar al magisterio e iniciar un movimiento nacional para discutir la utilidad de las Técnicas de trabajo del pedagogo francés Celestín Freinet? Me parece que en México tenemos experiencia con el trabajo de las Técnicas de Freinet. Patricio Redondo, un maestro republicano español exiliado en nuestro país, funda en noviembre de 1940 La Escuela Experimental Freinet en San Andrés Tuxtla Veracruz y en México hay pequeños grupos seguidores de este movimiento que podrían contribuir a un trabajo de esta magnitud. (04-06-2014)

   hernandez_luis21@yahoo.com.mx

Blog.

http://jubiladosypensionadosdemocraticos.blogspot.mx/2010/12/el-peso-de-la-servidumbre-1_1405.html

 

 

Opinion para Interiores: