Don Máximo entabló un juego de suma cero, con todos los riesgos que implicaba y ganó. Todo el mérito es suyo y de los gobernadores que encabeza. Siendo obvio que Madero ya no podía ganar, lo mandó a la “banca” y asumió la campaña como si él fuese el candidato. Cordero ganó en la mayoría de los estados con tradición panista y algo tendrán que hacer en el PAN porque indica una ruptura entre identidad y cambio, que será aprovechada desde el PRI. Pero por lo pronto, el Jefe Máximo se jugó todo en una sola carta y se alzó con el triunfo…

Los sondeos preliminares fueron favorables pero se notó el nerviosismo de Madero al adelantarse al CEN con un video. Si los datos eran consistentes, no tenía caso porque se manda el mensaje de que el presidente reelecto no cumple su palabra, aunque se cuidó de no proclamarse ganador…

En toda democracia debe haber un punto final. Cordero y Oliva hicieron una campaña digna de respeto, pero hubo un resultado: 56.76% para Madero y 43.24% para Cordero. La vía judicial es recomendable cuando conduce a algo mejor. De lo contrario, provoca enconos y rupturas. Cordero hizo bien al reconocer el triunfo de Madero y afirmar que lo mejor para el PAN es una lucha ética. Lo contrario lo habría convertido en el López Obrador panista y todos sabemos cómo termina esa historia…

“La ruta de don Máximo…”

En la lucha por el poder existe un aspecto que pocos alcanzan: el adversario debe convertirse en tu maestro y aprender de él. Si don Máximo desea ser presidente tenía que seguir como iba. La estrategia de suma cero, aunque altamente riesgosa, era el principal recurso para desarticular los planes de sus contrincantes…

Cualquier otra opción implicaba abrir la puerta para que sus enemigos lo “tronasen” desde ahora. Como vimos en la entrega anterior, si don Máximo resolvía bien el escenario sería algo de mucho respeto y que lo catapultaría a la Presidencia y así es…

En cierta forma Cordero, Oliva y Manzanilla tampoco tenían opción. Por eso desecharon la idea de un pacto previo y se decantaron por derrotar a su adversario. Finalmente las encuestas que daban el triunfo a Madero por 12 puntos o más, tuvieron razón. Se puede alegar que la gente de don Máximo presionó, amenazó y compró, pero por los comentarios que fluyen se entiende que don Máximo logró clavar al menos dos “antenas” en el equipo de Manzanilla y habrá que ver si sólo fue el traspaso de información o si jugaron a la manipulación de la situación con tal de que se tomasen decisiones equivocadas…

La estrategia iba en el sentido del escenario del “profeta”: mientras del otro lado se abocaron a los votos requeridos (objetivos) y olvidaron los requisitos para que tal cosa fuese así (condiciones), don Máximo primero aseguró los votos (resultados) que luego anunciaron las encuestas (profecía) y al final se cumplió lo “profetizado”. Todo esto pasó con el candidato fuera de circulación. Por eso digo que el mérito fue del poblano…

“Martha Erika será gobernadora…”

Sería un error pensar en términos de una confrontación bipolar. El escenario de don Máximo era múltiple y polifacético. Sería reduccionista pensar que el domingo perdió Cordero y ganó Madero porque la realidad es más compleja de lo que parece…

El fin de semana hubo dos ganadores. Ganó don Máximo porque el resultado es un fuerte impulso para su proyecto presidencial y ahora es Peña Nieto quien debe estar muy preocupado. En Puebla, la gran ganadora es Martha Erika porque será gobernadora y Cabalán mini-gobernador. Cordero y Oliva perdieron en lo nacional y los planes de Manzanilla para la gubernatura tendrán que archivarse. ¿Tendrá otra oportunidad más adelante? Es difícil anticiparlo…

Quizá don Máximo ceda algunos espacios al Yunque, pero lo que se escucha entre sus allegados es que tendrán a la mano algunos expedientes para lo que se ofrezca. Hoy la gubernatura de 2018 ya tiene nombre y si me apuran, la de 2024 también…

Ganó Marco Adame porque no mordió el anzuelo lanzado por Peña Nieto para que diera la puntilla al poblano y se mantuvo en su apreciación original: si don Máximo quiere ser presidente es problema del mexiquense y del PRI, no del Yunque y cualquier efecto negativo será sólo para el Yunque de Puebla. Luego del éxito logrado por don Máximo, queda frente a frente y en ruta de colisión con el Presidente y su partido, aunque el de Puebla es partidario de un entendimiento y Peña Nieto no sabe cómo responder…

Peña Nieto volvió a perder la brújula, pues el domingo se agigantó la figura de don Máximo y su proyecto para llegar a Los Pinos se torna más real. Sabe que no cuenta con el Yunque para descarrilarlo y sin duda presta atención al 43.24% de Cordero. Son gente que no cedió ante don Máximo y sería iluso creer que el mexiquense podrá con ellos. Es previsible que intente desalentarlos para que se alejen del PAN y don Máximo pierda fuerza estructural. Lo único que necesita es que el poblano desee exterminarlos…

El segundo camino sería acercarse con los calderonistas y con Margarita Zavala para iniciar una guerra de desgaste contra el poblano, que necesita una estrategia de unificación que selle las puertas a Peña Nieto, pues se trata del poder presidencial…

En dado caso, el Yunque apostará a que don Máximo no podrá resolver fácilmente la situación con Peña Nieto y al mismo tiempo controlar la política local. Si el Presidente liquidase los planes del poblano, tendrían margen para quedarse con la gubernatura. Simple, pero podría funcionar…

También Toni Gali pierde porque era la alternativa en caso que Cabalán no pudiese. Vamos a ver las oportunidades que se le van a abrir con motivo del triunfo…

Los planes de Luis Maldonado se trastocaron porque se veía como candidato a gobernador por el lado del PRD, y ahora tendrá que ser el alfil de don Máximo para unificar a los grupos internos y asegurar un acuerdo a favor del de Puebla, que ya no emigrará al PRD. Habría sido en un caso extremo que ni quería, ni buscaba, ni le convenía…

Es interesante que, en su última visita a Puebla, Manuel Jiménez Guzmán haya dado un reconocimiento a don Máximo y también un discurso ante a Maldonado sobre la lealtad. Todos prestaron atención a lo primero pero no a lo segundo. Pasarse al PRD habría favorecido los planes de Peña Nieto para mantener al PRI en el poder, pero todo cambió el domingo. Hoy es don Máximo quien manda el mismo mensaje pero en sentido inverso y reformula la lealtad: “Ha llegado la hora de deslindar lealtades” y de paso reencauza a Eukid, cuya vinculación con Maldonado podría serle útil por otros caminos. Sin embargo, hay que reconocer que el secretario siempre ha sido eficaz, institucional y leal con él, y Eukid también. No va a ser fácil tomar decisiones, pero tienen que hacerlo…

Micalco se sabe en suspenso. Su relación con Madero es buena pero llegó muy debilitado porque ganó por don Máximo, lo que lo deja en sus manos. Es ahora cuando los que desean el CDE podrían dar el zarpazo…

Todo lo anterior no lo habría logrado don Máximo si hubiese jugado de otra forma. El domingo fue su día y al ir a votar, él y Martha Erika lucían relajados y la tensión facial de los días previos había desparecido…

Hasta entonces…

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