En la antesala del sótano de la corrupción, en la posición 106 de un total de 177 países, México sigue buscando escalar posiciones en una credibilidad cada vez más endeble y sujeta al vaivén de las decisiones e intereses de quienes mueven el poder en este país.
El índice de percepción de la corrupción en México es una dura estocada para quienes en los diferentes ámbitos de la vida privada y pública, van en busca de esa vanagloriada TRANSPARENCIA que no se encuentra por ningún lado.
La transformación del Instituto de Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), vive una lentitud que refleja mínimos cambios, una vez que la transparencia en México sigue siendo un asunto de política y poder, donde se anteponen los intereses de partidos y mandatos, para integrar el “consejo que represente la transparencia ciudadana en el país”.
Mientras las corruptelas de gobiernos en turno, escándalos en el sector privado, prebendas en el sector público y chantajes políticos son las constantes para lograr, aterrizar y concretar negocios en México, el gran show para elegir al nuevo pleno del IFAI, sigue su curso.
¿Cómo garantizar la independencia y autonomía del órgano garante de la transparencia en México? Si quienes tienen la responsabilidad de elegir a los nuevos integrantes del órgano de transparencia, están vinculados de manera directa con los diferentes poderes y gobiernos en turno que están metiendo abierta y descaradamente la mano, con la finalidad de empujar a sus esbirros que les garanticen fidelidad absoluta.
La transformación de fondo en la manera de operar y actuar de parte de éste órgano garante se vislumbra como un simple discurso de papel y membrete que difícilmente se llevará a la práctica, debido a los candados que se han puesto a la operatividad del IFAI en México, a fin de que siga teniendo los candados suficientes que mantengan la opacidad en los diferentes rubros de la información.
Los esquemas para garantizar una real y expedita rendición de cuentas de parte de autoridades mexicanas en todos sus niveles, así como el endurecimiento del régimen de responsabilidades para los servidores públicos, tal parece que se quedarán sólo en intención, sin la mayor posibilidad de hacer más transparente el sistema político mexicano con todas sus redes de poder.
Para quienes hoy hablan de transparencia, habrá que recordarles su pronta operación para bloquear los avances en la materia. Resulta lastimoso presenciar que nuestro país sigue hundido en el sótano de la corrupción y mundial, mientras gobierno y segmentos del poder en México, trabajan no a favor impulsar la transparencia, sino fortalecer las ligas de corrupción que permitan seguir teniendo cajas con cristales opacos que oculten, lo que indudablemente termina por salir a la luz.
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CEO Mediatikos Consulting. Ganadora Napolitan Victory Award como Mujer Influyente de la Comunicación Política 2019. Consultora y Estratega en Comunicación Política, Gubernamental y Campañas Electorales. Periodista y Analista Política en medios digitales