A 20 años de Lomas Taurinas

  • Atilio Peralta Merino

El vigésimo aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio nos sorprende en medio del escándalo por el caso “Oceanografía” y cuando, al parecer, las autoridades tanto mexicanas como estadounidenses recuren como última instancia en la lucha contra el hampa a  la Marina armada de México,  dado el desgaste público e, incluso, el daño sistémico que “la guerra contra las drogas” habría inoculado en los cuerpos de seguridad del estado.

Por aquellos días,  el desaparecido Eduardo Valle, “el Búho” ,  habría puesto  como hipótesis sobre  la mesa de la discusión pública,  la eventual participación del “Cártel del Golfo” en los trágicos sucesos de  la colonia “Lomas Taurinas” en Tijuana  en aquel fatídico 23 de marzo,  resultando  al respecto digna de destacarse  la añeja  relación de la mafia tamaulipeca con elementos de la capitanía de puerto en Matamoros.

 Relación que se remontaría  a los días de don Juan N. Guerra y  del  Coronel Humberto Barrera Ponce, tan bien relacionado por cierto con los efectivos de la Marina destacamentados en tierras tamaulipecas ; y ni que decir de don Rafael Olvera, otrora mayor de la Armada y al paso del tiempo jefe de gatilleros de Juan García Ábrego.

 Tendremos que  imaginarnos el desarrollo de  los acontecimientos en el futuro inmediato, ante la eventual relación de “Oceanografía”  con elementos del “Cártel del Golfo” tal y como ha empezado a salir a la palestra en los últimos días, “Oceanografía”, por lo demás, opera en las zonas marítimas del país cuyo resguardo está encomendado por ley a la Marina armada de México.

El escándalo de “Oceanografía” fue destapado en Nueva York por el consejo de administración de Citigroup  y fue en Washington, desde el departamento de estado, donde se habría decidido centralizar en la Marina la lucha contra el narcotráfico.

Ante  tales circunstancia, el aniversario luctuoso que estamos por conmemoras los mexicanos en fechas próximas, pareciera colocarnos ante la evidencia inocultable  de que los sucesos de hace dos décadas nos precipitaron como sociedad  a la consolidación de un narcoestado, cuyo desmantelamiento, antojándose  por demás  complejo, constituye sin embargo una  exigencia ineludible  de sobrevivencia política.

No podemos  albergar la menor duda, la viabilidad misma del país se encuentra  en riesgo.

albertoperalta1963@gmail.com

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Atilio Peralta Merino

De formación jesuita, Abogado por la Escuela Libre de Derecho.

Compañero editorial de Pedro Angel Palou.
Colaborador cercano de José Ángel Conchello y Humberto Hernández Haddad y del constitucionalista Elisur Artega Nava