La Harvard Business School define así la competitividad: “Capacidad de un país para crear, producir y distribuir productos o servicios en el mercado nacional e internacional, manteniendo ganancias crecientes de sus recursos”.

Aplicando a la definición el Principio de Razón Suficiente de Leibnitz, “nada existe sin razón suficiente”, por lógica se deduce que la competitividad es consecuencia de una educación de calidad, que propicia la formación de personas creativas, productivas, e individual y socialmente responsables.

Bien, pues como la limpieza por la casa empieza, hay que subrayarlo: si hoy Puebla está en el 28° lugar nacional de competitividad, se debe a que la educación estatal es de las más deficientes del país, y por lo mismo, de las que más incumplen con lo que se ordena en el segundo párrafo del 3° Constitucional:

“La educación que imparta el Estado –en sus tres niveles de gobierno- tenderá a desarrollar armónicamente todas facultades del ser humano…”

No podía ser de otra forma; sin atender a la necesidad de una educación para el uso responsable de la libertad –imprescindible para el desarrollo armónico de todas las facultades humanas que señala el texto constitucional-, en los resultados del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), se evidencian importantísimas causales estructurales, que en Puebla propician el incumplimiento del 3° Constitucional:

• En “Sistema de derecho confiable y objetivo”, tenemos el 31° nacional.
• En “Sociedad incluyente, preparada y sana” (que abarca el sistema educativo) estamos en el 26° nacional.
• Y en Gobierno eficiente y eficaz, tenemos el 29° nacional.

Así que no hay por dónde el maquillaje de resultados basados en objetivos, números oficiales y complicidades faltas de honestidad y veracidad, alguno en el Gobierno del Estado pueda salir en defensa del reprobatorio de Puebla en educación y competitividad.

Reforma Educativa Integral, iniciativa de la UNPF

De frente a este problema de gran impacto negativo, esta semana la Unión Nacional de Padres de Familia (Centro Puebla), presentará ante la Cámara de Diputados Federal, una iniciativa para que a la Reforma Educativa se le agregue el concepto de “Integral”.

Obvio, el objetivo es que la educación en México acate lo dispuesto en ese segundo párrafo del 3° constitucional: “La educación que imparta el Estado –en sus tres niveles de gobierno- tenderá a desarrollar armónicamente todas facultades del ser humano…”

Será el arquitecto Leobardo Espejel Rentería, Presidente del Centro Puebla de la Unión Nacional de Padres de Familia, quien puntualizará entre otros aspectos a resolver con la Reforma Educativa, por qué es necesaria una Reforma Educativa Integral.

Dicho en otras palabras, para erradicar los siguientes riesgos para el país y sus educandos a todos los niveles:

• Que el propio Sistema Educativo atente contra los Derechos Constitucionales y Humanos de México y de los mexicanos.
• Que se incumpla con el ordenamiento II, del 3° Constitucional: “El criterio que orientará a la educación “…se basará en los resultados del progreso científico…”.
• Que frustre el desarrollo armónico de “…todas las facultades del ser humano”, ordenado por el 3° Constitucional.
• Que coloque a los mexicanos en desventaja frente al contexto internacional, específicamente ante los países desarrollados.
• Que condene al país al subdesarrollo.
• Que al no favorecer el desarrollo integral de “todas las facultades del ser humano”, se favorezca la pobreza y la marginación de los millones de mexicanos que hoy sobreviven en los cinturones de pobreza de nuestras ciudades.
• Y que en términos generales, al no asumir a la persona individual y social en su integridad, que el propio Sistema Educativo Nacional siga bloqueando el desarrollo de México.

Así pues, para propiciar que el Sistema Educativo siga operando con ausencias y omisiones graves, el Centro Puebla de la Unión Nacional de Padres de Familia, presentará la iniciativa para que a la Reforma Educativa se le agregue el concepto “Integral”, cuyo objetivo es que la educación abarque al ser humano completo, y con la participación responsablemente activa de los padres de familia.

Así que procede remachar: aunque el manipuleo gubernamental sobre la percepción social pueda engañar, en los hechos la realidad no cambia: el estado yace reprobado en educación y competitividad, e incumpliendo con el 3° Constitucional.