Una amistad complicada

  • Juan Carlos Lastiri

Desde la existencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, muchas cosas se han dicho a favor y en contra. Algunas voces –las eternas catastrofistas- aseguraban que nuestro país sería absorbido por las economías de nuestros vecinos del Norte. Que solo se causaría desempleo y destrucción de la industria local. En fin, hoy a veinte años de la firma del convenio comercial más importante que tenemos, pues ninguno de los pronósticos obscuros se cumplió. También es cierto que de la misma forma, estamos muy lejos de ser aquel paraíso de primer mundo que los más optimistas ofertaron en su momento. Pero es una verdad que el TLC vino a marcar un nuevo derrotero en la historia económica de México. Hoy se puede presumir una balanza comercial con Estados Unidos favorable, pero al mismo tiempo, sufrimos por la dependencia que nuestro mercado interno tiene de la demanda norteamericana, la cual, como sabemos, ha pasado por una fuerte contracción en el último lustro, con las consecuencias negativas que se han reflejado en nuestro PIB, especialmente el año pasado.

La relación entre México, Canadá y Estados Unidos no ha sido fácil, como cualquier relación tri lateral entre naciones que comparten fronteras tan extensas y se encuentran interrelacionados poblacional y económicamente como nuestros  países. Con los Estado Unidos, es de sobra conocida nuestra agenda en común. Grandes pendientes que son motivo de calentamiento y enfriamiento de nuestras relaciones intermitentemente. Narcotráfico, contrabando de armas, reforma migratoria, etc. Son los temas que recurrentemente saltan a la palestra y complican lo que debería ser una sana relación de vecinos que trabajan y cooperan entre sí. Es de entenderse que la geo política mundial en la actualidad obliga a los norteamericanos a privilegiar la seguridad interna y por lo tanto proteger  sus fronteras, ocasionando que en muchas ocasiones, esto deje en segundo lugar los derechos humanos de nuestro co nacionales, que por desgracia se ven obligados a emigrar al Norte. Pero de la misma forma, el Estado Mexicano tiene el derecho y la obligación de alzar la voz y defender a los mexicanos que se encuentran en esas situaciones. Ahora también se repite algo parecido con Canadá, nación amiga que hasta hace algunos años no tenía ninguna restricción para que nuestros paisanos se internaran en sus fronteras. Ello permitió que hubiera un importante flujo de migrantes que llegaban al país del maple a laborar en actividades agrícolas principalmente, así como estudiantes y trabajadores en general. Hoy esto ya no es así, dado la instrumentación de una visa que ha complicado la fluidez y tránsito entre ambos países.

Este miércoles, cuando se realice en Toluca la Cumbre de Líderes de Norteamérica, los Presidente Enrique Peña Nieto, Barack Obama y el Primer Canadiense Stephen Harper, trataran estos y otros temas, pero en un ánimo de visión de un futuro compartido. Muy alentador son los mensajes provenientes de que los dos gigantes del Norte ven a nuestro país como socio y aliado. Pero ahora deberá reflejarse en una mayor cooperación en temas específicos, sobre todo el migratorio y el de las visas canadiense, pero además sin duda la Cumbre deberá referirse a asuntos tri laterales, como el cambio climático y la prevención de los desastres, la educación, el combate del cáncer de las redes internacionales del crimen organizado y demás. Cada uno tiene sus propios intereses pero  es claro que la suma de éstos puede ayudar a mejorar las economías de América del Norte y en general el bienestar de sus habitantes, a la vez que se forma frentes que permitan interaccionar con nuevos bloques económicos, como el que surgirá al firmarse del Acuerdo Trans Pacifico en donde 12 naciones de esta parte del mundo, se unirán para agilizar su comercio, entre ellos México, Canadá y Estados Unidos. De la misma forma, Estados Unidos necesita tener seguridad en sus aliados comerciales de continente ya que se encuentra negociando con la Unión Europea su propio acuerdo comercial. En este mundo de comercio globalizado, es indispensable fortalecer los esquemas tanto internos como de alianzas ya que eso dará el plus de la competitividad que tanta falta hace. Afortunadamente, el incremento del salario en China y por tanto el encarecimiento de la mano de obra local ha hecho que muchas manufactureras volteen a ver a México para ubicar sus plantas como medio para ingresar al mercado norteamericano,

Así, este miércoles 19 se escribe una nueva página en la historia de América del Norte, región que hace 20 años decidió unir sus destinos a través de un lazo comercial pero que hoy significa más que eso, ya que nos hermanan problemas en común pero soluciones también en común. Y en el caso de nuestra nación, con firmeza e inteligencia se podrá llevar adelante, está siempre complicada relación.

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