Mezquindad política

  • Patricia Estrada

Contados son los políticos que se preocupan por limpiar el descrédito del legislador. En su lista de prioridades han desplazado el trabajo productivo que de resultados en beneficio de las mayorías.

Sin importar si pidieron o no el voto, los diputados deberían comprometer su tiempo y voluntad a la nueva responsabilidad pública. Es aberrante que la legislatura sea vista como un trampolín político o 'chambita' temporal.

Los ciudadanos tienen baja estima hacia los diputados por considerar que “no hacen nada” a su favor pero éstos reciben con indiferencia, las críticas relacionadas a su desempeño y a sus decisiones que comúnmente apuñalan al pueblo.

Otra crítica que les resbala como mantequilla es el arraigado fenómeno 'Chapulín', el cual ha desgastado aún más su credibilidad. Quien es capaz de aventar la curul a la primera de cambio -sin importar un bledo que la ley lo permita- refleja su falta de seriedad profesional y personal.

Lamentablemente el ciudadano tiene memoria de corto plazo y cuando al político oportunista se le acaba el cuerno de la abundancia vuelve a las andadas: Pide el voto, gana (o compra) su elección y la historia se repite.

La profesionalización en la política está aún lejos de convertirse en realidad. Mientras el interés individual sea mayor al colectivo continuarán el diputado (a) siendo el personaje más decepcionante del quehacer público.

Con leyes laxas y la puerta abierta a la reelección de legisladores, la clase política seguirá siendo privilegiada; en ningún otro trabajo de alta responsabilidad se otorgan tantas concesiones personales y económicas a quienes incumplen su labor.

Por otra parte, el legislador deja en algún momento de conectarse con el ciudadano convirtiéndose en una figura inalcanzable. Regularmente renuncian a la amabilidad y empatía de la campaña para mostrar una personalidad fría y lejana.

Aquí un ejemplo: Luis Francisco Ramiro, originario de Cuetzalan sufrió la pérdida de su primer nieto. Con esfuerzos costeó el modesto funeral; vendió hasta la televisión de su casa. Le faltaban 600 pesos para  liberar una factura que le solicitaba un organismo federal a fin de reembolsarle los pesos que pagó por el entierro del pequeño.

Nadie podía ni quería ayudarlo. Acudió al Congreso del Estado y le dijeron que ya estaban empacando maletas (en referencia a la legislatura anterior). Don Francisco me contó que cuando preguntó por su diputado, le dijeron que ya no estaba disponible. Entre su desesperación al quedarse sin un quinto para comer, solucionar su problema y regresar a su hogar me advirtió que no volvería a votar.

Otro ejemplo: Mari vendía sus gorditas en San Manuel, hoy trabaja en el quehacer doméstico para apoyar a su marido en el gasto familiar y la manutención de sus 2 hijos (una en secundaria, otro en primaria).

Con dificultades para leer y escribir también cuestiona la política. Considera 'mal' que los candidatos caminen la calles de La Resurrección y jamás regresen. Ella desconoce a su diputado, lo único que sabe es que 'ganan bien mientras el pueblo se jode".

En esa junta auxiliar los apoyos de techo y piso digno los reparten entre quienes aceptaron el acarreo de los candidatos. No me dio nombres, sólo ese punto de referencia para explicarme que no creen en promesas de cambio ni esa mentira de políticos cercanos a la gente.

Al igual que ellos me declaro escéptica de la buena voluntad que ofrecen nuestros políticos al comienzo de un ciclo. Ojalá me equivoque pero el sello de esta nueva legislatura no será precisamente la seriedad ni el trabajo digo en beneficio de la sociedad. 

Mal inicio fueron las licencias. El tiempo dirá lo que viene para Puebla y los poblanos los próximos 4 años 8 meses. 

Mi cuenta en Twitter @estradapaty 
 

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Patricia Estrada

Directora de noticias y conductora del noticiero de La Tropical Caliente 102.1 FM

Ex reportera de Ultranoticias, Radio Oro, Radio Tribuna y Momento Diario. Aprendizaje permanente del año 2001 a la fecha; egresada en Ciencias de la Comunicación UPAEP.