Tráfico de personas, una realidad latente

  • Alejandro Armenta Mier

A pesar de la abolición de la esclavitud, el día de hoy siguen habiendo personas vendidas y compradas, obligadas a trabajar y maltratadas. En los Estados Unidos se estima que entre 14 mil 500 y 17 mil 500 mujeres, niñas y niños forman parte de las cifras anuales de comercialización de personas -principalmente para la industria del sexo- donde los traficantes suelen atraer principalmente a mujeres  con promesas falsas de trabajo, tales como  meseras, niñeras, modelos, y como trabajadoras en las fábricas.

Sin embargo eso es el anzuelo para alimentar el negocio de la prostitución, para establecer esquemas prácticamente de esclavitud en centros agrícolas de trabajo, en el servicio doméstico e incluso en restaurantes. Estas víctimas privadas de su libertad son sometidas a la violencia, amenazas, servidumbre por deudas y / o retención de documentos.

Los expertos han señalado que la trata de personas es la actividad criminal de más rápido crecimiento en el mundo ya que -quienes la practican- la consideran un negocio lucrativo y con bajo riesgo. Los registros de arrestos policiales muestran que las mujeres jóvenes pueden ser vendidas a los dueños de burdeles en América del Norte  hasta 16 mil dólares cada una.

De acuerdo con cifras del Departamento de Estado (USA), unas 800 mil personas son traficadas en las fronteras internacionales cada año en todo el mundo; de las que alrededor de un 80 por ciento de las víctimas son mujeres y casi la mitad son menores de edad.

A nivel mundial, se estima que entre 700 mil  y 4 millones de mujeres, hombres, niñas y niños son traficados cada año. Siendo Estados Unidos -según Human Trafficking Awerness- uno de los destinos por excelencia del tráfico de personas; aunque generalmente esta actividad se relaciona con personas que llegan al país desde México, Centro y Sudamérica, a este país llegan legal o ilegalmente personas de hasta 40 países diferentes.

La frontera entre México y Estados Unidos es la zona de mayor intensidad migratoria en el mundo; cada año se registran más de 30 millones de cruces, legales e ilegales, a lo largo de los más de 3 mil kilómetros de frontera compartida.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, México fue clasificado como el segundo país que más víctimas de trata provee a Estados Unidos, superado únicamente por Tailandia. En el 2007 se reportaron 48 casos de víctimas tailandesas, y 42 de víctimas mexicanas, seguido por Guatemala con 23, Filipinas con 22, China con 21 y otros países con 144 casos. Así, del total de víctimas identificadas en Estados Unidos, el 14% de las víctimas era de origen mexicano.

Ante esta realidad, el 11 de enero fue nombrado en Estados Unidos como un día nacional de conciencia sobre el tráfico humano. Por lo que la oportunidad es propicia para buscar una luz sobre este problema creciente en todo el mundo llamado “la nueva esclavitud de hoy en día” y dar un paso hacia la prevención de la trata y la esclavitud.

México -consiente de esta grave problemática- ha planteado promover estrategias que consientan aplicar instrumentos jurídicos internacionales sobre la trata y el tráfico de personas; el traslado ilegal de personas a través de las fronteras, la contratación no reglamentada, la prostitución, la pederastia y la pornografía infantil han dado lugar a modernas versiones de la esclavitud y la deshumanización, a partir de las cuales grupos de delincuentes ponen en peligro la seguridad y la integridad de los seres humanos.

La convicción del Gobierno de la República por el respeto a los derechos y libertades de las personas impulsa a la política exterior a seguir abriendo espacios de colaboración entre las naciones. Por lo cual, México aplaude a la Unión Americana y comparte los esfuerzos para crear conciencia sobre este problema mundial y combatirlo mediante mecanismos que permitan la erradicación de las condiciones de vulnerabilidad y exclusión social.

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Alejandro Armenta Mier

Maestro en Administración Pública, presidente del Senado de la República y presidente de la Comisión de Hacienda. Más de 34 años de su vida dedicado al servicio público. Mis principios: ser útil, agradecido y acomedido.