Decía el politólogo francés Philippe Moreau Defarges, uno de los más destacados especialistas en geopolítica actual, que los políticos de hoy día deben tomar en cuenta algunas claves para el ejercicio del poder.
Citaba como primera premisa que "El hombre es un animal territorial" pues la historia está finalmente llena de luchas por el territorio, por demostrar la supremacía de un Estado sobre el otro.
Pero también "El hombre es un ser en el tiempo", pues el hombre debe apropiarse de la información en el contexto histórico para "descifrar los secretos de la realidad situada en un espacio y en un tiempo con los actores comprometidos en cada hecho".
De lo anterior se desprende otra premisa de Moreau Defarges: "La historia tiene el sentido que los hombres le den", pues finalmente el hombre al ser la medida de todas las cosas, es quien establece en última instancia lo que adquiere valor histórico.
Seguramente el gobernador Rafael Moreno Valle, o sus asesores, han leído las tesis del geopolítico del francés y de otros estudiosos del tema de las relaciones humanas y el ejercicio del poder, de donde puede desprenderse que sus decisiones pretenden siempre marcar nuevos "hitos históricos" o modificar el sentido de la historia a través de una revolución cultural.
En Puebla hemos pasado de hablar de los Hermanos Serdán y la cuna de la Revolución Mexicana a la trascendencia de Ignacio Zaragoza y la Batalla del 5 de Mayo, hechos recuperados por el gobierno como elementos de la nuevo sentido histórico de Puebla, frente al sentido sacro de otros personajes, como Juan de Palafox y Mendoza y el culto al Señor de las Maravillas.
Moreno Valle ha intervenido puntualmente en la generación de una nueva cultura alejada de la tradición poblana, ha roto paradigmas históricos, ha, por decirlo así, manejado los factores de la evolución histórica, a su conveniencia. Hasta ahora con éxito.
Los factores de poder están totalmente opacados por la fuerza del Ejecutivo. La sociedad ajena a las decisiones gubernamentales, las inversiones públicas, opacas, favoreciendo a unos cuantos y empeñando el futuro de Puebla por conseguir medallas en las batallas en busca del mejor record para situarse como el hombre fuerte en el 2018. Todo, hay que reconocerlo, le ha salido bien.
2014 está a la vuelta de la esquina y es pronosticable que será un año donde el gobernador tendrá los hilos de todo el poder en su mano, los jalará a su conveniencia, los cortará cuando se le antoje, tirará de la rienda cuando quiera parar o acelerar el paso. Y nada ni nadie, hasta ahora, se lo puede impedir.
Como la Santísima Trinidad, Moreno Valle se ha erigido en "hipóstasis" un Dios verdadero que está en tres personas distintas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El año venidero tendrá la Presidencia Municipal de la capital, cómoda, incondicional, dicen, el Congreso del Estado será obediente o más que eso, servil, sin importar quién lo encabece, el Poder Judicial continuará sumiso, la oposición sin figurar, los empresarios sin chistar, ni en el cotilleo del café; los medios de comunicación o cooptados o callados o sin trascendencia masiva.
En fin como afirmara el politólogo Philippe Moreau "Todas las relaciones en geopolítica y política, incluyendo las relaciones humanas en su conjuntos, son relaciones de fuerza", y por el momento la parte más fuerte del hilo está del lado del inquilino de Casa Puebla.
Feliz 2014
jesusmanuelh@icloud.com
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Periodista en activo desde 1974. Ha dirigido, conducido y colaborado en diversos medios de comunicación escritos, radiofónicos y televisivos. Actualmente dirige el portal losperiodistas.com.mx y escribe Por Soleares, espacio de análisis político. Autor del libro Orígenes de la Cocina Poblana.