El año que se va
- Juan Carlos Lastiri
Haciendo un repaso de lo vivido en este 2013, que está a punto de expirar, vemos con preocupación y al mismo tiempo con esperanza, el año nuevo que iniciará en pocas horas. Estos últimos doce meses han significado un gran reto para la humanidad, la guerra fue un denominador constante en varios puntos del globo terráqueo, tanto así, que nos deja la reflexión de donde empieza lo humano y en donde el hombre se vuelve el lobo de su semejante. En especial en Oriente Medio, Siria ha sido un calvario, en donde el Gobierno crucifica a su población, con el grave riesgo de extender el conflicto más allá de sus fronteras. Este año estuvimos a un paso de ver como los Estados Unidos, iniciaba una intervención internacional más, ahora en territorio sirio, al final pudimos respirar aliviados. Esto sin duda, hace que los norteamericanos y la comunidad internacional replanteen, cual es el papel de un Estado Policía en este nuevo orden mundial, papel que cada vez está más, en entredicho, ante las pruebas claras de espionaje como práctica habitual del vecino del norte; incluso a las naciones amigas. Sin duda 2014, deberá ser un año de definiciones para Barack Obama, en este sentido deberá ya consolidar el despegue norteamericano, en su materia económica, y tal parece, el año por iniciar, trae señales alentadoras, al tener por fin, un acuerdo multianual en materia presupuestal. Sin dejar de lado, el gran reto que significará el aprobar la Reforma Migratoria sin dilación alguna.
Por otra parte, los habitantes de este planeta tomamos consciencia de nuestra pequeñez ante la Naturaleza, por los devastadores efectos de fenómenos climáticos con fuerza desmesurada, resultado esto del cambio climático; desde México hasta China, vimos huracanes, tornados, ciclones, tifones que trajeron muertes, inundaciones, millones de damnificados; en donde y como siempre, los habitantes más pobres fueron los más afectados. Esto nos hace reflexionar y concluir que urge un cambio de mentalidad, que cree culturas preventivas más eficientes, al mismo tiempo que se aplican realmente las medidas aprobadas en los convenios internacionales, para reducir los gases invernaderos y demás causantes de estos cambios drásticos, que solo traen calamidades y detienen el desarrollo de los pueblos.
En América, vimos un continente que como siempre, lucha por su destino con su propia identidad. En México, prevaleció un aire renovador que venció el escepticismo de propios y extraños, para concluir el mayor intento renovador iniciado por un Gobierno en su historia reciente. En Venezuela, fuimos testigos de la muerte del Caudillo y el surgimiento de un régimen chavista sin Chávez, en donde el péndulo se mueve entre el discurso populista y las medidas cada vez menos democráticas. En Chile, se da el retorno de Michel Bachelet y en Cuba, empiezan una serie de medidas transformadoras, un poco lentas y orientadas a lo económico más que a lo político, en donde el apellido Castro sigue siendo sinónimo de poder absoluto.
En el contexto internacional dos noticias nos sacuden, la renuncia del Papa Benedicto y la llegada de su sucesor Francisco. Una clara señal de la necesidad de auto renovarse que tiene la Institución más antigua de la Humanidad. Por otra parte, el símbolo de la libertad, Nelson Mandela, falleció demostrando el tamaño de su poder e influencia en la consciencia mundial.
Así, el año que se va deja, como siempre, un balance del cual deberá partir el mundo este 1 de enero, y el deseo colectivo de que el siguiente año, deberá ser mejor para todos. Por mi parte, confío en que el 2014, sea un año de progreso, bienestar y salud para Ustedes y sus familias. Y que con estas metas, nos unamos en un esfuerzo colectivo para hacer mejores a nuestros hogares como a la gran Casa de Todos que es: México.
¡Y tenemos muchos motivos para tener Esperanza en el Futuro!
Feliz Año 2014.